El músico yeclano Antonio Galvañ, más conocido como Parade.

Parade: «Somos producto de nuestros primeros 20 años»

El talentoso artista yeclano publica 'Las maquetas de la deriva sentimental', las versiones originales de su último disco con invitados

Sábado, 30 de mayo 2020, 01:08

«Fui querido una vez por una mala persona / fui querido también por una santa mujer / yo les dejaba hacer como quien siente las olas / ... pero no, no fui capaz de querer». Así comienza 'Letras, canciones, literatura', la primera de las doce canciones de 'La deriva sentimental', el último álbum del mejor ingeniero genético del pop español, Parade. Un álbum que vio la luz a finales de 2019 y que suponía una particularidad en el ya de por sí peculiar universo del yeclano Antonio Galvañ: cada canción estaba cantada por una invitada o invitado diferente.

Publicidad

Un disco a la altura de sus mejores obras –y era su noveno largo– pero en el que quienes conocemos el proyecto desde el principio echamos de menos la ternura singular de su voz. Asunto solventado con la edición, este pasado viernes, de 'Las maquetas de la deriva sentimental', esto es, las versiones originales tal como fueron concebidas por su autor. Otra caricia de talento desbordante y exquisita sensibilidad de la galaxia Parade. Nos citamos telemáticamente. Tan lejos, tan cerca.

«No dejo de pensar también en que, haga lo que haga, tendrá ese poso pop que a mí me gusta»

–¿Qué le ha motivado a mostrar las versiones originales de 'La deriva sentimental'?

–Influyeron dos factores. Por un lado, muchos fans que asistían a los conciertos nos comentaban que les gustaría mucho escuchar el disco cantado por mí. Por otro, que durante estos meses de inactividad nos planteamos ofertar algo a los seguidores que fuera diferente de las sesiones desde casa que muchísima gente estaba haciendo ya. Lo hablé con Tanis Abellán de Jabalina [su discográfica] y pensamos que sería buena idea editar las maquetas. Masterizamos todas las canciones y le dimos una portada preciosa dibujada por Federico Granell y diseñada por Jesús Galvañ.

–Un disco, en ambas versiones, eminentemente pop. Su música siempre lo ha sido (pop) pero esta vez más esencialmente si cabe. ¿Cierto?

–Bueno, yo no me planteo si un disco va a ser más pop que otro, sino que tenga buenas canciones y alguna coherencia, que en este caso la ha dado más la mezcla de Guille Mostaza. El disco en sí es bastante heterogéneo, con muchos cantantes y distintos estilos. No dejo de pensar también en que, haga lo que haga, tendrá ese poso pop que a mí me gusta. El que va de los Beatles hasta Kraftwerk pasando por los Beach Boys y Abba.

Publicidad

–El suyo es un universo fantástico, plagado de seres fabulosos; está claro que no es un cronista de la realidad. Sin embargo, ahora que lo real parece ciencia ficción, diría que en 'La deriva sentimental' hay más conexiones con la 'vieja realidad'. ¿Se está volviendo humano Parade?

–Quizá lo que hice fue contrastar con el disco anterior [titulado precisamente 'Demasiado humano'], que sí que tenía una temática más fantástica. Por eso le quise dar a este un contenido diferente, un poco más cercano a la realidad. Pero ni huyo ni reniego de mi apego a la ciencia ficción y el terror. Lo llevo mamando desde muy joven.

Publicidad

–¿Tuvo claro quién debía cantar qué canción, en el disco con invitados, o eligieron ellas/os?

–Pensé en la idea de los invitados cuando tuve la mayoría de las canciones ya compuestas, muchas de ellas grabadas en maqueta. Fui seleccionando cuidadosamente la que le podría ir bien a cada uno y todo salió bastante natural. También es verdad que la relación con la mayoría de cantantes es de una amistad que viene de años y no fue difícil convencerlos. Creo que es uno de los aciertos del disco, la selección de cantantes y canciones. El otro ha sido las interpretaciones de cada uno, que lo han bordado.

«Cada vez es más difícil ilusionarse, pero mientras tenga algo que contar, seguiré»

Leif Garrett, Boney M y Suzi Quatro

–'Esa música', la única en la que canta usted en ambas versiones, habla de aquellas canciones que nos marcaron de adolescentes. ¿Lo que nos 'toca' a esas edades se queda para siempre?

Publicidad

–Creo que somos producto de nuestros primeros veinte años, ya sea para desarrollar esa personalidad o para intentar combatirla después. Las canciones que escuchamos en nuestra infancia y adolescencia nos marcan para siempre, incluso aquellas que consideramos horriblemente horteras en ese momento. Luego nos damos cuenta de que, además de los recuerdos que nos traen, estaban bastante bien hechas.

–Dígame alguna de esas canciones 'un poco cursis' que le marcaron.

–Te puedo decir muchas, desde 'I was made for dancing', de Leif Garrett, pasando por 'Daddy cool', de Boney M, hasta llegar a 'Wake me up before you go go', de Wham! Me parecen todas tremendamente buenas. Pero si me quedo con una, te digo 'Stumblin' In', de Suzi Quatro, una canción que escuchaba en los coches de choque. De las que se te quedan para toda la vida.

Publicidad

–Pese a que me parecen muy buenas todas las aportaciones, en general prefiero las canciones de Parade cantadas por Parade. Hay un algo de ternura y de melancolía en su voz que considero difícil de igualar. Un sello personal. ¿Qué le parece?

–Pues que te agradezco mucho que me lo digas, aunque sigo pensando que las interpretaciones del disco original me superan bastante. También es verdad que en la música pop muchas veces la personalidad del cantante, su sello personal, es más importante que su técnica vocal. Los cantantes de los concursos televisivos, salvo honrosas excepciones, son un buen ejemplo: suelen tener muy buena técnica pero nula capacidad para emocionar.

Noticia Patrocinada

–Pasan los años y son ya diez los álbumes de Parade. El retrato de Dorian Gray sigue cumpliendo su función pero recuerdo un verso de 'Alambre y hueso', una de sus primeras canciones: «¿Se estará acabando nuestro tiempo?». ¿Se plantea estas cuestiones Antonio Galvañ?

–Nuestro tiempo se está acabando desde hace mucho, pero aquí seguimos unos cuantos, perseverando. Es verdad que el tiempo pasa y cada vez es más difícil ilusionarse y encontrar la pasión, pero mientras tenga algo que contar, haya buenas canciones y público que quiera escucharlas, seguiré. Aunque el tiempo se acabe.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Prueba LA VERDAD+: Un mes gratis

Publicidad