¿Y si una franja verde salvase el Mar Menor?
Rocío García, estudiante de la Politécnica, propone la puesta en marcha de un parque inundable para acabar con los problemas de inundaciones en torno a la laguna
Vertido cero real al Mar Menor, desestacionalización del turismo de la zona para hacerla turística durante todo el año, ampliar puntos verdes, evitar inundaciones y devolver la Vía Pecuaria cortada por la autovía para que los animales tengan un corredor para pasar desde el Parque Regional de Calblanque hasta la zona del Mar Menor y las demás zonas ribereñas. ¿Es todo eso posible?
Así lo plantea Rocío García, estudiante de último curso de Ingeniería Química Industrial de la Universidad Politécnica de Cartagena, que ha llevado a cabo el estudio 'Ecosendero y franja verde marmenorense' en el que plantea el desarrollo de una franja verde, como una protección real del Mar Menor con la recuperación de humedales, saladares y parques inundables.
«El proyecto está basado en la naturaleza, se ha estudiado en cada zona el problema de contaminación y las plantas fitorremediadoras para cada sitio por diferentes contaminaciones como nutrientes o metales pesados. La franja verde marmenorense unificaría la naturaleza, con el turismo rural y con el patrimonio histórico cultural que en la actualidad está abandonado», explica.
Serviría para unificar la naturaleza con el turismo rural y con el patrimonio histórico-cultural, que en la actualidad está abandonado
Y añade: «Es un trabajo independiente, pero seguramente que mi trabajo final de Grado también estará relacionado con este tema. Ya he hablado con el departamento de fluidos de la UPCT. Es posible que las prácticas las haga sobre este tema e investigaremos más a fondo soluciones ante inundaciones y de la cuenca vertiente al Mar Menor, que es el mayor problema que actualmente tiene este ecosistema».
El proyecto lo inició a raíz de las propuestas planteadas desde el Ayuntamiento de Cartagena, para la construcción de cuatro tanques de tormentas en Playa Honda, Islas Menores, Mar de Cristal y los Nietos.
Fue entonces cuando la estudiante se planteó por qué era necesario desarrollar tan costosa medida y de aislada efectividad. ¿Por qué es más efectivo el parque inundable que el tanque de tormentas? Asegura García que «a pesar de llamarse tanques de tormentas, su función únicamente es recoger los primeros 20 minutos de lluvias de escorrentías pluviales. Con mi proyecto, además de recoger esas primeras aguas pluviales que son las más contaminadas, también se recogerían las aguas y se detendrían las inundaciones, según la capacidad de este».
Según sus datos, si se construye un parque inundable de 36.000 metros cuadrados, este podría recoger 45.000 m3 frente a los 8.181 m3 de agua que recoge un tanque de tormentas de superficie interior de 1487 m2. «Añadiría un punto verde, turístico y nuevos ecosistemas para la fauna y flora».
Además de trabajar con el departamento de fluidos de la Universidad Politécnica, Rocío García ha mantenido diferentes reuniones con políticos y empresas, a fin de trasladarles su idea. Está tratando de conseguir financiación a nivel privado o a través de subvenciones europeas. Según dice, «los agricultores de la zona y dueños de las tierras están estudiando la posibilidad de realizar la franja verde. Al fin y al cabo, el proyecto también está pensado para ellos, de forma que puedan sacar productividad a la tierra sin dañarla». No en vano, es necesario que los dueños de las parcelas den su consentimiento ya que las administraciones públicas no pueden actuar al ser de titularidad privada.
Lejos de parecer una utopía, la estudiante de la UPCT se basa en el éxito obtenido con una iniciativa similar en San Juan (Alicante). «Tenían el mismo problema de inundaciones que sufre Los Alcázares y demás pueblos ribereños. Al implementar el parque inundable 'La marjal' se ha solucionado».
Se trata de un parque singular que, además de la función de ocio, también en útil en caso de lluvias fuertes. En el interior del vaso de retención hay un estanque rodeado de vegetación acuática donde puede observarse la flora y fauna propia de los humedales naturales valencianos (marjales). El proyecto fue galardonado por la asociación Española de Parques y Jardines Públicos con el premio Alhambra al mejor proyecto del año 2015.
«La puesta en marcha de La Marjal costó 3.307.855,56 euros frente a los 4.674.867,21 que cuesta el tanque de tormentas previsto en Playa Honda. Si el Ayuntamiento de Cartagena hiciera sus obras basadas en la naturaleza, ahorraríamos 5.468.046,6 euros de dinero público, suponiendo que los demás tanques propuestos cuesten lo mismo, y los beneficios son innumerables para la recuperación del Mar Menor y del medioambiente», concluye.