Marías y el espía con escrúpulos
Novela. Continuación de 'Berta Isla', aquí el héroe se enfrenta a una colaboradora del IRA y de ETA
IÑAKI EZKERRA
Lunes, 22 de marzo 2021, 21:35
En las novelas de espías, lo mismo que en las policíacas, los personajes no reflexionan filosóficamente sobre sus actos y menos aún intentan poner patas ... arriba, con argumentos, los principios éticos que se hallan socialmente asumidos, con el fin de justificar sus actos o arrepentirse de ellos. El autor de esos géneros juega con la complicidad del lector, incluso con ese característico desdoblamiento moral que permite a este último asumir la lógica del homicidio que rechazará en cuanto cierre el libro y ponerse de parte del típico héroe que se excede en su misión secreta de liquidar a enemigos o que resuelve casos criminales por unos métodos poco ortodoxos con las pautas y límites legales. Por esa razón las novelas en las que Javier Marías aborda el tema del espionaje no son 'novelas de espías'. Son otra cosa que, sin duda, resultará más gratificante a los amantes de la literatura y de la novela en su más amplio y alto sentido. Por esa razón también, a esos lectores no les sorprenderá que 'Tomás Nevinson', la nueva entrega narrativa de Marías, que se presenta como una continuación de 'Berta Isla' (2017), se inicie con una literaria, ilustrada y maximalista disertación del protagonista sobre la legitimidad de los recursos del bien en el combate contra el mal y de la sociedad civilizada en la praxis eliminatoria de sus enemigos así como sobre la hipocresía social que consiste en ignorar ese hecho a la vez que en obtener de él beneficio. Marías le pone, así, a un espía la voz de la que necesariamente carece ese oficio basado en el silencio y la ocultación.
Esa voz es la del propio Nevinson al que alude el título de la novela, el marido de Berta Isla, que comparece en esta en una singular situación existencial. Nos encontramos a finales de la década de los 90 del pasado siglo. Nevinson se halla retirado de sus actividades para el MI6 y el MI5, aunque con un sueldo del Foreign Office que se gana en un despacho de la embajada británica en la capital de España y que supone un vínculo con ese pasado del que –pronto comprenderá– no puede desligarse. Después de una docena de años sin dar señales de vida (y de los que tendremos alguna sorpresiva revelación), se ha reencontrado con su mujer y sus hijos Elisa y Guillermo, cuya infancia se perdió, si bien no comparte techo con ellos. Vive en un régimen de cercanía discrecional con esa familia a la que ignoró y agradece que a su vuelta su cónyuge no le haya «rechazado del todo». Es en esa situación en la que recibe la visita de Bertram Tupra, su antiguo jefe, un personaje logrado en su cinismo y su pragmatismo exentos de piedad, que no les resultará desconocido a los lectores de la trilogía 'Tu rostro mañana'.
Tal reaparición tiene como fin reclutar a nuestro hombre para una nueva misión a la que este no sabrá resistirse. Tendrá que trasladarse a Ruán, una ciudad ficticia del noroeste español, para entablar relación con tres mujeres (Inés Marzán, Celia Bayo y María Viana) con el fin de descubrir cuál de ellas es Magdalena Orúe O'Dea, una terrorista que había utilizado su doble origen irlandés y español para colaborar no solo con el IRA sino también con ETA y darle a esta última el apoyo logístico que le permitiera cometer los masivos atentados que ensangrentaron el año 1987. Dicho encargo, para el que debe hacerse pasar por un profesor de inglés, contempla tanto la opción de detener a la asesina como la de matarla. De ahí la primera de todas las abundantes digresiones que se esparcen por la novela y en la que Nevinson se mortifica con la representación mental de lo que supone dar muerte a una mujer. De ahí también que sus pesquisas le lleven a establecer con una de las tres sospechosas una relación íntima que se enmarca en la sexualidad utilitaria y fría que ha debido ejercitar en su oficio y que constituye otro de los asuntos de lucubración de una novela que llega a las 680 páginas, pero que no es la más extensa de este autor, como se ha dicho. La más extensa fue el tercer volumen de 'Tu rostro mañana', que alcanzaba las 705 de apretado texto.
'Tomás Nevinson' es una obra magna y magnífica por la profunda interiorización que el escritor desarrolla del acto de matar desde la mente del terrorista y desde la lógica defensiva del Estado. Su héroe es, si no un 'hombre sentimental', sí un espía con escrúpulos y con una mala conciencia que socava su ánimo, el concepto que tiene de sí mismo y la propia relación con su familia. Es la antítesis de Tupra y acaso del superfluo 'modelo civil' que nos propone nuestra destemplada época.
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