La Capellanía echa a andar

Un nuevo espacio cultural e independiente dedicado a las artes, con especial atención a la música y la creación escénica, es la propuesta que echa a andar hoy en la pedanía caravaqueña de Benablón, donde la empresaria Ana Cánovas y las gestoras culturales Belén Conesa y Alejandra Carbonell han dado una nueva vida a La Capellanía. Se trata de un cortijo utilizado hasta ahora como casa rural al que su propietaria, Ana Cánovas, quiere dar un nuevo uso: el creativo. Servirá de punto de reunión para artistas de diversas disciplinas y prevé convertirse en un espacio de referencia cultural en esta zona de la Región de Murcia.

Su puesta en marcha se inicia hoy con una jornada festiva a la que están invitados los grupos murcianos Ruto Neón, Crudo Pimento y Bosco, quienes ofrecerán sendos conciertos. También habrá sesión DJ y actuaciones de otros artistas emergentes. Se trata de un evento privado accesible con invitación que reunirá a un centenar de personas; y será el comienzo de un proyecto con perspectivas de desarrollo que aspira a levantar un estudio de grabación musical para grupos de la Región, u otros lugares, que quieran registrar sus trabajos. Por lo pronto, el espacio abrirá este año tres áreas de trabajo. En primer lugar, acogerá un programa de residencias para artistas internacionales ofreciéndoles un espacio de trabajo al aire libre y en medio del campo. También incluirá residencias locales.

La segunda de las áreas de actuación comprende la celebración de dos festivales, uno de ellos dedicado a la danza, y previsto para junio del próximo año; y otro, centrado en la música hecha por mujeres, que tendría su cita en otoño.

Como tercer apartado, el centro prevé la realización de talleres presenciales específicos y 'online', así como charlas, coloquios y mesas redondas con otros artistas. La cuarta línea de actuación sería la puesta en marcha del estudio de grabación.

La idea de convertir La Capellanía en un espacio cultural partió de su propietaria, Ana Cánovas, quien contactó con Alejandra Carbonell –y esta con Belén Conesa, impulsora en 2014 de la residencia de artistas La Postiza, en plena huerta murciana–, para que le ayudara en este proyecto.

La Capellanía cuenta con capacidad para 12 personas, «aunque lo ideal –afirma Conesa– sería un máximo de ocho», con el fin de que los artistas tengan mayor espacio para trabajar. La casa posee salón, cocina, varios baños y un amplio jardín exterior, además de piscina.

En los terrenos aledaños está proyectada la construcción del que sería el estudio de grabación del centro, así como un espacio de trabajo común para artistas y creadores. En este primer año, apunta Conesa, «hemos apostado por residencias multidisciplinares que aborden tanto comisariado como fotografía, trabajos sobre el territorio, literatura..., pero nuestra idea es focalizarnos poco a poco en la música y en las artes escénicas».