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Thiago Alcántara, durante la entrevista. OSCAR DEL POZO
Thiago: «Me gusta potenciar la calidad de mis compañeros»

Thiago: «Me gusta potenciar la calidad de mis compañeros»

Entrevista ·

«Tenemos un margen de mejora gigante», avisa el timón de España, que habla con sinceridad sobre su juego: «En el campo pienso demasiado»

Rodrigo Errasti Mendiguren y Enrique Yunta

Madrid

Jueves, 28 de junio 2018, 00:33

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Thiago Alcántara fue la novedad ante Marruecos y cumplió con responsabilidad la función de distribución de juego: 86 de 87 pases correctos (98,9% de acierto), tres regates completados de cuatro intentos y cinco balones recuperados. No pudo brillar tanto como le hubiese gustado en esta selección en la que ha sido uno de los referentes durante la etapa Lopetegui. Casi siete años después de su debut en la absoluta, curiosamente en Bari, lugar donde nació por la carrera de Mazinho, en la selección esperan que sea su Mundial, su momento. Decisivo en la finales del Europeo sub-21 en Dinamarca (con gol desde medio campo a la Suiza de Sommer, Shaqiri o Xhaka) e Israel (con un 'hat-trick' ante Italia), está en Rusia deseando mejorar a una selección que debe «dar un paso más para ganar el Mundial». Pasó el día libre con su familia, descansando y asimilando el duelo de octavos. Está centrado en el Mundial, ese torneo con el que soñaba jugar para emular a su padre (campeón del mundo en 1994), por lo que no pierde un segundo en responder sobre el futuro y tampoco en lamentar la salida de Lopetegui, quizá su principal valedor en la selección. Prefiere hablar de fútbol. Ahí se siente cómodo. Casi tanto como en el campo con la pelota.

-¿Con qué sensaciones llegan a octavos?

-Sin estar exactamente como queremos acabamos primeros de grupo. Y con un margen de mejora gigante. Hay que hacer autocrítica de la fase de grupos que hemos tenido. Hubo momentos brillantes y otros no tan fuertes. Debemos mejorarlo y competir al máximo. Aquí a la mínima te penalizan. Hay mucho por crecer y tenemos ganas de hacerlo. Generamos ocasiones, hemos metido seis goles, pero es verdad que estamos encajando muchos goles. Hay que hacer hincapié en generar nuestro fútbol, crear ocasiones y evitar que nos marquen goles. El equipo está muy bien físicamente, entrena fuerte, compite bien y es el fútbol. En fases del partido los equipos te pueden sorprender y generar ocasiones.

-Y ahora llega Rusia. ¿Cómo ve al anfitrión?

-Es un rival muy fuerte que está jugando en casa. Inició de forma increíble la fase de grupos y ante Uruguay no tuvo el día tras perder a un jugador pronto por una expulsión. Tiene calidad y con jugadores fuertes arriba.

-Y personalmente, ¿usted cómo está viviendo este campeonato? Ante Marruecos sólo falló un pase.

-Me encuentro cómodo fuerte, con ganas y con hambre. Sigo así. Con ese hambre y ganas de jugar más y más partidos, para que venga lo que venga estemos preparados.

-Cuando era niño seguramente pensaría en qué Mundial podría estar. ¿Este era el que tenía en mente?

-¡De pequeño me imaginaba hasta el de 2010, el de Sudáfrica! Hubiera tenido 19 años... Pero las circunstancias han sido así. En Brasil tuve la lesión y ahora tengo la oportunidad de jugar este. Un Mundial es un Mundial. Da igual el que te toque.

-¿Se sueña toda la vida con un Mundial?

-Exacto, sí. Es el torneo más bonito que existe de todos los deportes.

-Además, usted tendrá en casa la copa que ganó su padre.

-Cuando éramos pequeños veíamos la tele y ahí encima estaba una copa en miniatura que les dan a los campeones, una réplica pequeñita. Una gozada.

-¿Cuál es su primer recuerdo de un Mundial?

-Pues una vez que mi padre llega de Estados Unidos, en 1994, y de la celebración ahí en casa. De los partidos no me acuerdo mucho, pero sí de la fiesta y de la recepción en casa. En Brasil se vive de una manera distinta al resto del mundo. Es una religión.

-¿El fútbol era casi obligatorio en su casa?

-No. El deporte más o menos sí que lo era. Era la forma en que nos uníamos, nos divertíamos, nos servía para huir de problemas y para mantenernos sanos. El deporte se nos ha inculcado desde pequeños.

-¿Qué es para usted el fútbol?

-Es mi vida. Lo he amado desde pequeño y lo sigo amando ahora. El poder disfrutar de esto sin que nadie me haya forzado, y el tener a alguien en casa que lo practicaba de manera profesional es una suerte tremenda.

-¿Qué le interesaba de este mundo cuando era pequeño?

-Mucho más que el aspecto futbolístico, siempre destaco el aspecto social. Lo dicho: la gente te ve y se piensa que te conoce. Yo podía analiza a un futbolista en lo que tenía que hacer antes o después de un partido. Y esa era mi curiosidad. ¿Qué hace un futbolista para prepararse? ¿Qué hace un jugador para recuperarse? ¿Qué hace en un momento vago de la semana? Yo tenía esa curiosidad.

-En el campo, ¿piensa mucho?

-Demasiado, pienso demasiado. Un gran futbolista es el que consigue desconectar de los pensamientos del qué va a pasar, qué puede ocurrir si tal... Son pensamientos innatos de reacción. Recibes y un segundo antes ya has decidido la jugada. Esa es la diferencia de estar pensando mucho o no de manera positiva. Recibes y en función de cómo están tus compañeros vas a reaccionar de una manera u otra. El cerebro es la parte más importante de un futbolista. La velocidad en la que reaccionas en ese momento.

-¿Y quién ha sido el más rápido de los que ha visto?

-Para mí, Xavi y Andrés (Iniesta), sin duda. Bueno, y Leo (Messi). Son rapidísimos.

-¿Está infravalorado el talento hoy en día?

-El talento es lo principal del fútbol. Trabajar todo el mundo quiere trabajar. El talento es innato. No está bien valorado porque el fútbol se ha vuelto muy mecánico, muy de fuerza. La gente de tocar tenemos que crecer en lo físico. Crece Andrés y el resto tenemos que hacer lo mismo.

-¿Se fija demasiado la gente en los vídeos de acciones más llamativas, en ese pase que se hace viral o el golazo de turno?

-Vamos a ver, en el fútbol se puede hacer de todo. Si no te gusta un regate, te vas a la grada y lo miras desde arriba. Al final, lo más importante es que tu acción valga para algo. Aprendes eso. Tienes unas condiciones técnicas muy buenas y las pones al servicio del equipo.

-En la selección ha jugado ya varios partidos en la posición de Busquets por necesidades.

-Eso te hace ser un jugador versátil, y además en partidos grandes. En el Bayern he jugado mucho en esa posición. No era algo nuevo.

-Hay quien prefiere un rol secundario. A usted lo que le gusta, también por su posición en el campo, es ser protagonista.

-A mí lo que más me gusta es potenciar la calidad de mis compañeros. Obviamente me gusta dar asistencias, marcar goles y jugar bien. Pero me gusta ayudar al otro con mi juego, es muy bonito. Hacer buenos a los demás.

-Antes se le acusaba de hacer cosas demasiado bonitas antes que prácticas. ¿Se mejora eso?

-Son los años. Maduras y la toma de decisión es lo más importante. Si antes actuaba de esta forma, ahora pienso que puedo hacerlo de 50 formas distintas, le das otro enfoque. Y aprendes, claro.

-¿Está disfrutando del fútbol más que nunca?

-Es diferente. Todo es mucho más calmado. Cuando empiezas a jugar, se vive todo con una excitación diferente. No con nerviosismo, pero sí con ansiedad para que llegue el partido, para saber cuántos minutos vas a jugar... Cuando vas cumpliendo años se calma todo un poco, se ve con otra perspectiva. Se disfruta de otra manera.

-En Rusia se junta lo mejor de la generación que se está yendo y lo mejor de la generación que estaba por llegar. ¿Es el momento de España?

-Estamos los mejores futbolistas posibles para poder disputarlo.

-La fase de grupos, como usted reconoce, ha sido complicada. Quizá ahora que llegan las eliminatorias el equipo pueda cambiar el chip.

-Eliminatorias, no. Es la eliminatoria. Ahora mismo sólo hay una. Rusia. Hay que dejarse de tópicos. Sólo hay un objetivo, que es el partido del domingo. No hay más. Hay que ganarlo. Es un gran momento poder estar en un Mundial y hacerlo en un partido de octavos de final. Da igual el rival, las ganas son las mismas y la competitividad será la máxima también.

-¿Qué tiene que pasar para ganar un Mundial?

-Jugar bien y tener suerte. La suerte influye, pero se busca. Tú generas cosas, pero cuantas más generes, más opciones de buena suerte hay. La suerte llega por hacer las cosas bien.

-¿Haberlo pasado tan mal hasta el momento en este Mundial puede ser una liberación mental para lo que viene?

-Se ha visto en los momentos más delicados que el equipo es fuerte, sigue generando fútbol y controlando los partidos. Es cuestión de tener más fortaleza defensiva.

-¿Jugando como ante Marruecos se puede ganar el Mundial?

-Hay que dar un paso más para poder ganarlo.

-¿Piensa en que se puede ganar de verdad?

-Sí, claro. Con el equipo que tenemos, sólo podemos pensar en ganarlo. Tienes que hacerlo. Tenemos la capacidad de poder optar al título.

-España no tiene un jugador estilo Messi o Cristiano Ronaldo. ¿Es mejor o peor?

-La diferencia es que nosotros tenemos un montón de futbolistas de ese nivel. Y somos humildes y trabajadores, talentosos, tenemos hambre de ganar.

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