Tokio 2020 | Fútbol

Rafa Mir entra en el Olimpo

Gracias a un gol de Asensio en la prórroga, España buscará el oro contra Brasil y el delantero se convierte en el tercer medallista murciano de la historia

Martes, 3 de agosto 2021, 16:20

España frente a Japón. Pedri y Asensio frente a Doan y Kubo. Dos formas de entender el fútbol y de jugarlo se citan este martes por una plaza en la final olímpica. España es favorita, pero tiene en contra el hecho de jugar frente a los anfitriones y esos problemas de gol que sigue arrastrando aunque presuma de una engañosa estadística. Porque los cinco goles frente a Costa de Marfil se produjeron en unas circunstancias muy concretas; uno en el tiempo añadido y otros tres en la prórroga. Aun así La Roja apunta alto, pero necesita mantener la tensión ofensiva para alcanzar una final en la que previsiblemente, y salvo sorpresa mayúscula, esperará Brasil.

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No hay que irse muy lejos para encontrar un antecedente. Hace solo dos semanas los dos equipos se enfrentaron en el único amistoso español antes de los Juegos. Los de Luis de la Fuente mostraron más argumentos y tuvieron el balón. Controlaron el juego. Nada nuevo bajo el sol naciente. Pero les costó generar ocasiones. Un mal recidivante.

De hecho, Japón se adelantó en una gran jugada de sus dos hombres de referencia, Ritsu Doan y Take Kubo, y Carlos Soler rescató un empate que evitó que España comenzara los Juegos con una crisis de identidad. La Roja fue mejor, sí, pero su control tampoco inquietó demasiado a Hajime Moriyasu y los suyos. Solo cuando entró Pedri, suplente en aquel amistoso, el partido tuvo otro aire. Ahora el canario, incombustible u obligado a serlo, dirigirá la orquesta desde el principio.

Se mantendrá el técnico fiel a su 4-3-3, con la baja de nuevo de Mingueza, que regresó precipitadamente al lateral derecho frente a Costa de Marfil para lesionarse de nuevo. Óscar Gil es su recambio natural, como lo es ya Zubimendi de un Dani Ceballos que tal vez podría estar recuperado para una hipotética final, pero cuyo regreso ante Japón es prematuro. En el otro lateral se han alternado Miranda y un Cucurella que parece capaz de dar mayor profundidad al juego español y ensanchar el campo para contribuir a evitar que los nipones se encierren. En la delantera formará un Mir que evitó el desastre y de paso firmó tres goles ante Costa de Marfil.

Con mucho sufrimiento, demasiado, para tumbar al equipo anfitrión, España regresó ayer a una final olímpica de fútbol. Han pasado 21 años desde que lo consiguió en Sídney con un bloque, entrenado por Iñaki Sáez, en el que hacía magia Xavi Hernández, anotaban Gabri y José Mari, y eran titulares Albelda, Aranzubia, Capdevilla, Luque y Marchena, entre otros. Aquella formación, sin embargo, se rindió en los penaltis ante la Camerún de Samuel Eto'o. El sábado, a las 13.30 horas, el oponente será la selección de Brasil de Dani Alves, la otra gran favorita, un rival que no asusta a La Rojita, que solo tiene en mente un asunto: emular a Kiko, Amavisca, Cañizares, Guardiola, Luis Enrique, Billabona... Aquellos héroes que en Barcelona'92 firmaron el oro en el Camp Nou.

Mención aparte para el murciano Rafa Mir, que asegura un metal (de oro o plata) y se convierte así en el tercer deportista de la Región de Murcia que logra una medalla olímpica, tras Antonio Peñalver en Barcelona 92 y Laura Gil en Río 2016. Ayer no tuvo su día el delantero que en cuartos de final evitó el desastre español con un 'hat-trick' saliendo desde el banquillo. Fue titular y desaprovechó buenas ocasiones. Pero lo que importa es que al final se logró el objetivo común de todo el equipo.

Japón

Kosei Tani; Sakai, Yuta, Yoshida, Itakura, Hatare (Soma, min. 64); Doan (Maeda, min 91), Tanaka (Hasioka, min. 118), Endo, Kubo (Miyoshi, min. 91); Daichi Hayashi (Ueda, min. 64).

0

-

1

España

Unai Simón; Óscar Gil (Vallejo, min. 46), Pau Torres, Eric García, Cucurella (Miranda, min105); Zubimendi, Mikel Merino (Carlos Soler, 58), Pedri (Asensio, min. 82), Oyarzabal, Mir, Dani Olmo (Puado, min. 58)

  • Gol: 0-1: Asensio (minuto 118).

  • Árbitro: Kevin Ortega Pimentel (Perú). arjetas amarillas. Óscar Gil (12), Mikel Merino (49), Zubimendi (94+), Sakai (97).

España llegó ayer a la final y solo falta el triunfo para redondear un verano que nació entre dudas y que puede terminar dorado. Porque la absoluta no comenzó con buen pie en una Eurocopa en la que luego se plantó en las semifinales -ni los más optimistas pensaban en ello-, y el bloque de Luis de la Fuente, gran candidato, arrancó con un empate en los Juegos que dejó más temores que certezas, con esa falta de gol que se ha convertido en una herida sangrante a la que no se encuentra remedio. Pero ambas escuadras enderezaron el rumbo. Y este grupo de jóvenes, con seis futbolistas que estuvieron en el torneo continental (Unai Simón, Eric García, Pau Torres, Dani Olmo, Pedri y Oyarzabal), incombustibles, se reivindica. Están preparados para dar el salto. Si no, que se lo pregunten a Marco Asensio, que había perdido la titularidad y ayer cerca del final de la prórroga colocó a España en su cuarta final olímpica, tras las platas de Amberes 1920 y Sídney 2000, y el oro de Barcelona'92.

Minuto 115. Oyarzabal fue con el balón en los pies. Ninguno le pudo detener. España vibró con la emoción de ver jugar a los dos. A los dos. Oyarzabal y Asensio, los magos del balón. Asensio y Oyarzabal; sueños de campeón. Oyarzabal y Asensio; el fútbol es su pasión. Así marcaron el gol. El tanto de Asensio que acerca a la gloria a este equipo.

Antes hubo que sufrir y aguantar. Los 115 minutos previos al tanto y los casi diez en los que los nipones trataron de cerrar la herida. Pero La Roja estará en una nueva final olímpica. Si en la Eurocopa las semifinales cercenaron la ilusión, en Tokio la multiplicaron.

España ganó como casi siempre y sufrió, también, como casi siempre. Decidió probar De la Fuente una nueva receta para que le cuajara el gol, pero tampoco así sube el suflé. Entró Rafa Mir, el tipo de los tres goles ante Costa de Marfil, en lugar de Asensio, lo que echaba a Oyarzabal a la banda derecha, un puesto poco habitual para él.

Todo para asediar a un Japón parapetado en un 4-1-4-1 que presentó una defensa muy bien armada en la que Sakai y Yoshida, dos de los mayores de 23 años, acostumbrados al fútbol europeo, ejercieron como líderes. Un intrascendente inicio dejó solo los intentos de buscar la espalda nipona de una España que con Mir en ataque se enrocaba menos en la circulación para buscar rápidas combinaciones y desmarques. Pero los futbolistas, como los humanos, son animales de costumbres, y al final La Roja siempre termina volviendo a su manual, aunque esta vez lo hiciera en su versión más vertical. Es algo bueno, porque significa que tiene su estilo. Pero es malo por los problemas de gol.

Rafa Mir estuvo a punto de adelantar a España en el 39 demostrando además una hipótesis: que al primer toque y en vertical La Roja podía hacer más daño a unos anfitriones muy ordenados y disciplinados, pero sobre todo atentos a la contra; a la inspiración de Doan y Kubo. Dos buenos socios que recordaron a Simón que estaba jugando un partido.

Un penalti a Merino que Ortega Pimentel señaló y después anuló a instancias del VAR precedió a otra petición de pena máxima, ésta en el 62, al eslalon del recién entrado Carlos Soler en el 68 y a la combinación de Oyarzabal y Puado. España dominaba y mucho, pero con la misma trama de siempre; sin desenlace.

Solo con rondos no se gana, debió pensar un Luis de la Fuente que retiró a Pedri para que entrara Asensio. Puado, Zubimendi y Oyarzabal dispararon entonces sucesivamente en la misma jugada, como después lo hizo un Rafa Mir que no quiso ceder a un Puado completamente desmarcado, pero el partido ya estaba abocado a la prórroga y Tani, el portero de los anfitriones, muy seguro. Afortunadamente, apareció Asensio.

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