La fuerza arrolladora de Beethoven inaugura el curso musical en Molina
El pianista molinense Arturo Ruiz Blázquez acompaña a la Orquesta de Jóvenes 'Ciudad de Murcia' este viernes en el concierto de Año Nuevo
Este 2020 arranca «con la energía y la fuerza arrolladoras de Beethoven» para el pianista Arturo Ruiz Blázquez (Valencia, 1981), que ofrecerá este viernes, a ... las 21 horas, el concierto de Año Nuevo en el Teatro Villa de Molina de Segura, acompañando a la Orquesta de Jóvenes del Orfeón Fernández Caballero 'Ciudad de Murcia' bajo la dirección del alhameño Rául López -recientemente fichado, con 26 años, asistente de la Orquesta Sinfónica de la Región de Murcia-. Ruiz Blázquez, residente en Molina desde los tres meses y de padre yeclano y madre jumillana, es un intérprete con tiento en las manos y la pasión incorrupta por el piano desde la adolescencia.
En esta ocasión como solista tocará el primer movimiento del Concierto Nº 5 en Mib Mayor Op. 73 de Beethoven, 'Allegro', en una noche en la que también está anunciado el pianista ruso Alexander Zavalín, que estudió en Murcia con la catedrática Pilar Valero, que hará los dos movimientos del concierto Nº 21 en Do Mayor Op. KV 467 de Mozart, 'Andante' y 'Allegro vivace asasai'. En la segunda parte del programa la Orquesta de Jóvenes Ciudad de Murcia ejecutará su parte instrumental, sin piano, con la Sinfonía Sevillana Op. 23 de Joaquín Turina (piezas 'Panorama', 'Por el río Guadalquivir' y 'Fiesta de San Juan de Aznalfarache'). Los pianistas invitados se reservan en este menú «variado y variopinto», en el que se mezclarán Beethoven, Mozart y música española, alguna sorpresa.
Para Beethoven, «la arquitectura es una música de piedras y la música, una arquitectura de sonidos», algo en lo que Ruiz Blázquez está absolutamente de acuerdo. El pianista molinense, invitado por Pro Música Molina de Segura para formar parte de este tradicional 'Concierto de Año Nuevo', está feliz con abrir la temporada en su ciudad, ya que aunque nació en Valencia con apenas tres meses se trasladó a vivir a la Región de Murcia, donde ha desarrollado su carrera profesional.
«Espero tener la suerte de seguir aprendiendo de los más grandes, aquí no se deja de aprender»
Esta es la primera vez que actuará como solista en el Teatro Villa de Molina, aunque había actuado en alguna colaboración puntual con la Orquesta Sinfónica de la Región de Murcia. «Para mí será una noche especial -comenta a LA VERDAD- porque estaré actuando en mi ciudad y en mi teatro, y con una orquesta de jóvenes estudiantes, de modo que no se puede pedir más. He actuado otras veces en otros escenarios, como el Auditorio Virginia Martínez, donde he tenido algún solo, y con Vicente Prieto, con el que hago dúos de vez en cuando en conciertos a piano a cuatro manos. Pero en este formato será algo muy bonito».
Ruiz Blázquez es también conocido porque da clases en el Conservatorio de Molina de Segura, y también en centros de educación secundaria. «Quizás por mi trabajo como docente sea más conocido en Molina de Segura, donde tengo amigos de toda la vida», reconoce. La música tiene un papel protagonista en las programaciones culturales de los municipios de la Región de Murcia, algo que celebra el pianista: «La cosa está bastante mejor que cuando yo era estudiante. Ha cambiado mucho el panorama, y en la Región hay una oferta muy rica, entre otras cosas gracias a los proyectos de la Orquesta Sinfónica de la Región de Murcia en el Auditorio Víctor Villegas, pero también a nivel más local con programaciones en pueblos pequeños, en teatros y pequeños auditorios. Todavía queda mucho por hacer. No es que cueste convencer a los programadores, es que la música cuesta un dinero, porque supone contratar a veces a una orquesta y hacer un trabajo de gran calidad, y al final son números. Generalmente suelen gustar, y hemos pasado de tocar por amor al arte a que consideren nuestro trabajo, que supone muchas horas de estudio y de sacrificio para sacar adelante un proyecto. Confío en que entre todos mejore la cosa».
Arturo Ruiz Blázquez realizó sus estudios de grado superior en el conservatorio Giusseppe Verdi de Milán, a las órdenes del maestro Paolo Bordoni. En 2012 obtuvo el Diploma Tradizionale. «Sigue siendo una eminencia, aunque se jubiló hace mucho tiempo. Allí en Italia hice el grado superior, haciendo los exámenes paralelamente en España e Italia. En el Conservatorio Superior de Murcia también hice unos años con Concha Mendoza, y me inicié en Molina de Segura, como no podía ser de otra manera, en la academia de música Z. Kodaly, porque entonces no había conservatorio, con Pepe Bermejo». Guillermo González, Alberto Miodini, Alexander Kandelaki, Luis Fernández Pérez, Nino Kereselidze y Joaquín Achúcarro son grandes pianistas de los que el molinense ha sido alumno en diferentes cursos. Recientemente realizó un máster de interpretación solista en el Centro Superior Katarina Gurska de Madrid, junto a Alexander Kandelaki, su tutor. «Fue una experiencia inolvidable. La verdad es que he tenido la suerte de ser seleccionado para talleres y cursos muy interesantes, como el de Achúcarro, también una persona increíble, y espero seguir teniéndola porque aquí no se deja de aprender, siempre hay alguien que sabe más que tú y hay que estar dispuesto a recibir consejos».
Momentos inolvidables
El concierto en el Auditorio Víctor Villegas con el que finalizó Iberpianoduo la temporada 2018, en la que tocaron a Chopin y Liszt, fue grabado en un disco piloto, «que Vicente Prieto y yo tenemos como algo personal y como muestra de lo que hacemos». Beethoven, del que este año se celebra el 250 aniversario de nacimiento en Alemania, es para el intérprete «uno de los compositores más carismáticos y con personalidad más fuerte, alguien que luchó por componer música por él mismo, no porque se lo impusiera un mecenas o nadie del que dependiera». Cuando era niño, recuerda Ruiz, no despertó su vena musical con un pianista romántico como Chopin, sino con Arthur Rubinstein, «uno de mis pianistas favoritos, y con las Sonatas de Beethoven me enganché yo a la música, por eso tengo un vínculo emocional con él desde la niñez».
Ruiz Blázquez actuó con la Sinfónica en el Festival de San Javier, durante la actuación de Jane Birkin, donde tocó la celesta. Un momento de entusiasmo personal, que se une a otros de los que guarda especial recuerdo como aquellos casi cinco años de formación en Italia, donde vio a los mejores pianistas del mundo; o su etapa como profesor en Molina, «que me nutre a mí y me permite transmitir una pasión», y el concierto con Vicente Prieto y Naira Perdu en 2012 en el Casino de Murcia, «tocando a seis manos, fue de los momentos más importantes en mi vida, sobre todo en mi regeneración a nivel personal». Sus dos hijos siguen sus pasos. «¡Cada vez que suena la música se cuelan en mi habitación!».
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