El Cebé vuela y mira de lejos al descenso

Da gusto ver jugar al Cebé. El club va justo de dinero, no puede hacer grandes cosas en el mercado y cada fin de semana compite contra equipos que le superan en presupuesto y prácticamente en el nivel individual de los jugadores. Pero tiene tres cosas que en el baloncesto, y en el deporte en general, son mucho más importantes: un entrenador (Jordi Juste) valiente, atrevido y con ganas de comerse el mundo; una plantilla sana, unida, que sigue al pie de la letra las indicaciones de su profesor, que cree, juega y además disfruta sobre el parqué del Palacio de los Deportes; y una afición que cada vez va a más, ruidosa y entregada, anoche con más de dos mil espectadores en las gradas.

El resultado de mezclar esas tres cosas en una coctelera es lo que llevamos viendo las últimas semanas en la avenida del Cantón: un equipo lanzado, capaz de sobreponerse a los escenarios más complicados y que anoche, en concreto, disfrutó mucho jugando al baloncesto. Solo así se entiende que Calvin Hermanson anotara un triple ganador en San Sebastián sobre la bocina (84-85); que Asier González desatara lo locura a un segundo y una décima del final de la prórroga frente al Castellón (107-106); y que hace solo unos días se levantara en el tiempo extra una eliminatoria de cuartos de final con trece puntos de desventaja ante el mismo equipo, para sellar el pase a la final four de la Copa de España (107-88).

Un nuevo capítulo de este Cebé se vio anoche en otro partido señalado en rojo en el calendario. Era necesario ganar a un rival directo como el Cantabria, sumar la séptima victoria de la temporada y alejarse un poco más de los puestos de descenso a Segunda FEB. Y los albinegros lo hicieron, no sin antes añadir una carga de épica a la tarde y acabar festejando con la grada.

El encuentro se puso patas arriba a las primeras de cambio con un demoledor primer cuarto favorable para el Cantabria (13-24). El Cebé, apagado o fuera de cobertura, no gritó «¡presente!» hasta el segundo asalto. Ahí sí entraron con fuerza los de Jordi Juste para romper una diferencia máxima de catorce puntos, meter presión al Cantabria y marcharse al descanso con ventaja gracias aun estupendo triple de Jordan Rogers (40-38). Este superviviente del ascenso de la temporada pasada, renqueante en parte del curso por unas molestias, completó una de sus mejores tardes como albinegro; a la causa contribuyeron otros dos entonados, Álex Jordá y Asier González debajo del aro.

Una actuación coral que permitió a los albinegros olvidar las ausencias de Ugochukwu y Gerard Blat, en el banquillo pero aún sin la puesta a punto total para dar el 100%. Ayudó en parte una sideral actuación de Van Eick. El holandés, MVP de la tarde, asistió hasta desde el suelo. Los albinegros encaminaron el triunfo con un contundente parcial de 10-0 en el inicio del tercer cuarto y remataron la faena, sin bajar la marcha, en el último asalto. El colchón con los puestos de descenso ya es de dos victorias.