La murciana que defiende a las ballenas en las costas de Chile
Ana Alemany cuenta en el libro 'Mujeres de los mares' la historia de la sanjaviereña Ana María García Cegarra, fundadora del Centro de Investigación de Fauna Marina y Avistamiento de Cetáceos de Antofagasta
La periodista Ana Alemany, autora del libro 'Mujeres de los mares' (Ediciones del Viento, 2019), ha dado a conocer la historia de Ana María García ... Cegarra, una murciana de San Javier que creció viendo caballitos de mar enredados en las algas del Mar Menor y que, con los años, en Chile se ha convertido en una gran defensora de las ballenas de las costas del Pacífico a través del Centro de Investigación de Fauna Marina y Avistamiento de Cetáceos (CIFAMAC), una institución que ella misma fundó en colaboración con dos pescadores locales.
Alemany, en conversación con LA VERDAD, cuenta que este libro es «un manual donde, literalmente, poder bucear para descubrir a esos desconocidos que son nuestros mares y océanos». La historia de Ana María es una de las 20 que recoge este volumen ilustrado con fotografías a color con el que Alemany da visibilidad a deportistas, científicas, artistas, aventureras y organizaciones que nos hacen creer que hay esperanza en la conservación del planeta, a pesar de las amenazas.
Ana María García Cegarra ha creado el proyecto 'Pescador Amigo' con el que hace educación ambiental en los colegios, y también conciencia a pescadores sobre los cetáceos y sus amenazas en la Bahía de Mejillones
Alemany ya publicó en 2018 otro libro, 'Todos los caminos que llevan a los polos' (Ediciones Casiopea), donde recogía la historia de mujeres como Pepita Castellví, una de las responsables de que España tenga bases en la Antártida. «Cuando estaba con ese libro leí que el 70% de la superficie terrestre está cubierta de agua, y solo conocemos el 10%. Entonces me puse a investigar qué podía encontrar, y en 'Mujeres de los mares' he mostrado los océanos pero no solo como lugares donde nos podemos dar un baño, o donde pescamos los peces que comemos, sino que hay una variedad tremenda y un escaparate enorme», dice la autora.
«He querido aportar un punto de vista femenino, que no feminista, para que niños, jóvenes y adultos, a través de la lectura, conozcan profesiones relacionadas con el mar que tal vez no supieran ni que existían. Por ejemplo, hablo de una cablera, que es una especialista técnica que va en un buque cablero y se encarga de reparar cables submarinos de comunicación que conectan un país con otro. Hablo también de unas americanas, una estudió Biología y otra Oceanografía, que han creado una consultora medioambiental que transforma plataformas petrolíferas en desuso en arrecifes artificiales vivos. No sabes que existen hasta que los descubres y las ves. Carlota Escutia Dotti, paleoclimatóloga que estudia el subsuelo antártico, ha descubierto que hace 50 millones de años, a través de perforaciones, la Antártida era un lugar soleado con baobabs y pinos, y no había, desde luego, ni una gota de hielo», explica Alemany.
Del Mar Menor a Chile pasando por Cádiz
La autora de 'Mujeres de los mares' destaca de la sanjaviereña su gran humildad. «Descubrí su historia a través de una página del Instituto Oceanográfico Español, que ya no está vigente, que se llamaba 'Oceánicas', y ahí la descubrí a ella y a otra española. Ana María me llamó la atención por su humildad. Ella estudió Ciencias del Mar en Cádiz. Luego se formó en distintos países en genética y ecología molecular. Pero, para su doctorado decidió que quería que fuera algo por lo que siempre se había sentido muy atraída: trabajar con animales en libertad. Estudiar poblaciones naturales y conocer las amenazas que sufren y cómo poder ayudarles. Se fue a Chile, a la ciudad de Antofagasta, con el mar enfrente y el desierto más árido del planeta a sus espaldas, porque un profesor estudioso de las ballenas le apoyó al recibir su currículum. Cuando viajó a Órganos, al norte del país, un lugar de ensueño, con unas playas preciosas, donde se podían divisar a las ballenas jorobadas saltando durante su época de cortejo y crianza, no pudo ser más feliz».
Alemany señala que la murciana empezó en un principio haciendo encuestas locales a turistas que se embarcaban en avistamientos de cetáceos , para conocer qué sabían de estos animales antes y después de la experiencia. Hasta que un día se cruzaron en su vida dos pescadores locales de un pueblo llamado Mejillones, Juan Menares y Raúl Riquelme. «Juan ya daba paseos con su barca para ver fauna marina con turistas, y Raúl tenía un negocio de venta de empanadas de mariscos y productos del mar. Pero querían capacitarse para realizar turismo de observación de fauna marina y promover un turismo sostenible, y juntos formaron CIFAMAC, Centro de Investigación de Fauna Marina y Avistamiento de Cetáceos.
Riesgo de colisión de cetáceos
Con esta organización, Ana María García Cegarra está intentando que los cetáceos puedan convivir «en paz y de forma sostenible» en un punto del planeta donde hay una gran actividad humana. De hecho, la bahía de Mejillones tiene 18 kilómetros de costa y coexisten unas 20 industrias, con varias terminales marítimas para transporte de suministros para la minería.
«El tráfico marítimo ha crecido muchísimo, y existe un grave riesgo de colisión con los cetáceos, ya que es un punto importante de alimentación de las ballenas rorcuales comunes (o de aleta, como les llaman). Allí, Ana María tiene el proyecto 'Pescador Amigo', con el que hacen educación ambiental en los colegios, y también a pescadores sobre los cetáceos y sus amenazas en Mejillones. Gracias a esto, han llegado a la población local y les han descubierto las especies de ballena que existen en la zona. Una vez estén implicados, es mucho más fácil crear conciencia. Sin ir más lejos, la semana pasada salieron a navegar y vieron 10 ballenas rorcuales, una ballena jorobada, 5 marsopas y un pez luna. ¡Un día redondo!», explica.
Deseando presentarlo en la Región
Ana Alemany, con dotes naturales para la divulgación y miles de historias que contar sobre estas 20 mujeres e instituciones, estaría encantada de poder presentar su libro en colegios e instituciones de la Región de Murcia para dar a conocer trayectorias como la de Ana María García Cegarra. «Es una defensora del mundo marino, y su objetivo es dar a conocer la existencia de estos animales, y conseguir que puedan vivir en paz en un lugar propicio para la cría. Su historia aparece en el libro en el apartado de organizaciones sin ánimo de lucro, y en ese mismo apartado está Oceanic Global, que es una ONG a nivel mundial con sede en Ibiza, Nueva York, Hong Kong, Tokyo... que organiza eventos tremendos con la ONU y una de las principales asiduas es Susan Rockefeller. Hay cabida para todas las mujeres, porque consiguen mucho. Desde luego, Ana María García Cegarra puede aportar mucho al debate sobre el cambio climático, porque al estar en el Hemisferio Sur su visión es completamente diferente a la que tenemos en el Mediterráneo».
La razón de vivir de 20 mujeres y organizaciones
Además de la historia de Ana María García Cegarra, 'Mujeres de los mares' recoge las trayectorias de Sylvia Alice Earle, Andrea Marshall, Eugenie Clark, Comunidad de las Haenyeo, Angela Haseltini Pozzi, Lea L'Auriol, Águeda Vázquez, Beatriz Ayala, Carlota Escutia, Sara Purca, Jennifer Figge, Theresa Zabell, Pilar Luna y Lola Higueras, Isabel Alcober, Emily Callahan y Amber Jackson, Covadonga Orejas, Ángeles Alvariño, Laura Prieto y Shannon Switzer Swanson. Mujeres que han hecho del mar su razón de vivir.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión