Ovidio. Homenaje coral al poeta eterno

Antología. La Fundación Teatro Romano de Cartagena publica 'En el nombre de Ovidio', una selección de poemas sobre el autor romano compilados por la profesora de la Universidad de Murcia Rosario Guarino, una obra monumental para recordar al poeta del amor, de los mitos y del triste destierro

Lunes, 22 de marzo 2021, 21:35

La profesora titular de Filología Latina de la Universidad de Murcia Rosario Guarino Ortega (Barcelona, 1968), miembro del grupo de investigación Literatura Latina y Mitología ... Clásica y presidenta de la sección murciana de la Sociedad Española de Estudios Clásicos (SEEC), es una declarada predicadora de los referentes culturales e intelectuales de la Antigüedad. A ella se le debe la última antología poética dedicada a Ovidio (Sulmona, 20 de marzo de 43 a.C.–Tomis, 17 d.C.), «poeta inmortal y eterno». Llevar a buen puerto 'En el nombre de Ovidio', antología editada por la Fundación Teatro Romano de Cartagena (Comunidad Autónoma, Ayuntamiento de Cartagena y Fundación Cajamurcia), dentro de la colección 'Diálogos del mundo antiguo-02', parecía «una misión imposible» por lo abarcadora de una obra que, incide Guarino, sigue inspirando al mundo con su luz.

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Este compendio de 240 páginas, maravillosamente organizadas por el diseñador José Luis Montero con laureada portada del pintor Antonio Martínez Mengual, nos acerca «a las tres dimensiones de Ovidio: la del poeta del amor, inspirado por aquella Musa más divertida (iocosa), la del poeta más triste tras ser condenado al exilio por Augusto en los confines del Imperio y la del poeta de la innovación y el cambio, de la metamorfosis», concreta Elena Ruiz Valderas, directora del Museo Teatro Romano de Cartagena, donde esta semana fue presentado este volumen. Alimento saludable, sin duda. Carne del pasado que proporciona al lector proteínas de alto valor emocional.

'EN EL NOMBRE DE OVIDIO. ANTOLOGÍA POÉTICA'

  • Selección: Rosario Guarino Ortega.

  • Edición: Fundación del Teatro Romano de Cartagena.

  • Participantes: 115 poetas de distintas épocas, 30 de ellos de la Región de Murcia o vinculados a ella.

Para Guarino, esta suerte de ofrenda a un cantor excepcional surge como un intento de ofrecer «un pequeño botón de muestra de la capital importancia del poeta y su obra como referente en una amplia muestra de autores, ciento quince hombres y mujeres de distintas épocas y procedencias, desde la Edad Media a nuestros días». Escritores de habla hispana –de los que 30 son murcianos o residentes en la Región de Murcia– y de otros países europeos, de Brasil y de Rusia. «Ovidio, ya sea en su condición de praeceptor amoris, de autor de las 'Metamorfosis' o de poeta maldito y exiliado por cuestiones políticas que continúan siendo desconocidas (el poeta del amor, de los dioses y del exilio, en la taxonomía propuesta por el profesor Von Albrecht), está omnipresente de un modo u otro en estas páginas», escribe Guarino en su introducción. «Así, aparecen Corina o Fabia, o el propio Ovidio, lascivus, roto por el dolor, desesperado por la distancia que lo separa de la civilización representada por la Urbe, o airado contra un emperador que no se digna deponer el injusto castigo. También se dan cita distintos personajes de sus 'Metaformosis', como Faetón, Ícaro, Cíane o Dafne, y pasajes como la casa de la Fama, o la cueva del Sueño, o cualquiera de sus obras ('Amores', 'Heroidas', 'Ars amatoria', 'Remedia amoris', 'Fastos', 'Metamorfosis', 'Ibis', 'Tristia' o 'Pontica'), en muchas ocasiones con intención paródica».

La obra es un botón de muestra «de la capital importancia del poeta y su obra como referente en 115 autores»

Guarino, coordinadora del ciclo anual del recital literario 'Pasado continuo' en la Facultad de Letras de la Universidad de Murcia y autora de los poemarios 'Palimpsesto azul', 'Florida verba' (Premio Libro Murciano del Año 2017) y más recientemente de un ligero volumen de artículos memorialísticos 'A la intemperie' (La Fea Burguesía, 2021), recuerda que en este homenaje a Ovidio se concitan poemas muy diversos sobre la ironía, el erotismo y el dolor. En general, resume Guarino, en estos poemas con resonancias ovidianas «se respira admiración y respeto por Ovidio y su obra y, de un modo que sin duda complacería al vate, se le reinventa y recodifica en una feliz fusión de clasicismo y modernidad donde las mujeres toman tanto la palabra como la iniciativa para dejar de ser 'eloquio victae'». En estos textos, indica a los lectores como pista esencial, «son evocadas la tristísima noche de su destierro, el erotismo de una siesta con Corina o los ojos verdes de Fabia, se invita al disfrute, se recrea el ambiente propicio a la creación literaria o el que la hace inviable, se aspira a la inmortalidad o se reflexiona sobre la caducidad de las cosas y los seres...».

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Bimillennial

Juan Antonio González Iglesias, profesor de la Universidad de Salamanca, se refiere a Ovidio como «poeta bimillennial»: «Solo a Ovidio le sienta bien ese desenfadado anglicismo, tan latino que el propio Ovidio lo habría comprendido. Le sienta bien porque suena a generación joven, con la frescura de los tiempos nuevos. Pensemos que significa 'dos veces millennial'». Para González Iglesias, la vigencia de Ovidio es incuestionable. Por su «juventud inagotable», dice, que «igual ha podido con todos los censores pasados, podrá con los futuros. A su fuerza se suma la de los poetas y lectores que vendrán. Ovidio combate también en el interior de cada uno de nosotros. Combate nuestro puritanismo y nuestro autoritarismo. Nos hace más libres». Y brinda el profesor González Iglesias por otros dos milenios más para Ovidio, «el poeta del amor y de la libertad, el exiliado por los autoritarios –que nos parecen viejos, pero entonces se presentaban con el disfraz de lo nuevo–, el debelador de los puritanos de entonces, de los de después y de los de ahora. Y de los que vendrán porque nos esperan tiempos difíciles. A todos los ha ido derrotando este clásico durante su primer bimilenio».

Las mujeres toman la palabra en esta «feliz fusión de clasicismo y modernidad», señala la profesora Guarino

Abre la antología de Guarino uno de los más importantes ovidianistas, Michael von Albrecht, con el poema titulado 'A Ovidio en el año MMXVII', que en un momento dado dice: «El imperio Romano pereció, pero Corina vive,/ muerto está Augusto, Nasón el poeta florece./ Pero esto no lo esperabas: tu gloria, gran poeta,/ no se contuvo en los límites del Imperio./ ¡Qué pequeñísima parte de la tierra poseías tú, Augusto!/ En todo el orbe se leen, Nasón, tus poemas./ Pues en todas las tierras tu óptimo ingenio/ poeta Nasón, y tu Musa, agradan». El poema 'Noticiario de un colegial melancólico', de Rafael Alberti, publicado en Madrid en 1929, es otra de las perlas de la antología: «NOMINATIVO: la nieve./ GENITIVO: de la nieve./ DATIVO: a o para la nieve./ ACUSATIVO: a la nieve./ VOCATIVO: ¡Oh, la nieve!/ ABLATIVO: con la nieve/ de la nieve/ en la nieve/ por la nieve/ sin la nieve/ sobre la nieve/ tras la nieve/ La Luna tras la nieve/ Y estos pronombres personales extraviados por el río/ y esta conjugación tristísima».

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Hay 46 poemas inéditos, muchos de ellos de autores murcianos como Dionisia García, Alicia Párraga, Antonio Soto Alcón, José Daniel Espejo, Santiago Delgado, Soren Peñalver, José Alfonso Pérez Martínez, José Cantabella o María Teresa Cervantes, entre otros. Aunque la mayoría son referencias bibliográficas. Encontramos versos de Francisco Brines, García Lorca, Garcilaso de la Vega, José María Álvarez, Aurora Saura, Antonio Colinas, Aurora Luque, Silvina Ocampo, Raquel Lanseros, Noelia Illán, Idoia Arbillaga, Purificación Gil Fernández, Eloy Sánchez Rosillo, Francisco Sánchez Bautista, Luis Antonio de Villena, Pedro Salinas, Quevedo, Ezra Pound, Jaime Siles, Verlaine o Salvador Rueda.

Dice José Antonio Molina Gómez, en 'La última epístola desde el Ponto', que «antes era juguete del mar, de los vientos y de las oscuras tempestades que robaban la luz del día, y tú reunías la fuerza de Zeus, Poseidón y Plutón en tu diestra. Mas ahora ha vuelto mi ánimo sereno. Las desgracias, a fuerza de acostumbradas, ya no hurtan claridad a mis ojos ni valor a mi corazón. He recuperado en los momentos finales el sosiego y la soledad del escritor para dedicarte mediante esta carta unos versos míos, final y rúbrica de mi vida».

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«En tu peregrinar –escribe Dionisia García– en torno al tiempo,/ no sé dónde estarás, Ovidio, ahora,/ solo Dios sabe, y en lo secreto guarda». Gerardo Diego comenzaba así su 'Homenaje a Ovidio': «Hace apenas un siglo yo era hamaca de sueños/ tendida estirada entre dos frentes de árboles/ frentes de árboles altos pretendiendo engañarme/ hamaca extensa hamaca amor del arcoiris/. Y ahora soy esa hoja mañana seré pájaro...».

«Al final y lejos...»

El fallecido José Cantabella, en 'Para llegar a Ovidio', dedicado «a Carmen Cantabella, amadora única», se pregunta: «¿Cuántos son/ los que desconocen/ ya bien entrado el siglo XXI/ 'El arte de amar'? Unos cuantos son». En 'El llanto de Ovidio', Isabel Blanco Ollero deja escrito: «(...) El don que me prohibías,/ como vasija rota de vidrio,/ es quien se presenta ante mí/ sin avisar/. Como una gacela coleccionando alegrías». Idoia Arbillaga nos recuerda que «vil dolor... con dolor se paga». «Caerá sin hacer ruido la última hoja./ Toda esta biblioteca ha de morir conmigo», remata Juan de Dios García. Y Luis Antonio de Villena reconoce que «alguna vez, de noche sobre todo, he creído sentirme como él: al final y lejos...».

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Tres poemas sobre Ovidio

Aurora Saura Baicacoa

Hablando con Atalanta (en invectiva a Venus)

Te dejaste ganar. Cómo negarlo.

¡Qué magnífica excusa, las manzanas!

Más ligera que ningún hombre,

huías a los bosques,

a nadie habías rendido

tu libre soledad.

Pero a él, le cediste ese honor.

(¡Ah, Venus,

caprichosa como todos los dioses!,

envidiaste aquel juego

porque en ese momento Atalanta

fue Venus e Hipómenes olvidó

las ofrendas.

No supiste apreciar su regalo:

¿acaso hay para ti mejor premio

que la pasión en que arden los amantes?)

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Sois ahora fieros leones,

mas ¿qué importa?:

se anudan contra el viento

las melenas rojizas,

son vuestro lecho los bosques

y Venus misma advierte

de vuestra fuerza a Adonis

y teme que dañéis a quien ama.

('Avivar el fuego. Poemas 1980-2017', Renacimiento, Sevilla, 2018)

Rosario Guarino Ortega

Florida verba

Mis momentos de gloria, casi todos

-al menos de momento-

están ligados con los casos oblicuos

de aquella lengua madre donde tiene su origen

esta en la que me expreso, vivo,

pienso y siento normalmente.

En las palabras de Virgilio, Horacio, Ovidio,

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y tantos otros, herederos de los griegos,

que la captor cautivaron con su mérito,

he encontrado regocijo, lecciones y momentos

que otra vez viviría complacida.

Como el día aquel que te llevó a mi puerta

con la excusa de devolverme un libro

tan solo por rozar con tus manos las mías,

y buscar con tus ojos mi mirada,

pero salió mi madre y fue ella

quien recogió risueña y sin sospecha

aquel desvencijado diccionario de latín,

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suprema paradoja de sí mismo,

mudo, aunque su carne eran palabras,

obediente al adagio, soñando en volar libre,

a lomos de sonidos, lejos de la condena

que la escritura, como un verdugo, impone.

«Melius peribo quam sine te vivam»

escribí convencida en su primera página.

Florida verba, amor adolescente,

compromiso gozoso porque ignora

cuán cerca en el papel están la flor y el llanto

por un azar cruel, en la lengua del Lacio.

('Florida verba', Dokusou, 2017)

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Noelia Illán Conesa

Apolo y Dafne

A Dafne ya los brazos le crecían,

y el jersey no le cabía.

La dulce ninfa se había hecho mayor,

y pasaba de charlas con su papaíto Peneo.

La niña que huía del amor, empezaba a buscarlo.

Ahora le gusta salir de marcha,

y los laureles se los pone para adornar su cabeza

y llamar la atención de los chicos que babean por ella.

Prefiere la ginebra y la noche,

y se ha dejado ya

de bosques y de ríos.

Ahora el pobre Apolo la busca,

a ver qué pasa esta vez...

('Calamidad y desperfectos', Azarbe, Murcia, 2012, reed. 2013 con prólogo de José María Álvarez)

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