Poesía inclusiva
Lo no poético dentro de un lenguaje recién creado, puro y profundo, hiriente y hermoso
Dice la contraportada, y dice la prensa, que este es un libro «sobre la exclusión social» y ahora, tras terminar su lectura, noto cómo me ... rebelo contra esa definición, contra el trata sobre, como me pasa siempre que un libro fascina. 'Perro fantasma' es mucho más que un poemario sobre la exclusión social. No hay, por ejemplo, una galería de retratos de excluidos a los que mirar con admiración-compasión-morbo-horror. No hay, tampoco, un análisis socioeconómico preconcebido sobre la marginación que cada poema ilustraría o ejemplificaría. Lo que hay, aquí, es poesía en su más alta expresión. Lo que hay, aquí, es verdad; esa conmoción que produce la buena poesía y que sentimos como un escalofrío de reconocimiento al que llamamos «verdad» a falta de mejor nombre.
'Perro fantasma' es una mezcla entre la 'Divina Comedia', 'La tierra baldía' y 'El capital'. El libro comienza muy dantescamente con este primer verso: «no sé cómo he llegado pero estoy en mitad de la huerta» cuyas resonancias no son ni parodia ni homenaje, sino verdad. José Daniel Espejo no hace, como Dante, un tour guiado por el infierno, el purgatorio y el paraíso tras el cual alcanza un Conocimiento Supremo que entrega al lector. El «yo» de 'Perro fantasma' comienza perdido en una huerta oscura que es al mismo tiempo paraíso, purgatorio e infierno, porque la belleza y la fealdad son categorías estéticas, pero también están infectadas de una carga ideológica que el poeta intenta superar con su mirada inclusiva: «y ambas cosas conviven milagrosa / mente equilibradas enteras perfectas / el monstruo que soy la primavera / el río lleno de mierda y una garza / que bebe de él / majestuosa».
Como en 'La tierra baldía', el yo poético de 'Perro fantasma' se descompone y se hace polifónico'; y la huerta, o el desierto baldío de Cabo de Gata, o el Polígono, se llenan de fantasmas, de voces que hablan en primera persona porque son la primera persona. Hay un poeta cojo y yonki y está su abuela y hay una chica o una mujer que es una cajera y otra que es una suicida y un poeta que no sabemos si está cojo o no pero vive en una casa llena de fantasmas, silencios y botellas. Pero ni los vivos ni los muertos, ni la cajera ni el poeta, ni el yonki ni su abuela son percibidos como personajes. No es la heterogénea polifonía eliotiana tampoco lo que guía estos versos, porque aquí solo hay una voz que incluye a todos los seres que habitan este mundo. José Daniel Espejo consigue que cada personaje aparezca dolorosamente vivo, en unos versos que se rompen fonéticamente para mostrarnos la forma en que la mirada poética también se ha tenido que romper al componer cada poema: «disuelvo con la lengua el an / siolítico contra mis / muelas rotas paso la cordi / llera secreta allí nieva / en la oscuridad la saliva es amar / ga noche / trágame ya».
'PERRO FANTASMA'
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Género. Poesía.
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Editorial. Candaya.
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Autor. José Daniel Espejo.
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Prólogo. Begoña Méndez.
Si hemos de decir, por tanto, que es un libro sobre la exclusión, digámoslo así: este poemario anula todo lo que aparece en la mente al leer la afirmación «es un libro sobre la exclusión»; y lo consigue, paradójicamente, gracias a la idea de inclusión. 'Perro fantasma' lo que hace es incluir la exclusión social como material estético en un largo y único poema épico. Incluir lo feo, la herida, la culpa..., incluir, en definitiva, lo no poético dentro de un lenguaje recién creado, puro y profundo, hiriente y hermoso. Incluir lo excluido es la técnica y el sentido de este libro, es su forma de poetizar la realidad, o de realizar la poesía.
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