«El sonido de nuestro trabajo procede de todo lo extraño que hemos vivido»
Los murcianos Pablo Jordán y Selu Herraiz publican 'Ruda', un disco de música electrónica experimental conectada con la naturaleza
'Ruda' es el nombre del primer álbum que firman juntos Pablo Jordán (Murcia, 1978) y Selu Herraiz (Murcia, 1981). Surgido a partir de la ... improvisación y la conexión entablada entre ambos artistas sonoros, responde al deseo –por parte de sus autores– de ensamblar trabajos e inquietudes creativas con el fin de hallar un nuevo punto de encuentro dentro de la música electrónica y el sonido experimental.
El suyo es un proyecto tremendamente personal que se aleja de los formatos tradicionales que acompañan a las melodías bailables, y que toma como referencia la propia naturaleza. Porque ruda es también el nombre de una planta de hoja perenne a la que se le atribuyen, describe Jordán, propiedades depurativas, y que en el medio rural «suele ponerse a la entrada de las viviendas para alejar las malas energías». La ruda adquiere, por tanto, el papel de «protectora», título con el que Jordán y Herraiz encabezan una de las canciones del disco, y en torno al que articulan este trabajo, definido como «un sonido que se devora a sí mismo como la psique humana se devora a sí misma para encontrar el punto de luz en el centro de un océano oscuro», se lee en la presentación del disco, editado por el sello Diffuse Reality Records y publicado el pasado mes de julio.
«El álbum –explica Jordán, músico especializado en sonido para cine y director experimental [suyo es el cortometraje 'Studio Pasolini' (2017)]– se grabó justo antes de la pandemia, en [el Centro Negra de] Blanca, pero la edición y masterización nos pilló en confinamiento», y esto, reconoce, «le ha dado personalidad al disco»: «Su sonido procede de todos esos momentos extraños que hemos vivido». En 'Ruda' están la reflexión, el viaje interior, la conexión con la naturaleza y la resistencia a un sonido conocido y comercial conseguido a través de grabaciones de campo –recogidas en distintos lugares de Etiopía y Rumanía–, instrumentos creados ex profeso para este proyecto –tales como cajas de ruido–; u otros elementos, como «casetes modificados o metales autoamplificados».
El resultado de todo ello es «un sonido característico» y «un disco muy denso que te lleva, te trae y te traslada a sitios por donde esperas que continúe de una manera determinada pero sin llegar a hacerlo». «Con este proyecto hemos intentado crear una electrónica más experimental que, quizá, no es para bailar pero sí bastante dura porque incluye una especie de tubo sonoro, de ritual, que hace que el disco esté muy cerrado», explica Jordán.
Aunque sus creadores mantienen un estrecho vínculo con la plataforma artística AADK –Herraiz es su coordinador de programas de sonido & educación, y Jordán ha colaborado en varias ocasiones con el colectivo–, y la mezcla del disco lleva la firma de François Benner, fundador del proyecto Sound of Ruins, con sede en el Centro Negra de Blanca y en el catálogo actual de actividades de AADK; 'Ruda' es un proyecto independiente a la plataforma. «No está dentro del programa en sí, pertenece a un nuevo movimiento, presente en Murcia y muy fuerte en Blanca, de colaboración entre artistas experimentales y visuales», explica Jordán. El disco, de hecho, se acompaña de un videoclip cuyas imágenes –formas «abstractas y absorbentes»– son obra del argentino Nico Dardano, residente en Blanca.
Dos formatos de directo
Fijado para los días 19 y 20 de noviembre en Blanca, el festival De la Raíz al Noise es, por lo pronto, el marco del primer directo que Jordán y Herraiz tienen agendado para la presentación de su trabajo, y para él cuentan con dos opciones de directo: «Uno más ritual e inmersivo en el que trabajamos mucho la improvisación y que es, quizá, el que más se va a alejar del disco, porque cada vez será diferente; y otro más sencillo y reconocible en el que tocamos el álbum tal y como lo hemos concebido». Ambas versiones forman parte de su propuesta: un trabajo experimental que discurre entre la música electrónica y el ruido. «Podíamos haber ido a por un disco más limpio y fácil de escuchar, que no hiciera pensar y entrara solo, o hacia uno más doloroso y lleno de ruido, pero nos hemos ido justo en medio, encontrando un punto nuevo, que es lo importante», añade Jordán sobre el resultado creativo.
Con 'Ruda' ambos músicos se estrenan en el mundo discográfico de forma conjunta, pero ya tienen otros proyectos en común. En concreto, un segundo álbum pendiente de «mezcla y masterización» que todavía no saben cuándo lanzarán.
La música experimental, afirma Jordán, «es, fundamentalmente, la búsqueda de nuevas frecuencias y patrones con el fin de innovar y encontrar sonidos diferentes». Sobre ella, dice, figura la idea de «novedad», pero también «la protesta». «El ruido, al final, es protesta, y de alguna manera casi algo político. Es música que está fuera de los circuitos comerciales, que a veces puede parecer un poco elitista, pero en realidad está abierta a todo el mundo que tenga los oídos lo suficientemente abiertos como para disfrutarla».
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