Rafaelillo, durante una de sus faenas, este sábado, en el coso de la Alameda, en Jaén. Tauroemoción

Una oreja y ovación para Rafaelillo en su reencuentro con el ruedo en Jaén

El murciano solventó con torería e inteligencia el compromiso frente a una seria corrida de Victorino

PACO OJADOS

Sábado, 27 de marzo 2021, 21:21

Antes de que saltara el primer toro de la tarde, el del debut de Victorino en el coso de la Alameda, las emociones se agolparon para un Rafaelillo que volvía a vestir de luces después de la gravísima cogida sufrida en Pamplona en julio de 2019. La ovación para el murciano al romper el paseíllo fue de las que ponen la piel de gallina.

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En su reencuentro con el toro lanceó con inteligencia y oficio, largando capa a un serio ejemplar cárdeno, que buscaba al final del embroque. Lucieron en banderillas Mora y Mellinas. Brindó Rafael a las mujeres de su vida, su esposa y sus hijas, y tras poder por bajo, enjaretó una serie en redondo de mucho mérito que acabó con el toro haciendo trizas el estaquillador. Entendió a la perfección Rafael la problemática que presentaba el victorino, y le pudo por abajo en dos tandas diestras y otras tantas al natural, firmando un cambio de mano prodigioso en un remate. Pero se le atascó la espada y hasta la cuarta entrada no hundió el acero, perdiendo el trofeo. Saludó una fuerte ovación.

Con el cuarto, un toro al que le faltaron fuerzas para transmitir, tuvo que ponerlo todo el torero. Rafaelillo, que brindó al público, volvió a demostrar su madurez para exprimir al astado en una faena en la que anduvo por la plaza con mucho temple y armonía. Esta vez sí, culminó en una gran estocada que hizo rodar al astado. La mayoritaria petición de oreja fue atendida por la presidencia y Rafael disfrutó de una vuelta al ruedo parsimoniosa.

El festejo

  • Ganadería Seis toros de Victorino Martín (debutaba en esta plaza), bien presentados y desiguales de juego, destacando el quinto.

  • Rafaelillo De azul rey y oro; ovación con saludos y oreja.

  • Rubén Pinar De blanco y plata; silencio en ambos.

  • Alberto Lamelas De lila y oro; oreja y vuelta al ruedo.

  • Incidencias Tarde primaveral. Limitación de aforo, con 2.500 espectadores. Reaparecía Rafaelillo, desde su cogida en pamplona el 14 de julio de 2019. Se guardó un minuto de silencio por las víctimas del coronavirus.

El mejor toro para Pinar

Brindó Rubén Pinar su primero a Rafaelillo. Toro serio, que desarrolló sentido y mucho peligro durante su lidia. Pinar, que estuvo solvente con el capote, abrevió con la muleta. Lo mejor fueron los dos pares de banderillas que colocó Ángel Otero, que saludó. Para compensar, el manchego se llevó el mejor toro de la tarde, el quinto, al que cuajó en una faena de muleta muy intensa, en la que ligó tandas con la diestra de empaque y emoción. Cuando tenía el triunfo en la mano pinchó hasta en tres ocasiones. Hubo quien pidió la vuelta en el arrastre para el toro.

En tercer lugar saltó al ruedo un victorino alegre y bravo, que dio espectáculo en varas y tuvo emoción en las embestidas. Lamelas puso entrega y llegó mucho a los tendidos en dos tandas diestras muy ligadas. Al segundo intento cobró un espadazo que hizo rodar al astado. Una oreja fue su premio. Amplio fue el toro que cerró plaza. Una nueva larga cambiada sirvió para el recibo, seguido de un buen ramillete de verónicas. El piquero David Prados se llevó una de las grandes de la tarde al hacer la suerte de varas con torería. Brindó Lamelas a Rafaelillo su faena de muleta, en la que volvió a estar muy entregado, pero la espada viajó a los sótanos y el palco no atendió la petición.

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