Un vergel de memoria y óleo

Dice Ángel Pérez Ruzafa (Murcia, 1958), catedrático de Ecología de la Universidad de Murcia (UMU) y presidente de la Academia de Ciencias de la Región, que llevaba años abrazando la idea de convertir en pintura los paisajes que, durante muchos viajes, había retratado con su cámara. No, con el objeto de volver a disfrutarlos un día de lluvia recostado sobre el sofá, sino con la intención de transformarlos en óleos sobre lienzos. 'El jardín y las horas' es el título de la segunda exposición del profesor murciano, quien ya en 2017 presentó en el Museo de la Universidad de Murcia la muestra 'Ciento cincuenta y seis mil seiscientos cincuenta cm2'. Ahora, su pincel se podrá disfrutar en la sala de exposiciones Biblioteca Mercedes Mendoza de Molina de Segura con el apoyo del Ayuntamiento y la Fundación de Estudios Médicos del municipio, organizadores de la muestra. Esta se inaugurará el próximo lunes 26 y estará accesible al público hasta el 15 de noviembre.

«Son los jardines de mi casa en Murcia, que ya no existe, y del patio de la casa familiar en Los Urrutias, en los que crecí», cuenta el catedrático de Ecología. La muestra presenta cerca de una quincena de cuadros acompañados por el relato pausado de Ángel Pérez Bernal. «Encontré un cuento que había escrito mi padre, con el que había ganado la Raspa de Plata del Ayuntamiento de Murcia en 1960, un premio que se otorgaba durante las Fiestas de Primavera. Releyéndolo me di cuenta de que describía prácticamente aquello que yo estaba pintando y decidí hacer este paralelismo». El cuento, describe, «es la vida de una rosa en un día, desde su impaciencia al amanecer, porque sabe que va a nacer, hasta la noche». Un relato dividido por horas que a Pérez Ruzafa «enganchó».

El resultado de su propuesta, afirma, es una «exposición muy intimista» y «personal» en la que están recogidos sus recuerdos de infancia. «Lo que consiga transmitir dependerá de quiénes la contemplen. Siempre he pensado que un cuadro está bien cuando te mete dentro, cuando quien lo mira se transporta al lugar que le evocan los colores y las luces».

Inspirado en viejas fotografías del archivo familiar, con esta exposición Pérez Ruzafa da, dice, «un paso más» en su quehacer artístico. «Pintar –añade– es casi una necesidad», y esta propuesta le ha llenado de «ilusión» y «agradecimiento» a la FEM.