Laura Gil da otro recital defensivo frente a Canadá

A la selección le valía ayer hasta perder de nueve con Canadá, pero la palabra siesta no existe en su diccionario. No entiende de descansos España, que salió al partido como si fuera la final del Mundial. Como lo hace siempre, en realidad. Directa a la yugular de las americanas, que en unos minutos estaban ya diez abajo en el marcador sin haber apenas aterrizado en el partido (13-23).

Fue una exhibición defensiva de España, que jugaba con cinco sobre la pista, pero que parecían diez. Estaban en todos los sitios los brazos de las españolas, colapsando la zona y obligando a Canadá a un esfuerzo titánico para anotar. En esa tarea, siempre tan poco reconocida, de nuevo fue capital la aportación de la murciana Laura Gil. En los intangibles volvió a ser la número uno.

La de Santo Ángel acumula 61 puntos de valoración en tres partidos, con solo 26 puntos anotados (ayer hizo 8). Es absolutamente diferencial en ambos lados de la pista y forma una pareja interior con Astou Ndour que está dando la vida al equipo de Lucas Mondelo en estos Juegos.

Está siendo una sinfonía afinada la selección. Nada que ver con la versión del Eurobasket, donde faltaban demasiadas piezas y a donde las jóvenes llegaron aún timoratas. En Tokio, Laura Gil, Alba Torrens y Astou Ndour (20 puntos y nueve rebotes en el encuentro de ayer) están cumpliendo a lo grande. Sobre todo las dos interiores, las más regulares en estos tres partidos de grupo en los que la selección ha presentado su candidatura al podio. Más aún con el triunfo ante Canadá, que allana el camino hacia las medallas, pues se evita a Estados Unidos, Australia y Serbia en cuartos.

Tras ese primer cuarto magnífico, siguió España haciendo gala de una gran defensa, pero subió también el nivel el conjunto americano. Empezaron a entrar los triples y la distancia se recortó un poco (34-40, min. 20). Salió España tras el descanso dispuesta a finiquitar el encuentro y lo hizo con un 2-16 en cinco minutos de juego. Parcial que acabó con las esperanzas canadienses y que permitió a Mondelo pensar en el futuro (36-56, min. 25).

Repartió a partir de entonces los esfuerzos el técnico, echando una mirada al horizonte. Al duelo de cuartos donde ya se empiezan a vislumbrar las medallas. Podio olímpico que ejercería de bálsamo por la decepción del Eurobasket y el borrón de no poder estar en el Mundial del año que viene. Un respiro que no le vino bien al equipo, pues permitió a su rival volver a engancharse a un duelo que tenía perdido y en el que volvió a tener opciones (56-62, min. 34).

Sacó de nuevo el genio España, con Torrens (ocho de sus doce puntos llegaron en el último cuarto) asumiendo el liderazgo y con la defensa otra vez como bandera. Dos triples de la alero del Ekaterimburgo despejaron las dudas y sentenciaron el encuentro pensando ya en cuartos. Esta vez sí. Un duelo al que todas las jugadoras llegarán enchufadas.

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