Dos investigadores murcianos rescatan la labor del académico Manuel García Matos

Bajo el nombre 'El profesor Manuel García Matos y las grabaciones documentadas en las antologías del folclore español: el caso de Murcia' se recoge la aventura y trasiego del catedrático interino de folklore en el Conservatorio Superior de Madrid. Un artículo que nace con la intención de «trabajar la discografía histórica relacionada con el folklore y el flamenco anterior a los 80». Fue así como Tomás García y María Luján supieron de los numerosos viajes que Manuel García Matos realizó entre 1957 y 1962. El estudioso grabó alrededor de 10.000 obras repartidas en cuatro antologías compuestas por 25 LP y 10 CD.

Por su riqueza, quedó prendado de Murcia y en el año 1962 decidió crear un monográfico destinado a los cantes que había descubierto en la Región. Al final quedaron eternizados en sus antologías: jotas, mayos, aguilandos, cantes de faenar, cantes mineros, nanas y malagüeñas de las manos y voces de las dos Campanas de Auroros de Rincón de Seca, Juan Antonio Gambín Navarro 'El Compadre', Isabel Nicolás Moreno, Antonio Ruipérez Campoy, Tomás Amante Monteagudo, los Auroros de la Huerta, la Cuadrilla de Aledo, los Auroros de Monteagudo, Andrés Martínez Pina 'Tío Abogao', José López Belmar 'El Bolero', Manuel Cárceles, los Auroros del Rosario, la Banda de la Academia del Aire de San Javier, Fernández Caballero, Mariano García Abellán 'El Comino', etc.

Una recopilación que se grabó en escenarios como el Teatro Romea, en Rincón de Seca y en los propios huertos con el equipo de grabación de la época y una considerable expectación que quedó plasmada en las publicaciones de periódicos como LA VERDAD o el diario 'Línea'.

Curiosos, agentes de la cultura y personas del lugar se acercaron a las largas jornadas donde reinaba la profesionalidad y la naturalidad de estos cantes que han despertado la curiosidad –décadas después– de los mencionados investigadores. «Empezamos a indagar en la gente que participó en las grabaciones y hay que remarcar que algunos siguen vivos, como el Niño Ricardo, que hoy tiene 70 años», comparte el documentalista Tomás García.

A pesar de que el nombre de Manuel García Matos es casi desconocido en la actualidad, consiguió con su trabajo que la Diputación de Murcia se fijase en el talento del Orfeón y los auroros, y buscase resguardar del olvido sus sonidos. «En sus últimos viajes García Matos descubrió que 'la gente auténtica' que había vivido todas esas fiestas y rituales ya casi no existía», señala Tomás. Personas que fueron falleciendo con el paso de los años. «Si él no los hubiese grabado, no hubiésemos podido conocer a todos esos informantes que perdieron su vida», subraya determinante el investigador murciano.

Actualmente, las recopilaciones están en la Biblioteca Regional para el acceso y uso público, aparte de en manos de coleccionistas. Piezas clave que revelan un pasado del que se nutren las agrupaciones existentes de folklore de la Región de Murcia. Un legado sempiterno.