Reconfortantes rayos de sol

Por eso, y porque la resistencia, en la cual milito dese mi humilde lugar en el mundo, necesita armarse de valor y optimismo, no puedo dejar de sentir como un rayo de sol en una fría mañana de invierno, que en este último mes del año me haya visto expuesta a grandes dosis de responsabilidad ética desde la amplia disciplina en la que orbita mi existencia.

Esta corriente de aliento se inició con la presentación en Murcia del primer Capítulo Local de la Nueva Bauhaus Europea que se constituye en España. Esta alianza abierta, promovida inicialmente por el Ayuntamiento de Murcia, la Universidad Politécnica de Cartagena y la consultora Eurovértice, nos brinda la oportunidad de insuflar vida a un nuevo pulmón de ideas humanistas entorno a la arquitectura y la constante construcción de las ciudades. De esta forma nos enrolamos de manera activa en el espíritu con el que la Unión Europea busca impulsar la mejora de la calidad de vida de nuestras poblaciones, apostando de forma inequívoca por la cultura local, la sostenibilidad de las acciones llevadas a cabo y la inclusión de todas las personas en su diversidad en los beneficios que éstas reporten. Además, con esta iniciativa se hace un llamamiento a todos los ciudadanos para reflexionar sobre cómo deben ser los espacios en los que se desarrollan nuestras vidas, alimentando su capacidad crítica y por lo tanto su competencia para participar de forma activa e informada en los procesos de transformación.

Esta Nueva Bauhaus hunde sus raíces en los valores de la escuela de arte, arquitectura y diseño que fundó en 1919 el arquitecto alemán Walter Gropius con el objetivo de promover una enseñanza interdisciplinaria y un espacio de pensamiento desde donde, uniendo arte y técnica, concebir lugares y objetos funcionales y estéticamente atractivos que, tras el horror de la Primera Guerra Mundial, brindaran la oportunidad de crear nuevas maneras de vivir en armonía.

En este sentido la Nueva Bauhaus abre un espacio de encuentro transversal desde donde diseñar entornos de vida sanos, sostenibles e inclusivos y en la Región de Murcia hemos encendido un motor local para hacer juntos este recorrido.

La segunda de las experiencias de las que les hablaba ha ocurrido en Barcelona. Allí he podido disfrutar de dos exposiciones, una en el CCCB que lleva por título, 'Amazonias. Futuro ancestral'. El recorrido por esta inmensa muestra nos enfrenta cara a cara con conceptos tan fragilizados como los de dignidad, diversidad o supervivencia. Y, de alguna manera, nos contagia la responsabilidad de aquellos pueblos con un lugar del que depende su calidad de vida y la nuestra.

Y la otra, mucho más próxima a mi ámbito profesional, fue '100 objetos de IKEA que nos hubiese gustado tener en VINÇON', exhibida en el Dhub hasta el 23 de febrero. Aquí Fernando Amat y Juli Capella tratan de forma muy pedagógica la voluntad democratizadora del diseño de estas dos marcas, sus compromisos éticos, así como la importancia misma del diseño en nuestro bienestar. La exposición propone un entretenido e interesante juego de paralelismos entre dos modelos, uno local y mediterráneo y el otro escandinavo y global, que nos interpela, de nuevo, sobre los impactos de lo cotidiano en nuestra calidad de vida y en la salud del planeta.

Como les decía al inicio de estas líneas, constatar que frente a los discursos ruidosos y destructivos avanzan también aquellos que nos invitan a pensar en qué necesitamos para vivir y convivir bien, satisfaciendo nuestras necesidades presentes sin comprometer las de las generaciones futuras, sin duda, me reconforta.

Y, para acabar, solo me queda añadir que les deseo un año lleno de amor.