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Katir devuelve la gloria al 1.500
El atleta de Mula da a España su segundo bronce en el Mundial de Eugene; Mario García fue cuarto
IGOR BARCIA
Jueves, 21 de julio 2022, 00:29
De la gloria al infierno hay una centésima. Al menos en el caso de Mohamed Katir. Hace tres días, el muleño estuvo a punto de caer eliminado en primera ronda. Sin sensaciones, fue sexto y se clasificó el último por tiempos para las semifinales. Ahora, Katir es bronce mundial y ha devuelto el orgullo del 1.500 a España, la prueba fetiche que ha dado ya tres platas y tres bronces en la cita mundialista. Katir fue tercero en otra final espectacular, muy al estilo de la de hace un año en los Juegos de Tokio, lanzada por un Jakob Ingrebigtsen que no contaba con una estrella invitada, el británico Wightman, que restauró para la escuela inglesa el honor de la década de los ochenta, cuando Steve Cram fue campeón en 1983 y Coe y Owett completaban un equipo inolvidable.
La final dejó muchísimas cosas que contar, pero lo mejor para el atletismo español es que el 1.500 ha vuelto. Hacía 23 años que no llegaba una medalla, desde el bronce de Reyes Estévez en Sevilla 99. Demasiado tiempo para una distancia que vio ganar el bronce a José Manuel Abascal en Los Angeles 84, que vio a José Luis González ser plata en el Mundial 87 de Roma, que vio colgarse el oro olímpico a Fermín Cacho en Barcelona 92 y ser segundo en dos ocasiones en el Mundial y ser tercero también a Estevez en 1997. Katir se ha unido a este grupo de ilustres del mediofondo, y lo mismo se puede decir de un Mario García Romo que fue cuarto y ha confirmado a sus 23 años que tiene todo el futuro por delante.
Triple plusmarquista
Katir, plusmarquista español de 1.500, 3.000 y 5.000 desde el pasado año, explicó al finalizar la prueba que «desde el principio sentí que iba muy bien e intenté guardar las máximas fuerzas posibles. A falta de 500 metros me iba colocando poco a poco sin desgastarme hasta llegar al último 200 con muchísima fuerza y ahí he podido mantener el ritmo y llegar con los mejores del mundo».
«Alcancé el último 200 con muchísima fuerza y pude mantener el ritmo y llegar con los mejores del mundo», dice Mo
Una táctica que le permitió superar a rivales desfondados como Cheruiyot, de nuevo abrasado por el demoledor ritmo de Ingebritgsen. Pero fue Wightman con 3:29.23 quien se llevó el oro. Ingebrigtsen se quedó cerca (3:29.47) y Katir también bajó de 30 (3.29.90) para ser bronce. Romo, con un gran final, se hizo con una cuarta plaza que le permitió rebajar en cinco segundos su marca ( hizo 3.30.20). Aunque una de las muchas cosas llamativas de esta final fue el dominio del Viejo Continente con los cuatro primeros clasificados, algo que no sucedía desde el inicio de la década de los ochenta.
ÉXITOS ANTERIORES
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José Manuel Abascal Para la historia del atletismo español queda el bronce olímpico que consiguió en los Juegos Olímpicos de Los Angeles 84.
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José Luis González Se colgó la medalla de plata de los 1.500 metros en el Mun dial de Roma 87.
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Fermín Cacho A su oro olímpico en Barcelona 92 sumó una plata en Atlanta 96 y dos subcampeonatos del mundo.
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Reyes Estévez Consiguió dos bronces. En Atenas 97 y en Sevilla 99.
Katir quiere más a sus 24 años: «No lo sé la verdad, no he encontrado mi límite, cada temporada me sorprendo más y espero mejorar». El muleño sonreía en Eugene y ya ha olvidado el resquemor de hace un mes cuando al ganar el Campeonato de España, el primero, lamentaba el tiempo y las oportunidades perdidas hasta que logró la nacionalización en octubre de 2019 y después la pandemia le hizo esperar hasta un 2021 donde desplegó toda su calidad.
En una entrevista previa a los Juegos, Katir explicaba que «mi padre es de Marruecos y mi madre, de Egipto. Como vine aquí muy chiquitito, no me acuerdo de nada. Los mayores recuerdos que tengo son de Mula, mi pueblo en Murcia». El pequeño Mohamed primero probó con el fútbol, «pero encontré que hacían carreras en el colegio y en una quedé primero». Eso de llevó a apuntarse a atletismo y demostró que podía hacer grandes cosas, pero faltaba algo. «Era durísimo cuando ganabas un campeonato, un cross, y veías que el que había quedado segundo te quitaba la medalla. Sentaba muy mal, aunque yo sabía que algún día iba a tener la nacionalidad; era cuestión de paciencia. Pero si le pasa a alguien que no tiene la cabeza fría y una mente sana..., yo creo que hubiera dejado el deporte».
El murciano ya piensa en el Europeo de Múnich: «El domingo me subo a Sierra Nevada para prepararlo, quiero traer otra medalla»
Gabi Lorente es el entrenador que ha pulido a Katir, el mismo que ha llevado a Mariano García a ser campeón del mundo en pista cubierta. «Es mi entrenador. Bueno, en realidad, es mucho más; es como si fuera mi hermano mayor», admite el mediofondista, que ya piensa en el futuro inmediato, el Europeo de Múnich. «El domingo me subo a Sierra Nevada y empieza la preparación para ese campeonato, del que quiero traer otra medalla sí o sí».
Allí estará Mario García Romo, natural de Villar de Gallimazo, un pueblo de 200 habitantes de la Salamanca rural, estudiante de química en la Universidad de Misisipi y plata en los Campeonatos Universitarios de Estados Unidos, que con 23 años ya se ha colado en el top 3 de las marcas españolas del 1.500.
Wightman, el hijo del 'speaker', toma el relevo de Cram
Jake Wightman (Nottinham, 28 años) protagonizó una de las mayores sorpresas del Mundial al convertirse en campeón del mundo de 1.500 metros y ser el primer británico en ganar el oro desde Steve Cram en 1983. El propio Cram elogió la «valentía» del británico y se mostró feliz de tener relevo, después de aquella época gloriosa para el 1.500 británico en la que Coe fue doble campeón olímpico en 1980 y 84 y Steve Ovett lo fue en Moscú 80, entre otros muchos éxitos.
Pero lo más llamativo de su triunfo estuvo en la grada. Cuando el equipo británico en Eugene celebraba el título, la pantalla gigante en Hayward Field ha enfocado al locutor del estadio. «Tengo que decirles por qué la cámara está sobre mí», ha dicho Geoff Wightman, excorredor de maratón y la voz del atletismo en los estadios durante décadas. «Ese es mi hijo. Yo lo entreno. Y es el campeón mundial», dijo emocionado.