Verduras, legumbres y cuentos para comer

Conseguir que los niños se coman un plato que contenga verduras no es tarea fácil. El reto se vuelve aún más complicado si lo que se pretende no es que esto suceda una vez, sino que los guisantes, las judías o la coliflor estén presentes en la rutina alimenticia de los pequeños. Para enfrentarse a tal desafío, no hay mejor arma que la imaginación y un par de historias. «¿Qué les gusta a los niños? Los cuentos. A través de ellos es mas fácil llamar su atención sobre ciertas cosas», opina María del Mar Justicia, una ingeniera química y desarrolladora web que acaba de publicar 'Las verduras exploradoras y otros cuentos para que tus peques coman de todo', un libro infantil con el que reconciliar a los niños con aquellos alimentos que normalmente rechazan.

La voluntad de inculcar una alimentación saludable a su hija, combinada con su pasión por la escritura, llevó a María del Mar, una jienense afincada en Murcia, a crear los cuatro relatos que componen la obra. En 'El jardín que se quedó sin color', por ejemplo, imagina el interior de las personas como jardines que hay que cuidar. Este cuento está protagonizado por un jardinero «muy pequeñito que entra por la nariz todos los días a regar, y llega al de una niña que se está quedando sin colores porque siempre come los mismos alimentos», narra la autora.

En otra de las historias, Lucas, un guisante explorador no quiere conformarse con descubrir solo los cuerpos de los adultos, que son los que siempre comen verduras, «él quiere convencer a los niños de la casa donde vive de que quiere explorarlos, y de que es muy importante que entre en sus cuerpos para llenarlos de la vitamina y los nutrientes que necesitan para estar bien», apunta María.

Con 'El reinado de los macarrones' la autora hace hincapié en la importancia de consumir diferentes alimentos. «En este cuento la despensa está llena de macarrones porque los niños solo quieren comer pasta. Los alcaldes siempre son los macarrones y mandan sobre toda la cocina».

Su divertido y educativo enfoque está pensado para que sean los propios niños los que decidan comer alimentos más saludables, en lugar de que las legumbres, el pescado o los vegetales se conviertan en una imposición. «Ellos tienen muy claro lo que quieren y lo que no quieren –señala la informática–, su mente es diferente y creo que a través de los cuentos es más fácil que sean conscientes de lo que comen o dejan de comer».

'Las verduras exploradoras' está recomendado para niños de 3 a 6 años, una franja de edad crucial para adoptar hábitos de alimentación saludable. «Enseñarles a comer de todo desde chiquititos es una apuesta de futuro porque cuando ya eres más grande, aunque seas más consciente, cambiar los hábitos ya se hace mucho más complicado. La obesidad infantil es una lacra y una problemática muy preocupante, que cada vez está más presente en nuestro país», concluye Justicia.