Un tridente que está de vuelta con la misión de impulsar al UCAM CB Murcia

Ese antes era una asistencia a las alturas de Simon Birgander desde un paso más adelante del tiro libre, donde previamente había recibido el balón con Ludde Hakanson como remitente tras un bloqueo y continuación. Y en qué continuación estaba la clave. Era lo que en el argot baloncestístico se conoce como 'short-roll', una caída del hombre después de poner el bloqueo directo al manejador del balón, pero que no tiene como finalidad recibir cerca del aro, sino a mitad de camino.

Una jugada que estaba en la cabeza de su entrenador cuando valoraba su retorno como «importante para el juego del equipo» y que el propio pívot sueco calificaba ayer en rueda de prensa como «súper guay», adjetivo muy presente en su vocabulario. Y promete estirar este entendimiento con Stephens porque «cuando recibo en el 'short-roll' puedo pasar al triple, tirar yo o pasar cerca de canasta», caso de esta última jugada con el estadounidense, que venía remontando la línea de fondo desde la esquina aprovechando el desvío de atención que genera esa recepción de Birgander.

Estas posibilidades que da Birgander en el juego del bloqueo y continuación son diferentes a las que ofrecen Todorovic y Diagne, sus compañeros de posición. Difícil es, como se ha venido comprobando el tiempo que han coincidido repartir minutos de una manera en la que cada uno pueda sentirse importante y disfrutar de continuidad. Son tres jugadores y solo una posición.

Pero son cartas diferentes en la baraja de Sito Alonso. Mientras que Birgander es el elegido para jugar 'short-roll' gracias a sus buenas manos para finalizar desde no tan cerca del aro, con Todorovic la opción escogida es el 'pop'. Es decir, no hacer una continuación hacia canasta, sino una apertura desde la que amenazar con tiro exterior. Eso sí, el acierto le sigue negado. Solo ha metido un triple de 17 intentos cuando el año pasado hizo 15/46. Pero dispone de una gran interpretación del juego para no detener la circulación si no tiene tiro. Por el contrario, Diagne es el más atlético y agresivo para 'comerse' la canasta. Y el mejor para hacer dos contra uno o 'flashes' agresivos al manejador rival cuando se está en defensa, donde también juegan diferente.

Los tres ya fueron compañeros el año pasado, pero apenas coincidieron. Y nunca en mismo estado de forma. Esta temporada la comenzaron los tres sanos, pero ha sido difícil dar con la tecla que les haga dar un gran rendimiento al equipo. Ahora empieza una segunda oportunidad para un trío de pívots de altas posibilidades cuando cada uno está a su nivel.

Por lo menos, Todorovic ha aprovechado la baja de Birgander para recuperar cierto optimismo. Sin llevar la regularidad por bandera, el partido de Manresa fue su mejor, con 18 puntos, 9 rebotes y 25 de valoración. Ante el Lleida solo jugó 11 minutos por enfermedad, pero su defensa fue «excepcional» para Sito.

Ese mismo día, Sito apuntaba a la vuelta a este esquema de tres pívots y la «polivalencia» que da. «Cuando logremos hacer esto como equipo seremos mucho mejores», vaticinaba el entrenador.