La maternidad, interpretada desde la 'hijidad'
El Espacio ES/UM del Campus de La Merced acoge, hasta el 6 de septiembre, una muestra colectiva realizada por alumnos de Educación centrada en el vínculo maternofilial
La maternidad. El origen. Lo que hace posible la existencia. Un todo del que tanto se habla, se cuestiona y se reflexiona y en el ... que se centran las alumnas del Taller de Creación e Investigación Artística de la Facultad de Educación de la Universidad de Murcia a través de otro prisma: la 'hijidad'. Este término lo introduce Rocío Marín, docente del taller, para explicar la exposición fotográfica 'Yo es hija. Alteridad, otredad y educación artística', que se puede visitar en el Espacio ES/UM del Campus de La Merced hasta el 6 de septiembre. La muestra, comisariada por Marín [Rocío Kunst en su faceta más artística], consta de 57 proyectos de creación propia y nace con la intención de responder a una pregunta compleja: ¿Qué significa ser hija? Los alumnos utilizan la imagen para dar respuesta a esta pregunta y dan a conocer sus propias relaciones con sus progenitoras, mostrando una gran diversidad de realidades.
Una serie de obras que, como explica la comisaria de la muestra, «parten de un imaginario materno, fruto de experiencias personales e individuales, conformando así una visión poliédrica de la filiación». La exposición es el resultado de un trabajo dedicado a la educación plástica y visual en el que «se reflejan historias alternativas que cuestionan y enriquecen la comprensión tradicional de esta relación».
Para la directora de esta experiencia artística, «crear partiendo del origen rescata una memoria personal que nos permite desentrañar un universo creativo generador de imágenes, puesto que la madre-símbolo está profundamente arraigada en el gesto creativo. Así la madre se erige como fuente de creación, como núcleo desde donde emana la experiencia artística, un símbolo de origen, protección y conflicto».
La profesora y fotógrafa recuerda, en el texto que acompaña a esta exposición colectiva, que «la primera mirada que nos conforma y que nos acompaña a lo largo de toda nuestra vida es la mirada materna. La madre es ese primer espejo desde el que accedemos a la percepción del mundo. Nuestra idea de este, y de nosotros mismos, se va configurando a medida que conseguimos descifrar el significado de su mirada hacia nuestra persona. Por tanto, podemos afirmar que nuestro conocimiento del mundo se genera en alteridad. Ese primer otro será el vehículo para llegar a conocernos a nosotros mismos o, como denomina Siri Hustvedt, nuestra 'conciencia encarnada'».
Porque «toda vida tiene un origen. Toda vida humana comparte un principio. Todo hija o hijo proviene de una mujer» y «toda madre fue previamente hija», «la madre es la historia universal de todo ser humano, y a su vez, el origen de una nueva historia, la hija/o. Y será precisamente la mirada de la hija la que dé forma a este principio inexorable a través de un vínculo físico, psíquico y mental».
Ana López Ródenas revive un duro episodio en este proyecto, el cáncer de mama que sufrió su madre hace años
Cada proyecto se presenta acompañado de una cartela que incluye una fotografía del autor en su infancia junto a su madre y un pequeño texto en el que define lo que significa ser hija.
Entre estos universos familiares, Belén Moñino Pomares hace una incursión en el mundo CODA, las siglas en inglés de Child of Deaf Adults: hija de padres sordos. Acompañando a la serie de imágenes que presenta en el proyecto 'Soy yo, tan tú', explica: «Ser hija es algo que no se elige. Es responsabilidad social e individual, es llevar la mochila cargada desde que naces. Personalmente, ser hija es ser parte de dos mundos, siendo puente comunicativo de ambos, pero no pertenecer ni a uno ni a otro, sino corresponder a un tercero. Mundo CODA».
Ana López Ródenas revive un duro episodio en este proyecto, el cáncer de mama que sufrió su madre hace años. La estudiante plasma en instantáneas «una oda a la valiente lucha que mi madre enfrentó contra el cáncer. Cada imagen es un tributo a su fuerza y resistencia, así como a la de todas las mujeres que se enfrentan a esta enfermedad», dice la autora de 'Retrato a la resiliencia'. Para ella, «ser hija significa crecer juntas, aprender la una de la otra».
Nada tiene que ver con esto 'La sencillez en lo ordinario', el trabajo de Irene Amorós Turpín. «Cuando empiezas a saborear verdaderamente la sencillez, esta se vuelve compleja y suficiente. No todo el mundo disfruta de lo ordinario, eh mamá», describe en palabras un proyecto en blanco y negro acompañado de un vídeo en el que se pueden ver a madre e hija en casa, compartiendo un café.
Con el proyecto 'Apnea', que incluye un inquietante autorretrato de la autora con el rostro bajo el agua mientras una mano aprisiona su cuello, Alba Minet Navarro habla de «aceptar y amar a tu madre tal y como es, así como hacer lo posible por compartir el máximo recorrido del camino de nuestras vidas, aunque se complique y en ocasiones cueste mucho trabajo y desgaste físico y mental».
«Su significado es todo»
'Comodidad' es la palabra que elige Olga Muñoz Pérez para dar nombre a su proyecto y definir así lo que para ella significa su madre. «Su significado es todo: aquellos momentos que pueden parecer insignificantes son aquellos que me han dado mi identidad, lo que pienso y lo que defiendo», dice y da las gracias a su progenitora.
Madre e hija sujetan una cuerda en tensión, que esta última parece estar a punto de cortar, en '(Sobre)Protección', el proyecto de Ángela Rodríguez Abellán con el que apunta que ser hija «consiste en equivocarse mil veces y rectificar novecientas noventa y nueve».
Por otra parte, una relación de opuestos es la que describe Sara Isabel Sierra en 'Ambivalencia y culpa', donde se retrata junto a su madre, espalda con espalda y ambas con los brazos cruzados. «Ser hija engloba un recuerdo, una memoria, un acontecimiento, una acción, un lugar, un objeto, una emoción, un sentimiento y una persona. Es llevar consigo múltiples versiones de una misma que se van desbloqueando desde que naces hasta que dejas de ser hija, si es que esto es posible», considera.
Como estas, cincuenta interpretaciones más de lo que significa ser hija -o hijo- hoy en día y cincuenta formas de ver la relación maternofilial y contar experiencias únicas que, a la vez, sirven de reflejo para entender las diferentes relaciones que se establecen en torno a un vínculo inesquivable.
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