Borrar
El cubo cinematográfico del festival, que hace también las veces de singular tienda de 'merchandising'. antonio gil / agm
Festival Internacional de Cine de cartagena: ¡Gracias, FICC!

¡Gracias, FICC!

El Festival Internacional de Cine de Cartagena llega a su 47 edición con renovada programación y más documentales y actividades paralelas

CARLOS MARTÍNEZ

CRÍTICO DE CINE

Sábado, 24 de noviembre 2018, 02:40

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

El FICC cumple 47 ediciones en 2018, y como tanta gente que sobrepasa los cuarenta y tantos, y no lo digo solo por los que somos coetáneos del festival, llega a ellos, desde mañana y hasta el próximo sábado, con un 'lifting' recién hecho. Nueva sede, renovada programación, más potencia en documentales, innovación en el marketing, más actividades paralelas. Toda una lista de retoques que cambian por fuera pero no por dentro el festival. Todo está en su sitio pero más arriba y mejor colocado -sinceramente, no creo que nadie eche de menos la apolillada sala anterior, cuyas butacas eran trampas para alérgicos al polvo-.

Abre el certamen en el Auditorio El Batel con la película islandesa 'La mujer de la montaña'

Este festival entra este año en otra liga, en la de los festivales que se creen lo que son, además de estar orgullosos de serlo. Sacan toda su artillería a las calles de Cartagena para seguir siendo el certamen más antiguo -y mejor- de la Región, el más grande de los pequeños festivales de España.

Tienen hasta una sorprendente tienda de 'merchandising', que no debéis dejar de visitar, porque es, literalmente, un cubo cinematográfico.

Mañana, el Icue será testigo de un concierto de bandas sonoras

Pero no se han conformado con estirar párpados, quitar papada e inyectar bótox. No solo nos vamos al Batel, que como decían los cursis antes de dedicarse a colgar vídeos de gatos en Youtube, es un marco incomparable. No es solo eso, es también una programación de sobresaliente.

Mil películas

Especialmente me ha llamado la atención la calidad de la sección de Europa.Doc. Hay mucho cine dentro del cine, mi debilidad. Son documentales europeos que se centran en esta ocasión en diseccionar piezas del séptimo arte, como 'Searching for Ingmar Bergman', que aunque no seas Woody Allen puede gustarte, o 'Desenterrando Sad Hill', que a través de Clint Eastwood, Álex de la Iglesia o Ennio Morricone, nos hará recordar los gloriosos días del 'spaghetti western'. Y no quiero dejar de citar una que vi en el Festival de San Sebastián, del amigo León Siminiani, 'Apuntes para una película de atracos', una subversión del género.

Ginés García Millán recibirá un homenaje en la clausura

El FICC tiene más trienios que un funcionario veterano, con más de mil películas proyectadas en sus distintas encarnaciones. Para poneros en perspectiva os diré que cuando unos locos pusieron en marcha este festival no existía Internet, ni el 'Black Friday', a los tsunamis se les llamaban maremotos, a las olas de calor les decíamos verano, había solo dos canales de televisión y aún faltaba un año para que 'El Padrino' fuera el estreno del año.

Ha corrido mucha agua, y sin embargo aquí están los discípulos de aquellos visionarios zumbados, luchando por traer a Cartagena lo mejor del cine que se hace en el mundo. Gracias a ellos casi setenta películas se verán esta semana en las distintas salas del festival.

Doce de ellas las veremos en la sección oficial de largometrajes, primicias para España a excepción de la ya exhibida 'Girl', que ha sorprendido por su profundidad humana en el Festival de Cannes. Que no es la única que llega con la pátina festivalera. Se abre el certamen con el Premio Lux del Parlamento Europeo, la islandesa y recia 'La mujer de la montaña', y también veremos 'The miseducation of Cameron Post' descubierta en Sundance, o 'Border' -me han chivado que la mejor película de esta edición- y la libanesa 'Cafarnaum', ambas ganadoras en Cannes.

Otras apuestas de la semana son la rockera 'Leto', una especie de versión rusa, sin pasar por el Canal Disney, de 'Bohemian Rhapsody' y 'Pájaros de verano', que es un 'Narcos' introspectivo. A las que se suman las siempre interesantes Ornella Muti y Juliette Binoche, a las que veremos respectivamente en 'Non-fiction' y 'High life' y encontraremos el despiadado mundo del cine en 'Noches mágicas'. Aviso que también hay peligros. Podemos tropezar en alguna de ellas con Robert Pattinson, o podemos entrar a ver 'The house that Jack Built', lo último de mi pesadilla cinematográfica Lars Von Trier.

Estimular la creación

Pero esa es solo la punta del iceberg, porque durante el mes de noviembre ya se han ido sucediendo, y se sucederán, un gran número de actividades: talleres infantiles, de súper 8, cuento animado, jornadas de cine y civilización (evidentemente no se refieren a 'Torrente'), conciertos... Al último todavía llegamos a tiempo si me estáis leyendo ahora mismo, porque mañana el Icue será testigo de un magnífico concierto de bandas sonoras.

Si hay algo que me gusta de este festival es su empeño en estimular la creación. Este año se han presentado más de 500 cortos a concurso -como exmiembro del jurado compadezco a mis sucesores-, de los que se han seleccionados para la final unos treinta que podremos ver en la sección Oficial de Cortometrajes y en la de Murcine, donde tendremos una visión cabal de la creación cinematográfica regional.

También el prestigioso director murciano David Macián pone su granito de arena, y ayudará a crear industria y nuevos proyectos con su taller sobre Cine Cooperativo, una nueva forma de producir cine que puede alejarlo de las grandes productoras pero no de los buenos profesionales, ni de los resultados interesantes para creadores y público.

Entre todo este maremágnum siempre me ha gustado una sección, la de Jóvenes AFICCionados, que permite a los alumnos de instituto descubrir un cine clásico que no encontrarán en las plataformas. Han apostado fuerte los organizadores porque se han atrevido con el cine francés en estado puro de la más que cincuentona 'nouvelle vague', para que los adolescentes descubran que antes de 'Los vengadores' ya existía el cine.

La 'nouvelle vague' me fascina y me repele. Es como una Oreo. Me encantan las dos galletas de chocolate pero no la crema de dentro. Esa crema es para mí el director Jean-Luc Godard y su 'Al final de la escapada', sin duda uno de los directores que más ha hecho en la historia para combatir el insomnio; otros se arrepienten de sus años universitarios de los amores que tuvieron, de alguna borrachera excesiva o de las personas con las que no se acostaron. Yo tuve menos suerte y me arrepiento de algunas de las películas que vi. Perra vida.

Claro que también forma parte de esta generación de cineastas mi idolatrado Truffaut, del que van gozar los alumnos con 'Los cuatrocientos golpes', o Claude Chabrol con 'El bello Sergio'. También tendrán la oportunidad de ver un clásico, 'Cleo de 5 a 7', de la única representante de esta pléyade que sigue en activo plenamente, la oscarizada Agnes Varda y de la que vimos el pasado FICC su último trabajo.

Toda esta promiscuidad cinematográfica concluirá, para nuestra desgracia, el sábado por la noche con la proyección de un estreno que llegará a las pantallas una semana después, 'Kursk', con un reparto de campanillas, sobre el submarino ruso que se hundió en el año 2000. Guinda perfecta para la entrega de galardones, donde podremos ver al sólido actor Ginés García Millán recogiendo su Premio FICC en reconocimiento a su fructífera carrera. Y todo en el sumergido Batel, donde un año más saldrá a flote el FICC, al que este año debo agradecer que, además de hacerme disfrutar como un enano viendo cine a granel -y gratis-, me han regalado hasta el título del artículo. ¡Gracias, FICC! Y los que me estáis 'disfrutando', ya sabéis, a gozar de la semana del mejor cine del año en la Región y alrededores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios