El Hozono Jairis vuelve a quedarse corto en casa ante un rival directo como el Gernika

A diferencia del partido de Girona de hace dos días, las aurinegras contaron con Petra Holesinska en sus filas (no así con Lou López-Sénéchal), pero la checa tuvo un día para olvidar, fallando sus diez tiros a canasta y hundiéndose hasta los -9 de valoración. No fue la única en registros negativos, también Bertsch bajó hasta el -7 después de fallar hasta once de sus trece intentos de canasta. Y, entre ausencias y días grises, al Jairis, sencillamente, la faltaron argumentos. Lo intentó todo Aina Ayuso, la mejor combinación de talento y personalidad entre las filas de Canut, pero se quedó muy corta ante un equipo vasco más conjuntado y que tenía a dos técnicos ex del Jairis como Lucas Fernández, el entrenador del ascenso, y el cartagenero Franky García, asistente suyo en Alcantarilla y ahora en Gernika.

Los viejos conocidos ocupantes del banquillo rival tejieron la tela de araña que atrapó al Jairis en ataque. Sus 59 puntos son su peor marca en lo que va de temporada, así como el 32,9% de acierto en tiros de campo, el peor porcentaje en el segundo partido consecutivo por debajo del 40%.

Desde el principio de partido se pudo observar que el Gernika tenía más claro por dónde pasaban sus intereses para llevarse la victoria. O, al menos, cómo crear el contexto propicio para ello. Con el instinto asesino siempre activo de Ane Olaeta, las de Fernández dieron primero (2-8, minuto 5) hasta el despertar local de la mano de los triples de Txell Alarcón, líder de un parcial de 10-0 (12-8, minuto 7) que no pareció inquietar muchos a las vascas.

Y es que, salvo esta pequeña explosión anotadora, al Jairis le costaba un mundo generar buenas opciones de tiro. Y el dominio reboteador del Gernika fue siempre tan claro (27-40), que también contó de su lado con la tranquilidad para jugar al ritmo deseado. Cuando no había opción de contraataque, ataque largo. Mucho tiempo defendiendo que, especialmente en casa y en un partido al que no se llegaba de la mejor manera, incrementaba las dudas. Con Olaeta viendo el aro como una piscina y Dodson ganándole la partida a Nelson, siete puntos de diferencia en un partido de tanteo tan bajo sonaban a algo más (24-31, minuto 17).

Fernández sabía que era un día de dudas para un Jairis desdibujado y siempre jugó a incrementárselas. Defendió siempre con ayudas muy largas que tentaban al tiro y, cuando no, lo hizo en una defensa en zona que, en el tercer cuarto, dejó al equipo de Alcantarilla sin anotar en juego hasta pasados cuatro minutos y medio (32-36, minuto 25).

Lo hizo con el primero de dos seguidos de Ayuso, en sus mejores minutos del partido, dinamizando el juego de las suyas procurando generar ventajas a través de su creatividad, con su gran bote y velocidad. Con ella, subía el ánimo local, y así la energía defensiva, que también dio minutos de desconcierto a un Gernika que tardaba en anotar, pero que siempre parecía hacerlo cuando más conveniente era (35-42, minuto 27).

Ginzo fue quien mejor siguió la estela de Ayuso y, entre las dos internacionales, un parcial de 7-0 entre final de tercer cuarto y principio del último puso al Jairis a uno (45-46, minuto 32), pero un triple de Olaeta caía como un jarro de agua fría, iniciándose un tramo de intercambio de canastas muy agradecido para el espectador después de mucho tiempo de baloncesto anquilosado.

En un momento en que el partido cambiaba su guion hasta ahora conocido, la prodigio de 20 años Elena Buenavida (cedida por el Valencia) demostró tablas para que no solo nada desarmara lo que su equipo había construido, sino que supiera encontrar el acierto cuando más falta hacía.

Marchando siempre una posesión o dos por delante, a un minuto del final y con tres de ventaja (57-60), el Gernika capturó dos rebotes ofensivos y metió con Olaeta una canasta que era medio partido (57-62 a 39 segundos del final) y que lo fue entero cuando, en el otro aro, Bertsch falló un triple tras tiempo muerto. El rebote, rémora hasta el final.