Arte urbano en los muros de Blanca

El Plan de Acción de Intervenciones Artísticas ha sido destinado a la recuperación histórica y patrimonial de la pedanía de La Estación de Blanca, cuyo objetivo principal es la puesta en valor y la revitalización de este entorno degradado de la localidad. Para ello se convocó un concurso de mural al que se presentaron 14 artistas de la Región y de otras provincias de España.

El mural ganador, de 16 metros de ancho por 4 de alto, se ha ubicado junto a la antigua estación de tren Blanca-Abarán.

Para Elige Chose, diseñador gráfico y amante del grafiti desde muy pequeño, «la intervención a nivel conceptual es la representación de dos puntos que se unen a partir de una línea, que es lo que representa una estación de tren, la unión entre dos lugares diferentes», explicó el artista, que se acercó a los niños del colegio Virgen del Pilar para explicarles la intención de su mural. «Es una obra que pone en valor el potencial artístico y cultural de su pueblo jugando con trazos que remiten a caligrafías árabes y romanas», detalló.

Esta pieza de arte muestra de una manera sintética tres de las ruedas de una locomotora unidas por un engranaje. Los conceptos a transmitir en esta obra han sido conexión, movimiento y crecer, «una pequeña narración conceptual que nos ayuda a justificar la relación con el entorno y su historia», añadió Chose. La técnica empleada ha sido el 'calligraffiti', la caligrafía aplicada al mural. «Estas ruedas de la locomotora están formadas por diferentes formas caligráficas con reminiscencia árabe», sostiene el creador. La inauguración oficial se realizó de manera virtual el pasado fin de semana y contó con la concejal de Cultura, Sole Ríos, y del pedáneo de La Estación, Ernesto Ortega.

Otras acciones realizadas tienen como protagonistas a Josman P, quien en colaboración con Juan Conesa, ha recuperado las paredes de una de las antiguas casas abandonadas frente a las vías del tren y que ha dedicado este espacio a conmemorar a las mujeres que trabajaron como salva barreras, y a la artista Elena Azzedin, cuya intervención se efectuó sobre un segmento de la valla de la estación, «reflexionando sobre lo efímero, entablando un juego entre el dinamismo del tren y los momentos fugaces que marcan nuestras vidas».