El sector del golf se moviliza ante los efectos de la DANA en Valencia y Albacete

La iniciativa arrancó unos días antes cuando en el grupo de WhatsApp de la AEGG, su gerente Alberto Talavera comenzó a recopilar las sugerencias que «finalmente trasladamos a la RFEG, el organismo más potente para promover una reunión en la que recoger ese sentimiento de apoyo; y hacerlo de manera conjunta». Para este profesional valenciano y vinculado a nivel gerencial a la AEGG desde 2020 el hecho de «ir juntos como sector es algo que nos identifica». Una circunstancia que se fraguó con más intensidad tras el impacto de la Covid-19 en sus respectivas empresas y que ha dejado una gran sintonía y comunicación entre los responsables de los campos de golf y que con la DANA ha vuelto a hacerse patente.

El documento publicado hace unos días lamenta «la profunda tragedia ocasionada por la dana en Valencia y Albacete (...)» y busca impulsar a través de las instituciones del golf español una iniciativa consistente en recaudar «fondos destinados a paliar en lo posible las necesidades de la personas más afectadas». La iniciativa ha arrancado con una aportación de 41.000 euros, dispuestos en una cuenta bancaria denominada Fila 0 de la Solidaridad (ES 84 2100 5731 7202 0051 2761) a la que también se puede acceder mediante el uso de bizum al número 10620. Lo recaudado por todos aquellos federados que quieren ayudar se remitirá (el plazo límite de aportación concluye el 30 de noviembre) a la organización de Cáritas en la zonas afectadas por la catástrofe. Pero ésta sólo es una de las iniciativas puesta en marcha a nivel colectivo y sectorial, junto a otras tantas a nivel más individual.

Iniciativas como la propuesta por Manuel Dutor, el presidente de la Fundación Ligas Golf, que ante la situación tan difícil «para muchas familias en la provincia de Valencia, especialmente en las poblaciones de la comarca de L'Horta Sud», ha organizado un torneo solidario con el fin de recaudar fondos para los afectados de la dana. Porque consideraba que era de recibo esta actuación cuando «la Fundación Ligas Golf nació en Valencia hace 10 años y, este profundo arraigo en nuestra tierra, nos motiva a apoyar a nuestra comunidad en estos momentos críticos. Además, el 'staff' de la fundación está compuesto en su mayoría por personas valencianas comprometidas en ayudar a la región». Tudor ha vinculado la prueba al Club de Golf La Sella donde se encuentra «nuestra sede social, fiscal y física». Y lo ha hecho con la puesta en marcha de un torneo solidario que se disputó ayer, 14 de noviembre, contando también con una fila cero para «aportar todo lo posible». El enlace 'online' para las donaciones es: undacionligasgolf.org/dana/.

A unos cuantos kilómetros de distancia, en el municipio de Orense también un club de campo decidió hacer algo al respecto. El pasado lunes el Real Montealegre acogió un torneo solidario a beneficio de los damnificados. Y no es la única instalación deportiva que está decidiendo hacer algo así, porque tras el primer impacto emocional llega cómo ayudar. Y aunque inicialmente se argumentó que ver jugando gente al golf podría parecer frívolo, se es también consciente de que el deporte es un gran vehículo para demostrar la solidaridad. Y al golf pocas disciplinas deportivas le 'ganan' en solidaridad social.

Si desde el ámbito nacional se han buscado soluciones globales a la catástrofe natural, desde la Asociación de Campos de Golf de Costa Blanca y Comunidad Valenciana (AGCBCV), además, la mirada solidaria se ha dirigido hacia las instalaciones deportivas que han sufrido el estrago de la Dana.

Salvador Lucas, el presidente de la ACGCBCV, una organización que agrupa a 26 de los 30 campos que hay en la Comunidad de Valencia adelanta a LA VERDAD que el caso del Club de Golf El Bosque es el más sangrante porque «probablemente no consiga retomar la normalidad hasta febrero o marzo de 2025. Está enterrado en barro». Entre los afectados también las instalaciones de Foressos Golf, el Club de Golf El Escorpión o La Galiana Golf, que han sufrido en sus respectivos recorridos la virulencia del fenómeno meteorológico más destructivo y mortal que ha vivido el territorio levantino. «Estamos recabando información para poder articular qué podemos hacer por las instalaciones afectas así como por sus empleados», afirma a este medio Lucas, sin adelantar todavía en qué consistirían esos apoyos. Las conversaciones «aún están muy recientes»; en todo caso serán respuestas solidarias que contarán con la vinculación de la Administración local y de agentes afines al sector del golf, que se han dirigido a ACGBCV para preguntar '¿Qué podemos hacer?'.

Así que Lucas es optimista en cuanto a la respuesta «que a través de iniciativas propias podemos dar a este desastre que ha dejado a familias vinculadas a nuestras instalaciones si casa, sin medio de transporte o en el peor de los casos con la pérdida de algún ser querido». Guillermo Goiria, el gerente del Club de Golf de El Bosque pone en valor que «lo más positivo de esta pesadilla son las muestras de cariño del sector y de otros campos». Goiria es consciente de que vienen tiempos de trabajo arduo.

«Podremos ir abriendo parcialmente el campo. En un par de semanas 9 hoyos, aunque no consecutivos -los hoyos 8 y 9 tienen daños muy serios-, y quizás los restantes en unos tres meses. «Todo dependerá del proyecto que hagamos» porque no se trata de limpiar lo que el agua arrastró y anegó «sino que hablamos de una reconstrucción para volver a tener lo que teníamos». En El Bosque cayeron 600 litros de agua.