Blas Cantó: «En una canción no puedo decirlo todo»
El artista murciano acaba de publicar el libro 'Historia de una estrella sin nombre', en el que relata su trayectoria musical y su vida
Cuenta Blas Cantó (Ricote, 1991): «Yo no soy político ni juez pero comparto mi vida con personas maravillosas y cada una de ellas es de ... una manera: homosexuales, heteros, negros, blancos, musulmanes, cristianos...», y todos, reitera, «son maravillosos». Acaba de publicar su primer libro, una autobiografía sobre música y vida que titula 'Historia de una estrella sin nombre', desde ayer en las librerías, coincidiendo con la festividad del Día de la Región. Este año era el que, a priori, el destino le había marcado para actuar en Eurovisión, pero la Covid-19 trastocó sus planes. La oportunidad, sin embargo, sigue intacta. Cantó será el representante de España en Eurovisión en 2021.
–¿Por qué un libro?
–Es la manera más directa de decir lo que quiero decir. Hago canciones que luego interpreto pero en una canción no puedo decirlo todo. Llevo 20 años trabajando en esto y creí importante hacer un repaso por todo lo que me ha pasado.
«Miro al futuro con la esperanza de que haya una igualdad real: entre hombres y mujeres, razas...»
–¿Una necesidad?
–Sí, porque además creo que es importante decir las cosas. Luego se pasa la vida y nos quedamos con ganas de haber alzado la voz. Me ha llevado casi dos años pero creo que ha quedado muy lindo
–¿El papel ayuda a poner los pies en la tierra?
–Escribo desde hace muchos años, lo que ocurre es que es ahora cuando he tenido la oportunidad de hacerlo público. Es un ejercicio que todos deberíamos hacer.
–¿No cree que es muy joven para una biografía?
–Depende de los años que lleves en esto, y de lo que tengas que contar y aportar. Cuando me puse a escribir recordé un montón de cosas que había olvidado. Los años van pasando y lo vas guardando todo en tu memoria, pero está ahí. Para mí lo importante, y lo he repetido mil millones de veces, es ser uno mismo. Si quieres que alguien compre tu disco, vaya a tus conciertos... hay que devolver ese amor, ser un libro abierto y tener la oportunidad de contar cómo eres por dentro.
–Dice en la presentación de su libro: «Estos son mis pensamientos, mi historia, mi manera de ver el mundo». ¿Cómo es su forma de mirar alrededor?
–En base a la libertad, a los derechos humanos, al amor. Es importante que lean el libro los jóvenes, sobre todo en este momento en el que hay tan poca coherencia y en el que necesitamos escuchar que una persona no tiene que ser como tú quieres que sea. Y hablo sobre sexualidad, sobre la vida de quienes un día se sientan a la mesa porque es Navidad y se les pregunta cuándo van a ser padres o madres o cuándo se van a echar novia o novio sin haber compartido nada con ellos en todo el año... Hay cosas que se dan por hecho y son injustas, y hay que empezar a dejarlo claro.
–¿Cuál es una virtud?
–Saber pedir perdón. Y no solo por lo que uno haya dicho o hecho, sino por cómo se ha podido sentir la otra persona.
–¿Usted la tiene?
–Sí, la he desarrollado con los años. Sé hacerlo y no se me caen los anillos.
–¿Cuáles son sus pilares?
–Mi familia y mis amigos, y también mi tierra. Nunca se me olvida de dónde vengo. Viajas a muchos sitios, el acento te cambia, pero siempre recuerdo de dónde vengo. Por eso insistí en que el libro saliera el día 9 [Día de la Región de Murcia]. Para mí es importante.
«Mi familia, mis amigos y mi tierra son mis pilares. Nunca se me olvida de dónde vengo»
–¿Qué ha cambiado esta pandemia?
–Han sido más de dos meses muy duros para todos. La Covid-19 nos ha ayudado a entender la vida de otro modo, a intentar ser mejor cada día, pero estamos volviendo a la normalidad conservando muchos de nuestros patrones. Quedan aún muchas mentes por abrir. El camino no está hecho todavía.
–Personalmente, ¿qué ha constatado?
–Creo que los abrazos estaban infravalorados, ahora se ven de otra manera. Todo esto me ha hecho estar más cerca de mi familia, me he pasado más de dos meses en Molina de Segura [donde vive su familia] y hacía mucho tiempo que no tenía la oportunidad de estar tan cerca y de conectar de nuevo con mi tierra. El libro es un homenaje a toda la gente que me ha acompañado hasta aquí. Cuando lo lean verán mi vida y la de ellos. Es muy bonito porque estoy en uno de los momentos más importantes de mi vida.
–¿Cómo le gustaría que el público se acercara a su libro?
–A mí lo que me gustaría es que cuando en un tiempo volvamos al escenario, escuchen mis canciones de otra manera; sabiendo qué hay detrás de quien se sube al escenario, que no es tan diferente de quien se baja. Este libro me da la oportunidad de estar en paz conmigo mismo y de revivir ciertas cosas desde el cariño.
–¿Cómo mira hacia el futuro?
–Casi siempre estoy mirando al futuro. Creo que es uno de mis defectos y virtudes. Miro al futuro con optimismo, con ganas de hacer cosas. He escrito muchas canciones últimamente y tengo muchas ganas de sacarlas y de compartirlas con todo el mundo, pero sobre todo miro al futuro con esperanza en que haya una igualdad de verdad: entre hombres y mujeres, entre razas, negros y blancos, porque la realidad es que no existen las mismas oportunidades. Los currículos se van al carajo cuando ven el color de la piel. Es una lucha que hay que parar. Y ese es también mi compromiso. Yo no soy político ni juez pero comparto mi vida con personas maravillosas y cada una de ellas es de una manera: homosexuales, heteros, negros, blancos, musulmanes, cristianos... Todos son maravillosos.
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