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El mito tras el horóscopo

Mª DEL MAR CARRILLO GARCIA

Lunes, 27 de mayo 2019, 22:25

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Todos los caminos conducen a Roma, pero el nuestro proviene de Grecia. Esta máxima podemos aplicarla a casi todas las áreas del conocimiento y pensamiento occidental. Buen ejemplo de ello son los signos zodiacales o ciclo de los animales, cuyo origen está enraizado en la mitología.

Así, de las Argonaúticas proceden varios signos. Estas narran las aventuras de Jasón y los argonautas en busca del vellocino de oro, carnero alado con capacidad para hablar. Fue regalo de Hermes a los hijos del rey de Tracia, Frixo y Hele, a los que su madrastra Ino intentó aniquilar. El carnero les permitió escapar y llegar a las costas de la Colquide donde Frixo se casó con la hija del rey Eetes, al que le regaló el carnero que fue escondido en un bosque y escoltado por un dragón y es recordado bajo la constelación de Aries.

Famosos argonautas fueron Cástor y Pólux, que dan nombre a Géminis. Hijos de la misma madre, pero de distinto padre. Del amancebamiento de Leda con Zeus (Cisne) nacieron los inmortales Pólux y Helena y de su marido Tindáreo quedó embarazada de los mortales Cástor y Clitemnestra. En la aventura, Cástor murió y su gemelo que lo amaba mucho, decidió turnar su inmortalidad con la mortalidad de su hermano así que pasaban mitad del año uno en el Olimpo y otro en el Hades y la otra mitad al revés.

Hércules, tripulante de Argo, era hijo de Alcmena y fruto de una de las famosas aventuras extramatrimoniales de Zeus. Hera, se vengó de su marido, volviendo loco a Hércules que mató a su esposa e hijos, a raíz de lo cual tuvo que expiar sus culpas a través de doce trabajos.

Su primer trabajo fue matar al león de Nemea y arrancarle la piel. Las armas de Hércules resultaron inútiles y lo mató estrangulándolo con sus propias manos, y lo despellejó con las garras del mismo león gracias a la ayuda de Atenea. A partir de ahí lo usó como armadura y fue recordado como Leo.

La Hidra de Lerna fue su segundo trabajo. En éste tuvo que terminar con un monstruo de ocho cabezas cuyo aliento era venenoso y cortarle las cabezas que volvían a crecer. Para dificultar la empresa Hera le mandó un cangrejo, al que Hércules mató de un pisotón. Por esta empresa Hera colocó al cangrejo en el firmamento bajo la constelación de Cáncer. El veneno de la Hidra causó una gran pérdida a Hércules, pues al intentar vengarse de unos centauros erró su tiro y alcanzó a su maestro Quirón, centauro considerado gran sabio, médico y cazador. La flecha que estaba impregnada de la saliva de la Hidra le provocó tales dolores que pidió el fin de su inmortalidad, a lo que Zeus accedió honrando su recuerdo bajo el nombre de Sagitario.

Zeus tenía una apasionante vida extraconyugal de las que dejó como recuerdo las constelaciones de Tauro y Acuario. Tauro recrea el escarceo amoroso con Europa, a la que raptó en Tiro, bajo la forma de un manso toro blanco. Acuario, habla del amor homosexual por Ganímedes, príncipe Troyano, al que raptó metamorfoseado en Águila y convirtió en copero olímpico.

En la Tifonomaquia la diosa Rea mandó a Tifón para que acabara con los dioses olímpicos. Éstos asustados huyeron de él transformándose en peces. Afrodita se ató a su hijo Eros y se tiraron al mar, siendo pescados por un pescador, hazaña que representa Piscis. También el sátiro Pan intentó hacer lo mismo, aunque solo pudo mutar una parte de su cuerpo y tuvo que volver a tierra. Cuando regresó vio cómo Tifón estaba desmembrando a Zeus. Para ayudarlo dio un grito que distrajo a Tifón, lo que Hermes aprovechó para rescatar los miembros y reconstruir a Zeus. En agradecimiento Zeus lo recompensó con la constelación de Capricornio.

Virgo y Libra son dos partes de la misma imagen, la diosa Astrea o Diké (la justicia), que fue la última diosa que abandonó a los mortales en la edad de oro. La diosa virgen encargada de llevar los rayos de Zeus subió al cielo como Virgo y su balanza se convirtió en Libra. Escorpio, por su parte, está ligado a Orión, pues recrea el mito de este gigante, hijo de Poseidón, que intentó violar a Artemisa. Esta pudo tumbarlo enviándole un escorpión que lo mató. Orión pidió a su padre que lo catasterizara y Artemisa hizo lo mismo con el escorpión, para que persiguiera a Orión eternamente.

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