Cristóbal Pérez y Dictinio del Castillo combaten por 'La ciudad infinita'

Habrá quien se pregunte sobre el choque que puede producir mostrar en una misma exposición la obras de un pintor figurativo, como es Cristóbal Pérez García, y las de un pintor abstracto, como lo es Dictinio del Castillo. Pero la sorpresa definitiva surgirá el domingo 14. Cada uno pintará un cuadro y, cuando estén a punto de finalizar, lo intercambiarán, para que este acabe el de aquel, y viceversa. Sucederá en la Sala de Exposición de Los Garres, pedanía de Murcia, a propósito de 'La ciudad infinita' -ayer se inauguró-, muestra en la que ambos artistas participan.

Cristóbal Pérez García afirma que «los dos trabajamos sobre la idea de la ciudad y su continuidad. Cada uno expresa esta idea de una manera distinta. Dictinio lo hace en estilo abstracto, y yo, de un modo figurativo. Queremos que todo sea un poco original, aunque la exposición no tenga, aparentemente, una línea en cuanto a estilo». Asegura que «el intercambio de cuadros que haremos en su momento busca más sentido de fusión de las atmósferas, en las que se desenvuelve Dictinio, con una visión más figurativa, en la que yo trabajo. Él empezó con la idea de pintar cada uno un cuadro, pero yo le di la vuelta, de modo que nos los intercambiáramos, para que cada uno acabase el cuadro del otro». Cree que lo más importante es «mostrar ese diálogo sobre la ciudad, aunque sea a través de estilos diferentes».

No sabe qué sucederá, «porque es la primera vez que me meto en la aventura de acabar un cuadro de otro», dice Cristóbal. ¿Chocará mucho a la gente? «Sí, es posible, pero vamos a intentar hacer un esfuerzo para meternos cada uno un poco en el pellejo del otro pintor, respetando sus pinceladas. La verdad es que no sé cómo acabará todo, porque, como ya he dicho, es algo que no he hecho nunca, pero sí pienso que es una experiencia curiosa, bonita y hasta interesante. Sabemos que nos va a suponer un esfuerzo mental, pero hay que comprometerse.

Dictinio del Castillo, profesionalmente dedicado a la arquitectura, 'culpa' del embrollo en el que se van a meter al pedáneo de Los Garres, José Serna. «Conocía la pintura de Cristóbal y la mía, y un día dijo que desearía mucho montar una exposición con obras de ambos, porque le gustaba lo que uno y otro hacíamos. Habló de buscar un hilo conductor entre ambos estilos, para una temática precisa. No hubo problema por parte de Cristóbal, pese a que su estilo es muy figurativo y muy distinto a lo que yo hago. Yo prefiero la abstracción en un doble sentido: por un lado, busco generar atmósfera o una abstracción como mucho más pura; y por otro, una abstracción geométrica, aunque tenga que ver con una geometría mínima». En la muestra se exponen varios cuadros de Dictinio, «en los que se contempla esa atmósfera cortada por una línea, con una geometría muy básica, que quizá solo es la línea de un horizonte. O un cuadro, en el que aparece solo una ventana en el centro, pero también con una geometría muy limpia, muy sencilla. Esto me da pie para decir que aquí podría estar ese hilo conductor, ya que Cristóbal trabaja sobre geometrías mucho más realistas. Es un modo de decir que la ciudad tiene múltiples miradas».

¿Ha pensado en los espectadores? «La verdad es que no sabemos si estas dos formas de contemplar un mismo espacio servirán positivamente a los espectadores. Pero nosotros pensamos que la exposición en sí, y ese intercambio de cuadros para acabar, que, por cierto, serán donados a la Asociación Española contra el Cáncer de Murcia, son algo bonito y un complemento».

Si se obtiene éxito en la aventura, ¿serían capaces ambos pintores de abjurar de sus hábitos artísticos y entregarse a la nueva fórmula? «Pienso que cada uno seguiremos nuestra ruta. A mí -dice Dictinio- me cuesta realizar un cuadro; a veces, es casi una pelea, porque con mis obras tengo una relación muy intensa. Cuando pinto un cuadro es porque, realmente, me apetece».