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Alfonso Ramallo, investigador del grupo de Sistemas Inteligentes y Telemática de la UMU. vicente vicéns / agm
Más conexión para un menor consumo energético

Más conexión para un menor consumo energético

Investigadores de la UMU participan en un proyecto europeo dirigido a mejorar la inteligencia de los edificios para hacerlos más sostenibles

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Sábado, 17 de septiembre 2022, 01:10

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En una época en la que hablar de consumo energético está a la orden del día, conceptos como 'mix eléctrico' se han colado en el vocabulario de los ciudadanos sin que muchos sepan ni qué significa. Si bien está asociado a otros como contaminación o sostenibilidad, a grandes rasgos, se refiere a cómo se produce la electricidad en cada instante, y por tanto determina las emisiones de CO2 asociadas a la electricidad que se consume. En definitiva, cuanto menor es el porcentaje de electricidad producida con combustibles fósiles en el mix, mayor es la contribución de fuentes energéticas bajas en carbono, y por tanto menor es su impacto en el medio ambiente.

Un punto interesante es que se estima que los edificios consumen cerca del 40% de energía a nivel global. Eso implica que, aunque hay quienes miran a la industria u otras grandes corporaciones a la hora de reducir el consumo energético en el mundo, los edificios también son un objetivo claro sobre el que trabajar a este respecto. Además, está establecido que en los edificios se desperdicia una gran cantidad de energía sobre todo en climatización.

Según Alfonso Ramallo, investigador llegado al grupo de Sistemas Inteligentes y Telemática la Universidad de Murcia de la mano del programa Saavedra Fajardo de la Fundación Séneca, «es fundamental que esta climatización esté controlada de manera inteligente para asegurarnos de que la energía consumida no se esté desperdiciando. Además, el hecho de que los sistemas estén conectados a Internet, así como los sensores y otros indicadores de confort, le permiten al usuario conocer cómo funciona su edificio y aumentar su alfabetización energética».

En ese sentido, el ya extendido Internet de las Cosas (IoT, por sus siglas en inglés) hace posible la comunicación entre diferentes dispositivos gracias a la conexión a internet. Su uso da lugar a los conocidos como 'edificios inteligentes' y permite la recopilación de datos y su posterior estudio y análisis, lo que deriva en un aprendizaje que da lugar a la generación de conocimiento necesaria para mejorar las intervenciones necesarias para ahorrar energía en nuestros edificios.

Ramallo menciona como ejemplo la extendida práctica de instalar cortinas en el interior de las ventanas, para así evitar que entre el sol en las salas. «Con esto, solo se bloquea el 20% del calor que entra al edificio; en cambio, cuando se sitúa por fuera de la ventana (las persianas que en España están tan extendidas, pero que otros países no acostumbran a utilizar) se bloquea el 80%. Este tipo de información se obtiene cuando hay datos objetivos sobre cómo se están comportando los edificios, y esos datos nos los pueden dar un edificio inteligente».

El equipo en el que trabaja, liderado por el catedrático Antonio Skarmeta, en la Universidad de Murcia, participa en el proyecto 'PHOENIX Adapt-&-Play enHanced cOst-EffectiveNess and user-friendliness Innovations with high replicability to upgrade smartness of eXisting buildings with legacy equipment', una acción de innovación de la Comisión Europea dentro del marco H2020 que cuenta con una financiación de cuatro millones de euros. Se trata de una iniciativa enfocada a mejorar la 'inteligencia' de los edificios, entendiendo ésta como la capacidad de ofrecer servicios inteligentes gracias a los dispositivos conectados a Internet que se encuentran instalados en ellos.

Modificar la demanda

«El objetivo del proyecto es desarrollar metodologías que permitan convertir en inteligentes los equipos que tengamos en nuestros edificios, para así mejorar su control y maximizar los servicios que obtenemos de ellos, minimizando su consumo energético. La UMU, además de coordinar el proyecto, se está centrando en los estudios de modificación de la demanda, y en la climatización eficiente», dice Ramallo.

En su opinión, la 'Smartización' o el hecho de que los edificios cuenten con mecanismos que permitan conocer mejor su funcionamiento, era un paso necesario para superar un umbral de eficiencia, que estaba costando traspasar.

Por el momento, los investigadores están más que satisfechos con los resultados alcanzados y consideran que PHOENIX están siendo altamente exitoso. «Las metodologías para integrar dispositivos de edificios desarrolladas, han funcionado excepcionalmente, y actualmente tenemos en marcha cinco propuestas piloto por toda Europa (en Austria, Irlanda, Grecia, Suecia y España) donde se están probando los nuevos servicios inteligentes. Entre estos se encuentran recomendadores para el uso de baterías eléctricas domésticas, actuadores de control sobre el aire acondicionado, sistema democrático de ajuste de termostato, y otros más. «Estos llamados servicios, no son otra cosa que aplicaciones, quecomunicándose con el usuario por medio de web, móvil, o altavoz inteligente, ayudan al usuario a operar su casa de manera inteligente, bien informándole de cómo hacerlo una vez que conoce sus patrones de comportamiento, o bien automatizando procesos, una vez que son definidos por el usuario. Se ha demostrado que consiguen reducir el consumo de los edificios sin comprometer el confort de los ocupantes», expone Alfonso Ramallo.

Según Alfonso Ramallo, investigador llegado al grupo de Sistemas Inteligentes y Telemática de la UMU, la 'Smartización' o el hecho de que los edificios cuenten con mecanismos que permitan conocer mejor su funcionamiento, era un paso necesario para superar un umbral de eficiencia, que estaba costando traspasar

En general, han podido comprobar que el proyecto se mueve en la dirección correcta, y que están atacando un tema de interés para la sociedad. De hecho, están probando la nueva metodología del 'Smart Readiness Indicator', una nueva certificación que llegará a los países miembros de la UE en pocos años y que servirá para medir la capacidad de los edificios para utilizar las tecnologías de la información y la comunicación y los sistemas electrónicos a fin de adaptar el funcionamiento del edificio a las necesidades del ocupante y a la red y de mejorar su eficiencia energética y su rendimiento general en los edificios.

Según Ramallo, «este indicador va a ocasionar un cambio en el sector de la arquitectura como lo hizo el certificado energético de edificios, y la Universidad de Murcia está contribuyendo a su diseño e implementación actualmente». Ya se ha puesto en contacto con ellos el IDAE (Instituto nacional de Diversificación y Ahorro Energético) interesándose por sus resultados, así como la empresa Iberdrola que ha mostrado interés en sus desarrollos. A día de hoy ya están trabajando de forma conjunta en un proyecto denominado FLEXUM, que se focaliza en la modificación de demanda para la estabilización de red eléctrica, y su equilibrado.

Con todo ello, la Universidad de Murcia está siendo pionera en la integración y gestión de edificios inteligentes. Destaca el apoyo del Vicerrectorado de Investigación, y el de Infrasestructuras y la Unidad Técnica que han permitido probar tecnologías innovadoras dentro del proyecto FLEXUM, hasta ahora aquí desconocidas. «Tenemos el firme convencimiento de que, gracias a esa buena predisposición por la innovación, el campus de la UMU, será pronto un ejemplo a nivel nacional sobre la gestión de los edificios», expone el investigador.

Apoyo institucional

Como todo proyecto europeo, cuenta con la participación de diferentes socios. En este caso, a la Universidad de Murcia se suman pymes y universidades, distribuidas por todo el territorio europeo: Austria, Grecia, Irlanda, Chipre y Suecia. Asimismo, los investigadores estamos siendo muy activos en colaboraciones. Recientemente, por ejemplo, Alfonso Ramallo ha sido invitado a la Universidad de Cambridge para realizar una investigación conjunta sobre el uso de electricidad para los nuevos coches eléctricos y su influencia en los edificios cuando se cargan en un punto doméstico.

La trayectoria del equipo y los logros cosechados suponen un impulso que está llevan al grupo a fortalecer, en gran medida, la línea de investigación dedicada a 'Energía Inteligente', y 'Energía en edificios'. Recientemente, Antonio Skarmeta ha asegurado la financiación de otro proyecto Horizonte dirigido a desarrollar la innovación necesaria para la creación de comunidades energéticas, una nueva apuesta de la Unión Europea para el sistema energético.

Por su parte, Alfonso Ramallo ha sido beneficiario de la participación en una red de formación doctoral europea del programa Marie Curie, lo que traerá a la Universidad de Murcia a tres estudiantes de doctorado de excelencia para que sean supervisados por él. Estos serán elegidos dentro de un proceso de selección en toda Europa, en el que se ofrecerá un salario altamente competitivo, para asegurar la excelencia de los candidatos.

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