Caos y esperpento en la selección femenina
Las jugadoras negocian con el CSD un permiso para que aquellas que así lo estimen puedan abandonar la convocatoria sin sanción alguna
D. Cebreiro y Francisco J. Moya
Madrid
Miércoles, 20 de septiembre 2023, 00:51
Surrealista, esperpéntico, sainetesco, ridículo. Cada día que pasa se acaban los calificativos para definir la situación que atraviesan la RFEF y la selección femenina española ... . Cada jornada consigue sorprender con un nuevo capítulo de una historia que parece no tener fin y que, con el paso de las horas, deja una imagen cada vez más pisoteada del fútbol español. A última hora de ayer, la mayoría de las jugadoras negociaban en una reunión con el CSD regresar a sus clubes de origen si les aseguraban que no serían sancionadas.
Montse Tomé se estrenó en el cargo de seleccionadora por todo lo alto y convocó a 20 jugadoras del #seacabó en contra de su voluntad. A pesar de que afirmó haber hablado con ellas, la mayoría no tuvieron contacto con la asturiana. Era falso. Jenni Hermoso, a quien dejó fuera de la convocatoria para «protegerla», en un comunicado publicado en la madrugada del lunes acusó a la Federación de poner en marcha «otra estrategia de división y manipulación para intimidar y amenazar». Concluyó preguntándose: «¿Protegerme de qué? ¿O de quién?», se preguntó la atacante madrileña.
Las 22 convocadas (Esther González causó baja por lesión) para las dos primeras jornadas de la Liga de Naciones estaban citadas ayer en Madrid, tres días antes del encuentro ante Suecia (viernes 22 a las 18.30 horas). Desde la noche del lunes, las jugadoras acudieron a departamentos legales de distintos sindicatos para asesorarse sobre qué consecuencias jurídicas tendría su desplante a la RFEF.
Amenaza de sanción
Según recoge la Ley del Deporte, no acudir a una convocatoria es considerado como una infracción muy grave y sus castigos podrían ser tanto deportivos como económicos. Una suspensión de la licencia entre dos y quince años –que también les impediría jugar con su club– y una multa entre 3.000 a 30.000 euros. Un castigo severo que hizo que las futbolistas se replantearan seriamente su posición, muy a su pesar.
Misa, Alexia Putellas y Mapi León admitieron su malestar por ser citadas por la seleccionadora
Por la tarde, eso sí, el CSD defendió a las jugadoras y aseguró que las defendería en caso de que alguna renunciara a jugar el viernes y recibiera una sanción por ello. Víctor Francos, presidente del CSD, llegó a poner como ejemplo al tenista murciano Carlos Alcaraz, quien renunció la semana pasada a jugar la Copa Davis con España y no ha tenido ningún problema por ello.
Ante el desconcierto general, las jugadoras que militan en equipos madrileños (entre ellas la yeclana Eva Navarro) fueron citadas ayer en un hotel de Madrid y, el resto de la expedición, en el municipio valenciano de Oliva, un oasis en la costa mediterránea. La primera en aparecer por el Hotel Alameda de la capital fue Montse Tomé. La seleccionadora llegó acompañada por su cuerpo técnico y despachó a los periodistas con un escueto «lo siento, pero no vamos a hablar».
Ambiente funerario
Eva Navarro no habló al llegar. Misa Rodríguez, guardameta del Real Madrid, sí lo hizo. Cariacontecida, con un gesto de enfado y rabia aparente. Ante la pregunta de si estaba contenta por haber sido incluida en la lista de Tomé, respondió con un contundente «no» antes de encaminarse hacia las puertas giratorias del hotel. Las siguientes en presentarse, Athenea del Castillo y Olga Carmona. La cántabra, única campeona del mundo que puso por encima la selección a las reivindicaciones y no se sumó al comunicado del #seacabó, se limitó a corroborar lo que expresó el pasado viernes: «Todas las cosas que tengo que decir ya las dije en mi comunicado. Creo que fui clara. Dije que iba a estar aquí».
El CSD exigirá «elecciones inmediatas» en la RFEF si no se atienden las peticiones de las jugadoras
El paseíllo de las jugadoras desde la entrada del hotel hasta su vehículo bien podía haber pasado por la espera para adentrarse en un tanatorio. Semblantes serios, cabezas gachas y un silencio sepulcral. Los segundos que transcurrieron hasta que lograron subirse al autobús, en los que capearon el temporal en forma de preguntas de los periodistas a través del mutismo, se les hicieron eternos.
A 600 kilómetros, las ocho futbolistas del Barcelona estaban citadas en el aeropuerto de El Prat para volar hacia tierras valencianas. Alexia Putellas, primera en acudir, reconoció sentirse «mal» con todo lo ocurrido. Mapi León, Patri Guijarro –que acuden por primera vez a la selección tras el motín de hace un año– y Aitana Bonmatí se hicieron de rogar, pero embarcaron junto a sus compañeras, avería y cambio de avión incluidos.
«Que si nos sentimos arropadas?, ¿por quién?, ¿por la gente? Sí, pero igual no por quien deberíamos», dijo Mapi León al llegar a Valencia. «Tendríamos que hablar claro y tendido de si este es un lugar seguro o no cuando me están obligando», señaló la central del Barça, quien renunció a ir al Mundial. «Mi postura siempre ha sido muy clara, en ningún momento he cambiado de opinión. He renunciado a mucho», recordó.
Reunión interminable
El encuentro de todas las convocadas se produjo finalmente en Oliva. El objetivo de Tomé, conseguir que ninguna futbolista se negara a acudir, se había conseguido. Aunque poco tuvo que ver la RFEF y mucho el Gobierno. Víctor Francos, presidente del CSD, asumió en primera persona el papel de mediador tras asegurar que el lunes hicieron el «ridículo como país». En conversaciones con las jugadoras, logró convencerlas para que se presentaran a cambio del compromiso de cambio en la RFEF.
Y así lo confirmó: «Si la Federación no toma las decisiones correspondientes en los próximos días, exigiremos la convocatoria de elecciones inmediatas». El propio secretario de estado para el Deporte se desplazó hasta Oliva para reunirse con la seleccionadora y las jugadoras. El encuentro comenzó pasadas las diez de la noche y se prolongó durante horas.
Al cierre de esta edición, las jugadoras negociaban con Francos, y con la presencia de Amanda Gutiérrez, presidenta del sindicato Futpro, quedar liberadas de la convocatoria y marcharse sin ser sancionadas. La mayoría estaba dispuesta a abandonar la concentración siempre y cuando tuvieran la confirmación por escrito de que no habría represalias, lo que dejaría en una situación muy crítica a la selección de cara a su partido del viernes ante Suecia.
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