Juan Miguel Fajardo, María Cerdán, Manuel Ruiz, María Jesús García e Irene Villegas. VICENTE VICÉNS / AGM

Patologías previas podrían afectar al deterioro cognitivo tras la Covid-19

Neurociencia. Un estudio en el que participa la UPCT profundiza en los efectos que el SARS-CoV-2 puede provocar en el cerebro

Sábado, 14 de enero 2023, 08:53

Casi tres años después de que la Covid-19 paralizase la vida de la población a nivel mundial, son numerosos los estudios científicos que se han realizado en torno a la misma: sus causas y efectos. A nivel neurológico, los investigadores están muy sorprendidos por la heterogeneidad de los síntomas que provoca en quienes han sufrido la enfermedad. Incluso en los casos leves, puede causar confusión, delirio, somnolencia, mala función cognitiva, intensos dolores de cabeza y molestias en la piel. En los casos más graves, algunos pacientes han sufrido complicaciones tan graves como ictus.

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Manuel Ruiz, catedrático del Departamento de Métodos Cuantitativos, Ciencias Jurídicas y Lenguas Modernas de la Universidad Politécnica de Cartagena, y su equipo del grupo 'Modelización Económica y Estadística No-Paramétrica', detectaron que estudios previos sobre este tema adolecen de una serie de controles de patologías previas de los pacientes objeto de estudio, lo que impide caracterizar completamente los mecanismos por los cuales la Covid-19 induce deterioro cognitivo y daño cerebral. «Ningún estudio previo combina análisis bioquímicos de citocinas relacionadas con la inflamación y otros marcadores de daño de la barrera hematoencefálica, una evaluación conductual integral del estado cognitivo del paciente y datos de imágenes cerebrales de los pacientes antes de que contrajeran la enfermedad. En nuestro estudio combinamos toda esta información de manera que nos permitirá evaluar el daño estructural difuso».

La falta de controles de patologías previas de los pacientes puede sesgar las conclusiones de una manera dramática, sin embargo, el enfoque propuesto por la UPCT tiene en cuenta la historia clínica del paciente, lo que permite reducir el sesgo. «Nuestro estudio, además de controlar las patologías previas de los pacientes, es el único estudio en el que se incluyen imágenes de resonancia magnética cerebral antes y después de superar la Covid-19, test neuropsicológicos de cada paciente para evaluar deterioro cognitivo, datos bioquímicos de citocinas relacionadas con la inflamación y otros marcadores de daño de la barrera hematoencefálica. En este sentido es un estudio más completo».

Es el único estudio en el que se incluyen imágenes de resonancia magnética cerebral antes y después de superar la Covid-19

Por otro lado, para la enfermedad de Alzheimer y otras demencias, es muy difícil precisar la etiología del deterioro cognitivo, ya que es un proceso lento que ocurre durante muchos años y, por lo tanto, se confunde por múltiples factores. Dado que la Covid-19 comprime este proceso lento de años a meses, evaluar sus mecanismos de lesión podría ayudar a arrojar luz sobre el mecanismo general que respalda el deterioro cognitivo en la demencia de una manera mucho más clara.

El proyecto en el que trabajan ('Unveiling the cognitive and neurological consequences of Covid-19: A pretest-posttest study') es un estudio multidisciplinar en el que participan investigadores de diferentes ramas científicas pertenecientes a la Universidad Politécnica de Cartagena; el Servicio Murciano de Salud, en concreto el Hospital General Universitario Santa LucÍa; y la Universidad de Nueva York. El equipo lo conforman matemáticos, ingenieros biomédicos, neurólogas, neuropsicólogas y radiólogas.

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Como uno de sus principales objetivos, los científicos se han planteado superar algunas de las salvedades de investigaciones anteriores, las cuales estudiaban el mecanismo que respalda los efectos directos que tiene la Covid-19 en la aparición del deterioro cognitivo. «Para ello, proponemos un enfoque basado en la recogida de datos multimodales (bioquímicos, conductuales, de neuroimagen) adoptando un diseño experimental pretest-postest capaz de controlar patologías preexistentes que podrían introducir sesgos en los resultados del estudio», como explica Manuel Ruiz. El segundo objetivo que tienen sobre la mesa consiste en contrastar si el tipo y la localización del daño en el cerebro encontrado en la cohorte de pacientes con la que han trabajado y que han pasado la Covid-19 es similar al encontrado en enfermos de Alzheimer.

Los dos objetivos propuestos, junto con la creación de un registro de pacientes con todos los datos multimodales recopilados (conductuales, de neuroimagen y bioquímicos) que puedan ser evaluados, tendrán un impacto significativo en múltiples campos clínicos y académicos, incluidas neurología, neurorradiología, neuropsicología y las neurociencias cognitivas. Además, el proyecto tiene el potencial de tener un beneficio inmediato y directo en el tratamiento y la prevención del deterioro cognitivo en la población general, ya que el enfoque que plantea demuestra la relación entre los mecanismos biológicos generales de neuroinflamación (ensayos bioquímicos), daño cerebral (neuroimagen) y deterioro cognitivo (evaluación del comportamiento). Asimismo, arrojará algo de luz sobre los factores mecánicos básicos detrás de la enfermedad de Alzheimer y otros tipos de demencia mediante el uso de la Covid-19 como modelo de deterioro cognitivo rápido.

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Los resultados preliminares de los análisis indican que existen cambios en la materia blanca, en los pacientes que pasaron la enfermedad

Según el catedrático de la Universidad Politécnica de Cartagena, el proyecto ha consistido en el estudio de los posibles cambios producidos por el virus SARS-Cov-2 en el cerebro. Para ello, «seleccionamos una cohorte de personas (de ambos sexos y diferentes edades de manera que representen a la población de la mejor manera posible) de las que ya disponíamos de una resonancia cerebral antes de ser positivas para el SARS-CoV-2, lo que nos sirvió de base para poder comparar la nueva resonancia realizada una vez pasada la enfermedad e investigar así los cambios producidos en el volumen de las sustancias blanca y gris cerebrales». Además, el equipo midió marcadores en sangre una vez superada la Covid-19 y realizaron una evaluación neuropsicológica, para determinar un posible deterioro cognitivo que pudiese estar asociado a la infección por el virus. Por otro lado, pretenden comparar el daño producido en el cerebro por la Covid-19 con el producido por otras enfermedades neurodegenerativas como la enfermedad de Alzheimer.

Hasta la fecha, están terminando la recogida de datos para empezar con el análisis estadístico de los mismos, de modo que todavía no disponen de resultados concluyentes. No obstante, los resultados preliminares del análisis de las imágenes de resonancia magnética del cerebro indican que existen cambios en la materia blanca, en los pacientes que pasaron la Covid-19. Por lo que, dado que la materia blanca juega un papel esencial en las conexiones entre las neuronas, su deterioro puede alterar cualquier aspecto de la función cognitiva o emociona. «La patología de la materia blanca está presente en muchos trastornos cerebrales y puede ser lo suficientemente grave como para causar demencia», incide el profesor Ruiz.

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El trabajo que está previsto que finalice en el verano de 2023 y cuenta con la financiación de la Fundación estadounidense TMCyty, la cual reúne varias décadas de experiencia en ciencia, tecnología, capital privado, capital de riesgo y filantropía para avanzar en el campo de la salud mental y neurológica. TMCyty apoya nuevas innovaciones prometedoras en investigación y medicina neurocognitivas, transformando el enfoque de la salud mental.

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