Los principios democráticos de uno de los mejores cuartetos del mundo
El Auditorio Regional Víctor Villegas de Murcia recibe hoy al prestigioso Cuarteto Mandelring con Jonatan Rives como músico invitado
Existen sociedades donde la diferencia es un factor de cohesión para sus integrantes, como afirma el violinista Cibrán Sierra en su libro 'El cuarteto de ... cuerda' (Alianza Música). Los cuatro integrantes de estos grupos de música de cámara son capaces de relacionarse y comunicarse aunque tengan cometidos distintos, gracias a su capacidad de escuchar, participar, ceder y reflexionar sobre las sugerencias del resto.
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Hace cuarenta años, los hermanos Sebastian, Nanette y Bernhard Schmidt junto al violista Roland Glassl, fundaron el Cuarteto Mandelring en la bella ciudad alemana de Neustadt. Sus profesores tocaban en un cuarteto de cuerdas profesional y se sintieron atraídos por la idea de abarcar también en un futuro, el repertorio escrito para esta formación. Actualmente Mandelring es uno de los cuartetos profesionales más importantes con conciertos por todo el planeta y una extensa discografía galardonada por la crítica más exigente. Hace ocho años, Glassl optó por otros proyectos profesionales y se incorporó al grupo desde la Orquesta Sinfónica de la Radio de Berlín, el violista Andreas Willwohl.
El Cuarteto Mandelring presenta en el Auditorio Víctor Villegas un programa organizado por Promúsica con obras de Mendelssohn y Janácek junto al Quinteto de clarinete y cuerdas de Brahms, con Jonatan Rives como músico invitado.
«Todos los puntos de vista y sugerencias deben ser escuchados y considerados»
La personalidad de esta formación camerística se define por la homogeneidad de su sonido, entonación y fraseo, orientados a profundizar en la verdadera dimensión espiritual de la música. De este modo, los cuatro actúan en escena como si fuesen un sólo músico con el objetivo de lograr la unidad de la música.
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La verdad en la música
Sebastian Schmidt es el primer violín de un cuarteto que cuenta con un ciclo propio de conciertos en la Philharmonie de Berlín y en el Festival de Música Hambacher, que fundaron ellos mismos en 1997. Para mantener el nivel artístico alcanzado considera básico «trabajar intensamente como grupo en la juventud, comportarse como una formación experta y mantener el equilibrio entre el tiempo dedicado a las giras y a los ensayos, sin descuidar los momentos para el ocio y los placeres de la vida». Para Nanette, la otra violinista, es muy importante buscar la verdad en la música; y para Bernhard, el chelista, es clave la inspiración que emana de las maravillosas obras que interpretan, la frescura de la conversación musical y el estar abierto a la creatividad del momento.
EL CONCIERTO
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Qué, cuándo y dónde Hoy, 20.00 horas. Sala Miguel Ángel Clares. Auditorio Víctor Villegas. Murcia. Cuarteto Mandelring (cuerdas) y Jonatan Rives (clarinete); Cuarteto nº 3 en Re mayor de Mendelssohn; Cuarteto nº 1 'Sonata a Kreutzer' de Janácek; Quinteto para Clarinete y cuerdas op. 115 de Brahms.
El equilibrio interno del Mandelring Quartet se basa en principios democráticos y los tres hermanos Schmidt coinciden en que «todos los puntos de vista y sugerencias deben ser escuchados y considerados. A veces la mejor solución se logra tocando de distintas maneras, lo que es fácil porque compartimos gustos. Si alguien expresa una idea contraria a lo que uno piensa, hay que preguntarse si la aportación mejoraría el resultado con una textura musical diferente».
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Hace dos meses el cuarteto viajó de gira a Vancouver y Sebastian, el primer violín, se quedó en tierra al no disponer del visado. El concierto no se suspendió y fue un éxito. De manera milagrosa, otro primer violín que tenía trabajado el mismo repertorio estaba disponible y quedó patente la versatilidad de este formidable cuarteto. Para el concierto de Murcia, no se esperan sobresaltos de este tipo. Por el contrario, Mandelring cuenta con la colaboración del clarinetista, director de orquesta y profesor Jonatan Rives para el 'Quinteto para clarinete y cuerdas' de Brahms, una de las obras de cámara más importantes de la historia de la música.
Trabajar de forma respetuosa
El Cuarteto Mandelring está habituado a tocar junto a otros músicos de alto nivel artístico. Para Nanette, «el grupo necesita tener el corazón y la mente abiertas para aprender del invitado y que se sienta bienvenido e integrado, lo que normalmente sucede de forma automática en nuestro cuarteto». Bernhard considera que para formar un quinteto lo que se necesita es «trabajar de forma respetuosa, acogedora y siempre abierta a nuevas ideas». Jonatan ha tenido una especial vinculación profesional y académica con Estados Unidos lo que fue clave para la modernización que llevó a cabo en el Conservatorio de Murcia durante los doce años que lo dirigió. En este sentido, tiene muy claro como invitado dentro de un grupo tan compacto que «hay que saber ocupar el rol correcto en cada momento, ya sea como primera, segunda o tercera voz. Cuando se lidera o colidera dentro de un grupo, hay que ser generoso, encontrando el espacio correcto y ofreciendo lo que se espera de uno sin falsas pretensiones. El clarinete da muchas facilidades por su versatilidad y por la claridad de la escritura de Brahms».
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Apasionado amor
El concierto que ha programado Promúsica es fascinante por muchos motivos, entre los que destacan algunos momentos especiales del Quinteto de Brahms. En el 'Allegretto' inicial, la entrada del clarinete es para Jonatan «la descripción pura de la belleza, aunque me parece genial la manera cómo entran todos los instrumentos en el segundo tema del este movimiento». Bernhard piensa que Brahms escribió temas maravillosos para el registro grave y remarca el color oscuro del chelo en los fragmentos que comparte con viola y clarinete en este 'Allegretto'. Para Nanette «los momentos suaves y dulces del segundo movimiento contrastan con el dramatismo de otros más desesperados. Al profundizar en la música, siento como si mi violín tocara solo». De este movimiento 'Adagio', Jonatan subraya el episodio central del clarinete con su carácter húngaro: «Es una apasionada historia de amor». La entrada del clarinete en dinámica de piano en el tercer movimiento 'Andantino' es fantástica y el quinteto se completa con un 'Finale con moto' formado por un tema y cinco variaciones, siendo la segunda la preferida de Sebastian.
Esta obra de arte tan perfectamente definida, resulta especialmente melódica y natural: «¡Sí, eso es magia!», reconoce Nanette. Para los cinco músicos, Brahms era un genio muy exigente con sus propias composiciones, y esta elaborada partitura es de gran complejidad interna. Jonatan Rives destaca que «esta música admite diferentes interpretaciones y por eso es un compositor tan especial. Detrás de cada color hay muchos pensamientos estructurados en ideas y esto es atractivo para un oyente del siglo XXI».
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