Borrar
Cristóbal Pagán, del departamento de Filología Inglesa de la UMU.

Representar el tiempo, algo no tan sencillo

Un proyecto de la Universidad de Murcia compara la expresión verbal y gestual del tiempo en el lenguaje cotidiano con el de las composiciones musicales

Lunes, 5 de julio 2021, 20:49

Dicen los expertos que el tiempo es un caso típico de concepto complejo que necesita ser construido o imaginado a través de experiencias más 'tangibles'. Para concebir la duración, el pasado-presente-futuro, la anterioridad o posterioridad al momento en que se habla, o cualquier otro significado temporal, es necesario utilizar experiencias más directas sensorialmente, como las posiciones de los objetos ('el año 2000 ya queda muy lejos') o el movimiento ('el día del examen se acerca'). Basándose en estas y otras concepciones espaciales del tiempo, las culturas elaboran complejas organizaciones, a menudo apoyadas por artefactos y sistemas de medición, como calendarios, relojes, líneas del tiempo y otros gráficos, y muchas otras representaciones.

Los científicos cognitivos han ido interesándose cada vez más por las representaciones temporales como una ventana hacia la capacidad única para la creatividad que tiene el ser humano, especialmente para la creatividad que le permite fundir en una sola representación elementos mentales que no están conectados en nuestra experiencia cotidiana, como una línea, que es un objeto estático; el movimiento de los objetos, que típicamente tiene lugar en direcciones diversas y no alineadas; y los complejos conceptos de tiempo, pasado y futuro. El investigador Cristóbal Pagán Cánovas, del departamento de Filología Inglesa de la Universidad de Murcia, asegura que «ver la hora en un reloj o abrir un libro de historia e interpretar la línea del tiempo de un cronograma nos parece hoy de lo más sencillo, pero solo hemos llegado a tales representaciones tras milenios de esfuerzo cultural, y aún desconocemos los detalles de cómo somos capaces de integrar elementos tan distintos para formar algo nuevo».

Y añade: «Tal vez aún más importante, necesitamos comprender mucho mejor cómo, una vez inventadas, esas representaciones se transmiten y se manipulan con gran fluidez a través de culturas y generaciones». Para ello, en el proyecto 'CREATIME: Time in the Creative Mind' compara la expresión verbal y gestual del tiempo en el lenguaje cotidiano con los desarrollos más creativos y más específicos de ideas de la temporalidad que llevan a cabo poetas, compositores, artistas plásticos o cineastas.

Las ideas de tiempo de las creaciones musicales aparentemente más complejas se basan en las operaciones cognitivas de integración de elementos dispares que nos definen como especie

«En el caso del proyecto de composición musical, hemos analizado bocetos y propuestas teóricas de compositores contemporáneos que a simple vista parecen excéntricas, y hemos podido mostrar cómo funcionan en ellas las mismas operaciones cognitivas básicas que subyacen al lenguaje o a los gestos que utilizamos para expresar significados temporales en el día a día», dice.

«Comprender con detalle cómo funcionan estos procesos de la imaginación y tener una teoría adecuada para interpretarlos es crucial, no solo para entender cómo concebimos el tiempo y demás ideas complejas, sino para poder definir y estudiar nuestra capacidad para trascender el aquí y ahora mediante la integración de pensamientos dispares. Esta imaginación y creatividad son lo que nos hace humanos. Están detrás de todos los comportamientos únicos de nuestra especie, desde la improvisación cotidiana que permite la comunicación oral hasta la planificación detallada de una composición musical o un texto literario».

En el trabajo, desarrollado en el marco del 'Daedalus Lab: Murcia Center for Cognition, Communication, and Creativity', también participa el investigador de la UMU Javier Valenzuela y, en concreto, en la línea referida a la música colaboran con el musicólogo José Luis Besada, de la Universidad Complutense de Madrid, y director del programa 'Música Viva', de RNE Clásica.

En esta parte, estudian cómo los compositores de música contemporánea (Xenakis, Grisey, Saariaho, entre otros) construyen complejas ideas temporales para aplicarlas a sus composiciones musicales. El estudio se realiza principalmente a través de los bocetos y escritos teóricos que estos compositores han dejado, combinándolo con el análisis musical de las obras correspondientes y con teorías de ciencia cognitiva acerca de la creatividad y de la construcción de significado.

En resumen, se trata de comparar la expresión temporal en diversas manifestaciones del lenguaje cotidiano y de las artes, para desarrollar un marco teórico sobre las bases cognitivas de la creatividad humana.

Como fruto del trabajo realizado el equipo ha publicado numerosos estudios, tanto cualitativos (análisis en profundidad de un caso o unos pocos casos) como cuantitativos (análisis de grandes datos de corpus lingüísticos o gestuales). «En los próximos dos años esperamos aumentar considerablemente el número de estudios en los distintos ámbitos (lenguaje, gesto, música, literatura, etc.) así como publicar estudios teóricos con conclusiones que abarquen los distintos tipos de datos estudiados», apunta Cristóbal Pagán.

En el caso de los estudios sobre los compositores, han llegado a la conclusión de que las ideas de tiempo de las creaciones musicales aparentemente más complejas se basan en las operaciones cognitivas de integración de elementos dispares que nos definen como especie. Según Pagán, «la forma en que estas ideas se manipulan y representan mediante visualizaciones, como gráficos y bocetos, tiene muchos paralelos con la creatividad cotidiana que observamos en las expresiones verbales del día a día. Para explicar estos fenómenos necesitamos un modelo dinámico de la imaginación humana, que defina bien las capacidades que nos permiten aprovechar de manera oportunista las propiedades sensoriales de los objetos, como una rueda o el trazo de una línea, para crear desde algo tan cotidiano como el reloj hasta algo tan inusitado como la técnica compositiva de cribas utilizada por Iannis Xenakis, de la Universidad de la Lorena en Metz, en varias de sus composiciones».

El proyecto CREATIME ha sido financiado por dos proyectos de generación del conocimiento del Ministerio de Ciencia y Universidades, además de por una beca postdoctoral y una beca predoctoral de la Fundación Séneca de la Región de Murcia. Además, los artículos sobre compositores han recibido financiación a través de una Ayuda Ramón y Cajal (Cristóbal Pagán) y de una Ayuda para la Atracción de Talento de la Comunidad de Madrid (José Luis Besada).

Asimismo, el grupo de la Universidad de Murcia colabora con numerosos investigadores de Europa y América a través del Red Hen Lab, un consorcio que desarrolla grandes recursos digitales para el estudio de la comunicación humana. La colaboración más estrecha es con Case Western Reserve University, University of California Los Angeles y University of Wisconsin-Madison en EEUU, y FAU Erlangen-Nürnberg y EKU Tübingen en Alemania

En los estudios de expresión temporal en compositores contemporáneos, además de los ya mencionados, también ha participado Anne-Sylvie Barthel-Calvet, de la Universidad de Estrasburgo.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

laverdad Representar el tiempo, algo no tan sencillo

Representar el tiempo, algo no tan sencillo