Muy absorbente
La policía creada por Cassar Scalia debe investigar el asesinato de una mujer ocurrido cuarenta años atrás
J. ERNESTO AYALA-DIP
Lunes, 28 de febrero 2022, 21:26
Esta semana toca novela policíaca. Un remanso de sosiego narrativo en medio de las agitadas aguas de la narrativa contemporánea apuntando a los grandes problemas ... de condición humana. La novela policiaca o negra o de intriga también investiga la condición humana, incluso se pasea por nuestro mismo presente, pero su sistema de representación de la realidad es distinto. Nos permite ahondar en cuestiones de calado sociológico y a la vez entretenernos con argumentos detectivescos que nos mantienen en ascuas durante el tiempo de su lectura. La novela policiaca es un género de evasión y a la vez de concienciación. La novela que reseño hoy se titula 'Arena negra, Un caso de Vanina Garrasi', de la escritora siciliana Cristina Cassar Scalia.
En las reseñas de novelas de este género hay que andarse con tiento, no sea que se incurra en un imperdonable 'spoiler'. Pero una descripción de su argumento, de sus personajes y de su protagonista es necesaria. En la contraportada de esta edición se citan algunos comentarios de escritores italianos consagrados: Carlo Lucarelli y Guiancarlo de Cataldo. Se cita, sobre todo, como referencia ineludible a un egregio paisano de su autora. Me refiero a Camilleri. De la autora hay que decir que nació en la ciudad de Noto, famosa por sus reconstrucciones de iglesias barrocas, destruidas casi todas por un devastador terremoto hace unos siglos. Tambien es Noto famosa por sus vinos. Y hay que agregar que la autora es de profesión oftalmóloga. Cassar Scalia comenzó escribiendo novelas románticas, pero la experiencia no le fue bien. Tomó entonces, como escritora, otro rumbo. Fue cuando creó a la algo vanidosa, pero de infalible intuición indagatoria, subcomisaria de la policía judicial de Catania Giovana Garrasi, conocida en su medio como Vanina.
La subcomisaria tiene a su mando varios inspectores totalmente entregados a su condición de abnegados y respetuosos subordinados. Deben investigar al cuando menos curioso hallazgo de un cadáver dentro de un montacargas, en una vieja casona. Se da la circunstancia que en esta misma casa fue asesinado su dueño, adinerado empresario. El cadáver hallado es de una mujer. Las pruebas son concluyentes, fue asesinada, aunque lo sorprendente es que parece que lo fue hace como mínimo cuarenta años. Se pone entonces en marcha la maquinaria judicial y policial para desentrañar tal misterioso crimen. Ahí brilla la subcomisaria Vanina. Pero no está sola en esta emergencia. La acompaña una eficiente inspectora joven y algo enigmática. El resto de subordinados está a la altura de lo que Vanina espera siempre de ellos. Hay que subrayar en esta novela, la incorporación de un comisario de 80 años ya retirado del cuerpo. Vanina descubre en él a su alma gemela. Absorbente novela.
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