De Murcia a Japón. Emilio Macanás, ayer, en el Paseo Alfonso X de Murcia, donde estos días se celebra la Feria del Libro. Guillermo Carrión/ AGM

La novela escrita en una isla perdida de Japón entre 100 macacos sin rabo

El arquitecto murciano Emilio Macanás publica 'El niño de las historias', su debut en la ficción, una obra influida por los personajes de emociones contenidas de Studio Ghibli

Martes, 7 de octubre 2025, 00:58

Emilio Macanás Martínez (Murcia, 35 años), arquitecto del estudio UNO100 de Murcia, especializado en arquitectura eficiente, acaba de debutar en la novela con una obra ... llena de contención y sensibilidad, 'El niño de las historias' (La Fea Burguesía), de reciente publicación. Macanás, alumno del también escritor Eric Luna en la escuela de escritura Casa Relata, que celebra sus reuniones en Rancho Rosa, en el barrio de Santa Eulalia de Murcia, firma también las pinturas originales que ilustran este volumen.

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Es una exquisita carta de presentación, muy pensada a lo largo de los años y escrita, en bruto, aunque suene increíble, en una isla al sur de Japón de unas 30 hectáreas. Un lugar muy escarpado, a 200 metros de tierra firme, y tan solo habitado entonces por un centenar de monos japoneses, sin rabo e intolerantes, con jerarquías muy acentuadas y divididos en dos grupos, pero que, como sorprendió a la comunidad científica nipona, lavan los boniatos en riachuelos y en el propio mar antes de consumirlos.

En este contexto salvaje en la isla de Kojima [isla pequeña en japonés], permaneció Macanás ocho meses acompañando a su novia, y hoy esposa, la bióloga aragonesa Alba Castellano Navarro, en un estudio de campo para su tesis en la Universidad CEU Cardenal Herrera de Valencia sobre el comportamiento de esta colonia de macacos japoneses. «No quería perderme esta aventura», asegura Emilio Macanás, convencido de que todo lo que hace tiene que ver con la literatura. «En mi vida, arquitectura y literatura se influyen mutuamente». Siempre escribió, desde los primeros compases. Pero, en concreto, en esos ocho meses en Japón, aislado del mundo, estaba claro que algo importante iba a suceder.

Tuvo tiempo para pensar, y para esbozar el proyecto literario de su vida. «Ya han pasado ocho años, y hoy me parece un sueño todo lo que nos sucedió», reconoce. «Vivíamos en unas condiciones muy específicas. En esta isla no hay humanos, solo monos y otros animales. Vivimos todo ese tiempo en una cabaña de hormigón que tuvimos que reformar sin presupuesto porque hacía años que nadie vivía allí. Permanecimos sin agua y sin luz, totalmente recluidos. Adecentamos este lugar para convertirlo en nuestro hogar, manteniendo a raya las humedades y los bichos que nos rodeaban». Su pareja, bióloga, obtuvo una beca para investigar el día a día de estos primates antropoides, «y le dije que me iba con ella, de todas todas, como ayudante». Macanás trabajó como ayudante de campo por las mañanas, y, por las tardes, escribía.

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Padre e hijo

Aquella isla pequeña cambió muchas cosas. Han pasado ocho años... Emilio montó después un estudio de arquitectura en Murcia con otros compañeros, Alba sigue investigando y dando clases al mismo tiempo. «Esta era mi primera novela, y yo he aprendido cuál es mi forma de escribir escribiendo 'El niño de las historias'. Todo empezó con historias que nos contaba mi padre a mis hermanas y a mí de pequeños. Esas historias, a lo largo del tiempo, se han transformado, y todo acabó siendo, y esta es la trama de la novela, la historia de ese niño al que le contaron las historias y de mayor las ha olvidado y se siente desconectado de quién fue. Esa capa extra de contenido es lo que le daba interés, porque no solo son las historias de un niño, sino el conflicto de ese chico. El personaje es mi alter ego».

'El niño de las historias'

  • Género. Novela.

  • Editorial. La Fea Burguesía.

  • Autor del texto, de la obra de portada y pinturas: Emilio Macanás Martínez.

Aquellas historias salían en reuniones familiares cada equis tiempo, pero estaban muy difusas. Un día Emilio y su padre salieron de paseo al campo, encendió una grabadora que guardaba en el bolsillo de la camisa y le pidió que le volviera a contar aquellos relatos. Sus hermanas tienen ocho y cuatro años menos que él. «Estas historias iban a ser relatos, aunque conforme escribía me pedía transformarlos en una novela. A todos nos suceden cosas, el personaje no soy yo, pero tiene muchas cosas de mí. Surgió la necesidad de hablar de ese chico, y de ponerlo en un entorno cerrado durante cuatro días con su padre para que afloraran situaciones personajes y matices interesantes».

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Retrato de Emilio Macanás, arquitecto y escritor. Guillermo Carrión / Agm

La novela no va sobre Japón, pero tiene tanto que ver con Japón... «Tiene mucho de Japón por estar allí escribiéndola, por las personas con las que nos relacionábamos cuando salíamos a tierra. Y también porque a mí me ha encantado Japón desde siempre. Creo que la forma de sentir que tienen los autores japoneses, su contención a la hora de exponer sus emociones, se parece, salvando las distancias, a la que yo he querido transmitir a mis personajes. A veces, los silencios hablan más que las palabras, eso es muy japonés. Luego, yo soy muy seguidor del Studio Ghibli [considerado el mejor estudio de animación, creadores de 'La princesa Mononoke' y 'El viaje de Chihiro'] y creo que tanto a la hora de pintar como a la de escribir está muy presente en todo lo que hago», sostiene. «En los personajes de Ghibli ves perfectamente esa contención de la que hablo. Es algo increíble cómo se relacionan, por ejemplo, en 'La princesa Mononoke', donde hay un mundo de luces y sombras».

Emilio Macanás, hijo de la catedrática en contabilidad y finanzas de la UMU Isabel Martínez Conesa, exconcejal de Hacienda del Ayuntamiento de Murcia y exdirectora general de Presupuestos, Fondos Europeos y Finanzas de la Comunidad Autónoma, ha reescrito esta novela en estos ocho años desde aquella primera estancia en Japón. Ha vuelto dos veces más. «La novela se ha cocido a fuego lento y los personajes han ido evolucionando. En Japón escribía todas las tardes, pero el trabajo de reestructuración se hizo aquí».

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¿Era una deuda pendiente? «En un cumpleaños le regalé a mi padre un cuaderno vacío con una portada y folios en blanco para que escribiera él sus historias. Pero como él no lo hizo, me tocó hacerlo a mí», reconoce el arquitecto. «Ese padre y ese hijo de la novela no somos nosotros. Ambos se llevan muy mal, y se ven cuatro días cara a cara y tienen que entenderse. ¡Mi padre y yo nos llevamos muy bien y lo sabemos! Esto es autoficción, ha salido al final de mí, pero yo no soy el protagonista que tiene que resolver muchas cosas sobre su vida». Si bien este proceso «me ha hecho meditar mucho», admite: «El mundo en el que vivimos es muy reducido dentro de la realidad global». Macanás firma este viernes en la caseta de La Fea Burguesía de 17 21 horas y estará en la Feria del Libro de Cartagena el 17 de octubre, en la caseta de El Corte Inglés, de 17 a 21 horas, y el 6 de noviembre en la Biblioteca Salvador García de Molina, a las 20 h.

En su cuenta de Instagram (elninodelashistorias) ofrece extractos narrados y pintados de la novela.

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