Izan Almansa y el UCAM, un imposible

Almansa cambia su hoja de ruta, pero no su destino, el cual sigue teniendo entre ceja y ceja: la NBA. De hecho, su decisión se basa en la posibilidad de, con una temporada más de experiencia en el baloncesto de competición, pueda volver a seducir a los ojeadores de la NBA, a quienes los dos últimos veranos entró tanto por los ojos que, hace un año, le ponían no solo como un fijo de primera ronda, incluso, algunos 'mocks' (tableros de previsiones), en el 'top 5'. No en vano, con su 'MVP' del Mundial sub-17 con que España se colgaba el oro, se convertía en el único jugador en ganar tres trofeos al mejor jugador en tres torneos FIBA consecutivos.

Pero, ¿qué ha pasado entre medias en este año? Terminada su formación en el Overtime Elite de Atlanta, donde pasó los dos años que habrían equivalido a la etapa júnior en la cantera del Real Madrid, Almansa escogió el G-League Ignite, un equipo propiedad de la NBA que competía en la liga de desarrollo (la G-League) que, incluso, daba nombre al equipo. Un criadero de jóvenes estrellas que tomaban un camino diferente al convencional de la formación universitaria en Estados Unidos (NCAA).

Y lo que le ha faltado es, precisamente, competir. El Ignite ha sido tal fiasco esta temporada que la NBA ha decidido bajar la persiana y acabar con este proyecto. Debutó en septiembre en la Copa Intercontinental, pero fue el quinto de seis equipos. Todos habían sido campeones de una competición FIBA organizada la temporada anterior en su región, menos el invitado Ignite. Y, llegada su propia liga, la cosa no fue mejor. Ganaron cuatro partidos de 16 en la 'Showcase Cup' y solo dos de 34 en la temporada regular.

Sus números han sido correctos, pero no espectaculares. 10,5 puntos y 7,2 rebotes por partido. El último test antes de lanzarse a la NBA fue el 'Draft Combine' de Chicago, una semana de pruebas físicas y baloncestísticas ante los ojos de ejecutivos de la NBA. Pero tampoco le sirvió para remontar el vuelo en unas previsiones del draft que venían bajando su nombre toda la temporada.

Con 19 años, la próxima temporada de Izan Almansa será su segunda en el baloncesto sénior. Y, lo que es seguro, es que no será en el mismo equipo en el que ha jugado este año, que ha desaparecido. Canterano del UCAM hasta infantil, la especulación ha estado servida, pero volver a verle en Murcia es un imposible. Al menos, por ahora.

Y es que lo que Almansa tiene como objetivo es ser jugador NBA en 2025. Para ello, tiene un año para demostrar que sus cualidades pertenecen a la mejor liga del mundo. Es por ello que el UCAM, reciente finalista de la Liga Endesa, no es su sitio. No le puede garantizar los minutos que necesita para dentro de un año alcanzar la meta propuesta, ni él tampoco ofrece a un equipo de ambiciosos objetivos la seguridad que debe con su escaso bagaje de competición sénior. El UCAM busca el mejor equipo posible; Almansa, en este punto, un trampolín.

Así, el que parece su destino más probable es la liga australiana, competición que ha crecido mucho, especialmente en recorrido mediático, las últimas temporadas. Y una vía ha sido la de posicionarse como una competición que da el espacio individual que buscan jóvenes para llamar la atención de la NBA. El caso más sonado seguramente sea el de LaMelo Ball en la temporada 2019-20. Y, el más reciente y el de más confianza para Almansa, el del francés Alex Sarr, que fue su compañero en la cantera del Madrid y, después de jugar este año en Perth, espera escuchar su nombre entre los tres primeros elegidos del draft del próximo 26 de junio.

Y precisamente es el Perth Wildcats, el equipo australiano más laureado, el que parece el destino más probable del murciano, tal y como adelantó el periodista Chema de Lucas. Los últimos campeones de esta incipiente liga fueron los Tasmania JackJumpers, con el ex del UCAM Milton Doyle como 'MVP' de la final.