Juan Ortega y Rubio
Centenario. Nacido en La Puebla de Mula, sus 'Historia de España' e 'Historia universal' fueron libros obligados en las universidades de nuestro país y de América Latina
PEDRO ORTEGA RUIZ
Lunes, 18 de octubre 2021, 21:22
Se cumple este año el centenario de la muerte de don Juan Ortega y Rubio, uno de los personajes más influyentes de la cultura española ... en los últimos años del siglo XIX y primera treintena del XX. Nace circunstancialmente en La Puebla de Mula (1845), de donde es su madre. Y vive toda su infancia, adolescencia y juventud en Yéchar, en la casa solariega de la familia Ortega, conocida como la Casa de la Balsa. En ella vive durante todos los períodos vacacionales mientras cursa los estudios de Bachillerato y Filosofía y Letras. Realiza sus primeros estudios en el Seminario de San Fulgencio y en el Instituto de Murcia, trasladándose más tarde al Instituto de San Isidro (Madrid, 1864) para cursar el Bachillerato. En el año 1869 obtiene la Licenciatura en Filosofía y Letras en la Universidad Central de Madrid y el doctorado en esa misma universidad (1871). Nuestros abuelos yechanos nos contaban con orgullo sus aventuras, juegos y vivencias con el niño y adolescente Juan Ortega, que ya entonces apuntaba muy alto.
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Catedrático en el Instituto de S. Sebastián (1874) y catedrático de Historia Universal y de España en la Universidad de Valladolid (1876), se traslada a la Universidad Central de Madrid en el año 1895. En ella permanecerá como catedrático de Historia Universal y de España hasta el año 1918. Muere en Madrid en 1921, precisamente el año del Desastre de Annual.
Su figura intelectual y académica llena todo un largo período en la historia del pensamiento español en el ámbito de la Historia. Su obra fue un referente obligado para los estudiantes universitarios de España y América Latina. Su 'Historia de España' y su 'Historia Universal' fueron los libros de texto obligados en todas las universidades de España y América Latina hasta la década de los años treinta del siglo XX. Fue el 'maestro de los maestros' en el campo de la investigación sobre historia de España. El gran historiador medievalista Claudio Sánchez-Albornoz se refiere a él como «mi maestro».
No admitió más obediencia que la fidelidad a la ciencia y el amor a la verdad
Don Juan fue un intelectual siempre fiel a la ciencia histórica. No admitió más obediencia en su labor docente e investigadora que la fidelidad a la ciencia y el amor a la verdad. En su discurso de inauguración de curso 1882-83 en la Universidad de Valladolid, pide a sus alumnos: «Elevados a este sacerdocio científico, nosotros tenemos un deber principal: enseñar la verdad y propagarla con entusiasmo, sin temor a nadie y sin reparos de ninguna clase. Y no solamente enseñar la verdad, sino practicarla: debemos vivir la vida de la verdad». Fue fue un intelectual muy libre en sus juicios y en sus manifestaciones, y enseñó a no claudicar de la verdad y a no someterse al poder, hasta el punto de hacer una crítica, siempre educada, a la monarquía en presencia misma del rey Afonso XIII. Fue un maestro que enseñaba desde la cátedra y también desde la verdad de su vida. En palabras del historiador y académico muleño, Juan González Castaño (tal vez la persona más documentada de la vida y obra de don Juan Ortega), estuvo a punto de ser nombrado preceptor del rey, pero su perfil republicano abortó su designación en el último momento, aconsejado el monarca por sus personas más allegadas.
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Recibió educación en el Seminario de San Fulgencio y en el Instituto de Murcia
Un personaje de esta envergadura intelectual merece un permanente reconocimiento en la tierra que le vio nacer y donde echó sus raíces. La ciudad de Mula le honró con el título de 'Hijo Predilecto'; le dedicó una de sus principales calles y el IES de Mula lleva su nombre. También en Yéchar, el lugar en el que todavía se conserva la casa de sus padres, y en la que vivió y creció (la Casa de la Balsa), hay una calle, desde hace muchos años, dedicada a su memoria en placa original.
Orgullo para Mula
Que sepamos el centenario de su muerte (1921) está pasando inadvertido en su tierra natal y en toda la Región de Murcia, no así en Valladolid, donde se le está reconociendo y homenajeando como corresponde a su figura. Todavía estamos a tiempo de que este 'Hijo Predilecto' de Mula sea conocido y reconocido por las generaciones siguientes al maestro, especialmente por los jóvenes y niños muleños, que sí conocen su nombre pero no la importancia de su figura y de su obra. Hombres auténticos y coherentes como don Juan Ortega y Rubio son muy necesarios en estos tiempos de turbulencias e incertidumbres.
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En la Región de Murcia, la efeméride de los cien años de su muerte no se está conmemorando
Si don Juan aportó al conocimiento científico un legado imborrable, honrando con ello a todos los que nos sentimos vinculados al pueblo de Yéchar y a Mula, nos toca, a los que venimos después, continuar aportando esfuerzos e inteligencia, como él hizo, para el desarrollo económico-social y cultural de los que todavía vivimos aquí, y de los que puedan venir a vivir con nosotros.
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