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El Mundial femenino ultima los preparativos desde su torre de control
Francia 2019

El Mundial femenino ultima los preparativos desde su torre de control

El comité de organización local dispuso de un presupuesto de unos 65 millones de euros, a años luz de las cifras que se manejan en las citas masculinas

Yassine Khiri y Adrien De Calan

París

Viernes, 3 de mayo 2019, 17:05

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Desde el piso 49 de la emblemática Torre Montparnasse, con una vista privilegiada de París, el Comité de Organización (LOC) del Mundial de fútbol femenino de Francia (7 junio-7 julio) afronta la recta final de los preparativos, destinados a acoger a un público más internacional de lo esperado inicialmente. «Todo va rápido, pero está bien», sonríe el presidente del LOC, Erwan Le Prevost, que encadena en su 'cuartel general' entrevistas, reuniones y llamadas de teléfono. «Cada día que pasa se generan nuevas expectativas, la gente se da cuenta de que el Mundial llega a Francia. Todo nuestro trabajo se refiere a la cómo acoger a un público internacional», añade en declaraciones este medio.

En un primer momento, los organizadores trabajaban con un esquema de un Mundial a escala más reducida, para atraer en las nueve ciudades anfitrionas (Valenciennes, Le Havre, Reims, París, Rennes, Lyon, Grenoble, Montpellier y Niza) principalmente al público de la región. Pero desde «hace un año largo, hay un cambio que no habíamos visto venir», con ventas de entradas importantes en el extranjero, señala Le Prevost. «Habrá entre siete y diez mil aficionados holandeses en Valenciennes» para ver el Holanda-Camerún del 15 de junio. «De golpe, estamos en contacto con la Federación Holandesa, la ciudad, la prefectura, los servicios de policía...», explica el jefe de la organización.

'Objetivos alcanzados'

Para los 52 partidos del torneo se han vendido unas 750.000 entradas, lo que supone más del 50% de las 1,3 millones puestas a la venta, con precios entre 9 y 84 euros. Para la final del 7 de julio en Lyon, el aforo está ya completo.

Además de ese partido, otros seis partidos han colgado el «No hay billetes»: la apertura Francia-Corea del Sur del 7 de junio en París, el Holanda-Camerún del 15 de junio en Valenciennes, el Francia-Nigeria del 17 de junio en Rennes, el Suecia-Estados Unidos del 20 de junio en Le Havre y las dos semifinales, que se jugarán en Lyon los días 2 y 3 de julio.

Muchos estadios estarán con sus gradas casi repletas, lo que confirma las buenas sensaciones teniendo en cuenta que se trata de fútbol femenino, donde las afluencias a los estadios todavía son modestas en la liga francesa, con excepciones notables como el récord de casi 26.000 espectadores que a mediados de abril acudió a ver el Lyon-París Saint Germain.

En el Mundial, «los objetivos de venta de entradas están ya alcanzados y los superaremos. Las entradas para las semifinales, la final y el partido de apertura se vendieron en 48 horas», se enorgullece en declaraciones a este medio el presidente de la Federación Francesa de Fútbol, Noël Le Graët. «Obtuvimos la sede del Mundial femenino en 2015. Cuando la conseguimos, nos propusimos encontrar estadios para el torneo y llenarlos», recuerda Le Graët. «El Parque de los Príncipes (estadio del París Saint-Germain) me daba un poco de miedo, pero para el partido de apertura se vendió en cinco minutos», apunta sobre cómo la realidad ha superado ampliamente a la previsión inicial.

Público muy familiar

Con un partido cada tres días en cada ciudad, los equipos de trabajadores de la organización desplegados en las sedes tendrán continuidad y las tareas aprendidas. Para dirigir este Mundial de Francia-2019, así como el que se jugó el año pasado en Bretaña en la categoría Sub-20, el Comité de Organización local dispuso de un presupuesto de unos 65 millones de euros, a años luz de las cifras que se manejan en las citas masculinas.

En el anterior Mundial femenino, en Canadá 2015, el presupuesto era de 100 millones, en un torneo que se jugó en un territorio más extenso. Otra cuestión clave es la seguridad. Al contrario que durante la Eurocopa de Francia en 2016, no habrá partidos de alto riesgo, ni previsión de 'hooligans'. La previsión de público tiene un perfil más familiar. «Habrá un 30% de niños en nuestros estadios, un público muy familiar, con todo lo bueno que tiene el fútbol. El ambiente no será tenso como pudo serlo a veces en la Eurocopa», destaca Erwan Le Prevost.

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