Plantilla de LA VERDAD. De pie, Francisco García Rivera; Molina, 'El Cajero'; Evaristo Pérez Cánovas; Diego Fernández; Raimundo de los Reyes y Conejero. Sentados, José Franco, Francisco Martínez García, José Ballester Nicolás y Pedro Sánchez Barba. Debe corresponder al periodo de 1923 a 1925, pues en 1926 el director del periódico, Francisco Martínez García, pasó a ser alcalde de Murcia, y no estaría sentado en el centro, sino José Ballester, que fue quien le sustituyó.

José Ballester: Un mundo en dos cajas

Archivos. La familia localiza cartas, postales y fotos del que fuera periodista de LA VERDAD y escritor, muy próximo a la Generación del 27, con información relevante para su estudio

Martes, 12 de mayo 2020, 11:35

Por diferentes circunstancias llegaron a manos del arqueólogo murciano José Pérez Ballester dos archivadores repletos de documentos de su abuelo, José Ballester (1892-1978), periodista ... y escritor, exdirector de LA VERDAD y uno de los vínculos murcianos con la Generación del 27. La excepcionalidad del hallazgo es, según el nieto, que hay documentos (fotografías documentadas, postales, cartas...) que no se habían incluido en un depósito anterior que se realizó al Archivo Municipal de Murcia. Cuenta José Pérez, que vive desde hace tres décadas en Valencia [es profesor del Departamento de Prehistoria, Arqueología e Historia Antigua de la Universidad de Valencia], que una vez fallecidos sus abuelos [Ballester murió en 1978 en una casa donde solía pasar los veranos, cerca de Pinoso, por Yecla], la hija pequeña, Carolina Ballester, se fue a vivir a Cantabria, a la comarca de Liébana, «en los Picos de Europa», donde fue destinado su marido, José López Rico, como secretario del ayuntamiento de Potes. «Los descendientes de la hija menor viven todavía allí. Y el resto de los hijos de mi abuelo han muerto todos menos un hijo jesuita que vive en Roma». Antes de morir lo dejó todo muy bien repartido, comenta el nieto arqueólogo: «Los libros de arte se los dejó a uno de sus cuñados, que le gustaba el arte; todo lo de poesía y literatura fue al marido de otra hija, que es de Lorca y ahora le han hecho varios homenajes en la Región, Sánchez Rebollo; los libros de historia fueron a mi padre, que hizo Geografía e Historia ya de mayor. El marido de Carolina me dijo que me podía llevar lo que quisiera, y entonces recogí los libros que me interesaron; y las fotos ya no sé muy bien si mes las dio ella entonces o las tenía mi padre. Porque en algunos sobres he visto la letra de mi padre». Esas dos cajas estaban en posesión de José Pérez Ballester. Desde el Museo de Bellas Artes se hicieron a mediados de los años 80 copias de algunos libros de arte y fotografías. «Nuestra intención es que en verano pueda ir de nuevo a los Picos de Europa una semana y se las enseñaré a mi tío, porque la voluntad de la familia es que pueda haber una copia de todo este material tanto en LA VERDAD como en el Archivo Municipal de Murcia». En total, más de mil fotografías.

Publicidad

José Ballester en una foto tomada en 1945. | Con la caña de pescar. Pescador en el río Segura. Sin fecha, antes de los sesenta. Belda

Durante este confinamiento, el nieto de José Ballester se acordó de aquellos documentos y ha buceado en ellos para dar a conocer algunos detalles. Por ejemplo, cita José Pérez Ballester que hay numerosas fotografías de reuniones y conferencias que dio. «Hay imágenes con Carmen Conde [escritora cartagenera, primera mujer en ingresar en la Real Academia de la Lengua] y con el marido de ella, Antonio Oliver Belmás [poeta, crítico literario e historiador del arte]. También con Juan Guerrero, que murió muy joven, en los años 50, y fue un 'factótum' de la Generación del 27, el archivero de Juan Ramón Jiménez, a quien García Lorca le dedicó algún poema. Guerrero era el contacto de Murcia con estos escritores, y, como mi abuelo, era de Murcia. Mi abuelo estuvo por España y no sé si salió al extranjero, quizás a Roma a ver al Papa, pero no lo sé bien. Pero en la documentación hay postales de París. De Ruiz-Funes. De Pedro Flores hay una foto con todos los artistas y literatos de su época caricaturizados, y a cada uno los pone tocando un instrumento por Navidad. También de los Elejabeytia. Hay alguien que escribe desde Canarias a mi abuelo diciéndole que está en casa de Dulce María Loynaz [escritora cubana, Premio Cervantes 1992, en 'Un verano en Tenerife' narró sus vivencias en las Islas Canarias, entre 1947 y 1958, donde fue declarada hija adoptiva]. Son pistas de un mundo que fue el de mi abuelo, cosas escritas por detrás de fotos y postales que quizás se hayan escapado y que ahí están para quien pueda interesarle».

«Los tesoros del Vaticano quedan nuevamente abiertos al público». Por detrás de la foto dice: «Las famosas galerías de Arte del Vaticano, cerradas desde que estalló la guerra, han vuelto a quedar abiertas al público recientemente. Aquí vemos a unos soldados polacos y británicos dirigiéndose a la Capilla Sixtina, por el Corredor de los Mapas». Sin fecha.

El deseo de los herederos de Ballester es que todo este material que perteneció al que fuera periodista de LA VERDAD desde 1923 hasta su fallecimiento [en 1978, en un lugar próximo al paisaje de su adorado Azorín, su escritor modelo, incide la familia] y autor de novelas como 'Otoño en la ciudad' (Sudeste, 1936, con ilustraciones de Luis Garay) sea documentado y esté «bien conservado». También escribió guiones de radio, perfiles biográficos, ensayos históricos, estampas costumbristas murcianas... Un material interesante, sin duda, a añadir a la correspondencia a lo largo de más de 50 años con nombres de oro de las letras hispanas.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Prueba LA VERDAD+: Un mes gratis

Publicidad