Dos murcianos documentan el horror durante los años de la dictadura en Uruguay

Una treintena de supervivientes y familiares de víctimas del terrorismo de estado y la dictadura que afectó a Uruguay entre 1973 y 1985 analizan el horror vivido en aquella época y las consecuencias que todavía hoy en día tiene sobre el país latinoamericano en un documental de producción murciana que ha abierto una campaña de 'crowdfunding' para financiarse.

El historiador Abel Guillén inició este proyecto en 2014, cuando viajó al país del cono sur para analizar en profundidad el terrorismo de estado que sufrió el siglo pasado ese estado y que era el tema central de su trabajo de fin de máster. Guillén decidió ampliar su investigación a su trabajo de doctorado y desde ese año ha realizado varias estancias en Uruguay, acompañado por su compañero Javier Alcázar, con el objetivo de dar voz a las víctimas de la represión, a los supervivientes y a los familiares de aquellos que no superaron la dictadura.

En un país de poco más de tres millones de habitantes, se calcula que el régimen dictatorial, iniciado en junio de 1973 con el golpe de Estado de Juan María Bordaberry, pero fraguado años antes (el documental arranca en 1968), dejó más de 400.000 exiliados, unos 10.000 torturados, 200 asesinatos políticos y otros tantos desaparecidos. Guillén y Alcázar han recopilado unas 70 horas de grabación durante su última estancia en Uruguay, en 2017, compuestas fundamentalmente por 35 entrevistas a personas relacionadas con la vida política de ese periodo, gente que sufrió la represión y la tortura o que vio desaparecer a familiares y amigos de los que todavía hoy, tres décadas después, no se sabe nada.

'Presentes', el título del documental, hace alusión a la vigencia de estas historias, que forman parte de un proceso de «memoria, verdad, justicia, reparación y nunca más» que sigue vivo. Con el 'crowdfunding' -a través de la plataforma 'Goteo.org'-, que finaliza el 15 de junio, esperan alcanzar la financiación suficiente para producir el documental, hacer un preestreno en Uruguay y presentarlo en festivales de cine y derechos humanos.