El tiempo
«Saldré a la luz y daré cobijo al tiempo. Seré yo el que haga esperar a las horas». Todas las mañanas intento hacer un ... ejercicio de higiene mental que consiste en escribir unas cuartillas a mano sin reparar mucho en lo que son, ni a qué lugar van, ni si tienen algún sentido. Es bonito luego, al cabo de algunos días, repasarlas y ver de forma fehaciente cuáles son las ideas que te escarban el cerebro una y otra vez como gusanos obsesivos agujereando todo lo gris. Una de ellas es el tiempo. No mi tiempo en el carnet. No distingo entre las edades, distingo entre los afectos y las ilusiones. Pero últimamente en mis manos semiautomáticas, se disparan al amanecer ideas sobre el tiempo.
Ginés, que es mi profe, mi 'literary producer' y una persona interesante y espectacular en diversos sentidos, me decía el otro día que él con veinte años ya sabía que quería vivir despacio. Vivir. Despacio. Y yo lo escucho, mirándolo a los ojos mientras sus palabras en mi cabeza ya hacen efecto Doppler de sirena que se aleja porque mi mente en moto valora si es buena hora para publicar un post de venta de entradas para un concierto en Metepec, Estado de México, a un par de horas de CDMX.
Mi problema no es que preste poca atención, es que la presto toda. Y claro, luego a mí, a veces, no me queda. Mi padre tiene muletillas que repite desde mi tierna infancia: «el mundo es de los valientes», «orejut le dijo el burro al cerdo», y su estrella indiscutible, «no se puede estar en misa y repicando».
Lo que mi padre me ha querido decir siempre es que estoy en México o estoy en Murcia, que todo no se puede, que si me estoy bañando en el mar no puedo querer estar subiendo una montaña, y, en definitiva, que el tiempo hay que usarlo con calma, y presencia.
Mi padre es budista pero no lo sabe. También tiene un TDHA leve no diagnosticado y supongo que budismo e hiperactividad se contrarrestan.
Yo, parece que también me disperso.
Me gustaría entender cómo compaginar toda mi life style, la curiosidad, la emoción y las ganas de estar en cada salsa, de probar todos los merengues y bailar todas las bachatas, con esa leyenda de la vida lenta. Debe haber algún modo, digo yo, mientras desafío a la DGT contestando un mail por la autovía y respondiendo a un audio del tipo que nos lleva los proyectos en Brasil mientras intento silbar una melodía que me gusta para mi banda nueva, que se va a llamar BICICLETA y que digo aquí públicamente por primera vez porque se me acaba de ocurrir que es una promo tan absurda y bonita que no podía dejar pasar la oportunidad de colar un 'Easter egg' musical en un artículo de periódico.
Y así me luce el pelo.
Hablábamos del tiempo despacio, ¿verdad? Últimamente siento que me cuesta apagar la cabeza. Antes no, antes de algún modo (tal vez era el alcohol y las resacas) podía tirar del cable y dejar que pasaran las horas de vez en cuando cayendo pringosas desde la pared. Pero ahora ya no. Ahora mi tiempo es tan valioso que lo quiero todo, quiero cada segundo, cada beso de la persona que tengo a mi lado, cada canción de mi abuela, cada risa de mi hermano pequeño, cada viaje a cantar a México, a pinchar a Japón, a componer a Cuba, cada ínfimo resquicio de algo parecido a la vida.
Y no sé cómo se casa todo eso con vivir despacio y apagar el cerebro.
He soltado cosas, he dejado pasar algunas clases, y he aprendido a que si quiero hacer todo bien, algunas cosas deben esperar su momento. Pero aun así, hay algo voraz en mí que siento limpio y bonito y que no quiero renunciar. Una velocidad de crucero que, aunque a veces me haga tropezar, me lleva a sitios tan lindos que cuando miro las fotos del iPhone de este año ni me lo creo.
Soy feliz. Tengo suerte. Exprimo el tiempo. Tal vez un día aprenda a vivir despacio. No lo sé. Tal vez un día me dedique a estar en misa, sin más, pero por ahora, quiero también repicar todas las campanas al aire limpio de este otoño cálido y extraño.
Y que conste que yo a mi padre le hago caso casi siempre. Otra cosa es el caso que me hace él a mí, eso dará para otro artículo. Cuando tengamos tiempo. Despacio.
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