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'Priscilla, reina del desierto': la partitura mejor coreografiada está entre bambalinas
Caracterizadoras y responsables de vestuario explican a LA VERDAD los entresijos del musical, que cuenta con un amplio número de llamativos trajes y pelucas y que se podrá disfrutar hasta el domingo en el Auditorio Regional
Imaginemos una carrera de Fórmula 1. Del cambio de neumáticos, una operación realizada en escasos segundos con todo el equipo coordinado a la perfección, depende ... el transcurso de la carrera y un fallo lo puede echar todo a perder. Si trasladamos este símil al teatro, así funcionan, entre bambalinas, las responsables de peluquería, maquillaje, caracterización y vestuario del musical 'Priscilla, reina del desierto' (SOM Produce) que este jueves tiene su primera función en el Auditorio Víctor Villegas de Murcia y se podrá disfrutar hasta el domingo.
El musical, basado en la película ganadora del Oscar, y galardonada con los Premios Tony, Olivier y 65 premios internacionales, impresiona, además de por su calidad artística, por su amplio atrezo, con elevado número de trajes, pelucas, tocados, máscaras, zapatos... que conforman un amplio arcoíris lleno de vida donde no faltan las plumas, los brillantes y la purpurina.
Un día antes del comienzo del 'show' en cada parada de la gira, el equipo técnico, capitaneado por Carlos Sansano, desembarca en la ciudad para tenerlo todo preparado para el estreno de este montaje con 40 artistas sobre el escenario y decenas de empleados realizando ese trabajo que 'no se ve' y permite que el espectáculo salga como ruedas. Unas cuantas horas de trabajo tienen por delante antes de que comience la primera función Raquel y Ariadna, dos de las encargadas de peluquería y caracterización, que peinan con mimo las pelucas para que cada onda esté perfecta. «Cuando llegamos, vemos el espacio que hay y lo repartimos. Cuando tenemos claro qué irá en cada camerino nos paramos a retocar todo lo necesario. El trabajo varía en función de cómo lleguen las pelucas de la ciudad anterior. El clima afecta mucho. Ahora venimos de Sevilla y había muchísima humedad. Se nos ha complicado el trabajo porque sabemos que con humedad los peinados no se van a mantener igual y tienes que cambiar de técnica, usar más productos... mientras que en Madrid es más seco», explica Raquel sobre el peinado con las pelucas, algunas de ellas hechas con pelo natural y, otras, sintéticas. Además del peinado, hay que adaptarlas a la cabeza del actor, «cortándolas, abriéndolas, recogiéndolas con pinzas...». Después «nos toca ir al escenario y, preparar, entre bambalinas, todos los cambios rápidos para los personajes: tocados, pelucas, cinta de carrocero, horquillas, laca, máscaras... en su sitio estratégico. Una vez que empieza la función, siempre hacemos la misma coreografía entre todos, tiene que haber una sincronización perfecta», indica sobre su tarea. Una coreografía marcada por los pies que dan los actores mediante su texto y que varía en cada ciudad: «En función del espacio disponible, colocarás las cosas en un sitio. Hay que tener en cuenta que tenemos que entrar todos y poder pasar».
Además de dar formas a las pelucas y maquillar o enseñar a maquillar a los actores para después supervisarlo, las caracterizadoras han fabricado una serie de máscaras a medida que permiten simular diferentes maquillajes de forma instantánea. «Por muy rápido que quieras hacer las máscaras, se tarda tiempo en el secado de los materiales entre capa y capa de imprimación», explica Ariadna, que lleva cuatro años trabajando en el teatro musical: «A mí me gustaba mucho el mundo del arte, especialmente el dibujo, pero he acabado en esta rama artística y creativa y estoy muy contenta. No tiene nada que ver el mundo del cine, donde si algo no sale bien puedes repetir, con el teatro, que tiene una magia especial. Estoy muy contenta. Aquí todo el trabajo es muy humano, muy personal». Para Raquel, la clave de su profesión, «que a veces es dura, pero más duro es ser médico o bombero», es el equipo humano: «Todo sale adelante siempre entre risas y buen rollo». Después de descubrir este mundo, ambas coinciden en el musical en el que desearían trabajar: «'Moulin Rouge'».
Ni una arruga
«En otros montajes, destaca la maquinaria, las luces... pero en este, sin duda, destaca el amplio vestuario», asegura el técnico durante esta visita entre bastidores. «Nosotras organizamos, revisamos y preparamos el vestuario para que esté listo para su uso, cuenta Marina que, junto a Irene, una de las encargadas de gestionar las prendas. El equipo cuenta con Mari Carmen como aliada en la lavandería, quien se pelea con los tejidos más complicados para que no quede ni una arruga. »Algunas telas no se pueden planchar y las introducimos en un armario de calor«, comenta, rodeada de lavadoras y secadoras.
Además, «aprovechamos el tiempo previo a la función para hacer arreglos y, durante la función, ayudamos a vestirse y desvestirse a los actores y bailarines, que se cambian en segundos. También corremos de un lado para el otro con piezas que tienen que volver a ponerse», indica Marina mientras revisa un conjunto de trajes con piezas «que han llegado de Londres, de Milán. Ha habido un equipo que ha estado todo el verano realizando adaptaciones y creando cosas nuevas», informa entre un conjunto de cientos de prendas que reflejan el resultado de «la labor de muchísima gente». Estructuras grandes, mezclas de épocas y siempre la viveza como protagonista para saltar a un escenario en el que ya está montada una icónica caravana, de cinco toneladas de peso, que espera a Bernadette, Tick y Felicia para vivir una gran aventura.
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