El futuro de la música tradicional

Sin duda alguna, el estado actual de la música tradicional tiene su germen en el trabajo que el profesor, músico y antropólogo Manuel Luna hiciera en los años 80 del pasado siglo XX. Podríamos decir que gracias a su labor «de laboratorio» realizada con el apoyo de cuadrillas, campanas de auroros y personalidades de la sociedad del momento, nuestra música de tradición oral fue afianzándose con la creación de los primeros encuentros de cuadrillas (Barranda, Patiño, La Alberca, La Albatalía, Beniel, Fuente Álamo, Águilas, etc.), de los encuentros de auroros celebrados durante el mes del Rosario (Alcantarilla, Abanilla, Javalí Viejo y Nuevo, Rincón de Seca o Santa Cruz) y el despegue de la poesía popular repentizada de la mano de grandes maestros troveros como Manuel Cárceles Caballero 'El Patiñero', Ángel Roca, José Travel Montoya 'El Repuntín', José Martínez Sánchez 'El Taxista' y Ángel Cegarra 'El Conejo II', entre otros.

Las cuadrillas de música cuentan con un rico y variado repertorio de cantos e instrumentos musicales. Jotas, malagueñas y seguidillas en los más variados estilos de pardica, parranda, manchega, gandula o pereta, señalan el ritmo a otros sones enmarcados en el baile agarrao, tales como el vals, la mazurca o el pasodoble. De la misma forma los instrumentos musicales son de relevante interés, ya que los componentes de cuadrillas de animeros y aguilanderos llevan instrumentos de cuerda procedentes de los siglos XVIII, XIX y XX. Guitarra de ánimas, guitarra mayor, guitarro tenor, requinto, laúd español, bandurria o violín forman el elenco de instrumentos cordófonos encargados de marcar el ritmo y llevar la melodía principal, ayudados de los imprescindibles instrumentos de percusión: postizas, platillos, pandereta, castañeta, triángulo o botella de anís.

Las campanas de auroros son portadoras de estilos de salves procedentes de hace más de trescientos años, así como de un importante cancionero literario distribuido por los diferentes ciclos que estas agrupaciones extendidas por la huerta de Murcia, Valle de Ricote y el Guadalentín realizan al cabo del año.

Los grupos troveros de igual forma, representan otro de los eslabones de la cultura inmaterial sonora de la Región de Murcia. A través de su poesía popular repentizada por cuarteta, quintilla o décima, crean versos en cada una de sus intervenciones sujetos a unas reglas, a un ritmo y a un compás por soniquete de aguilando, malagueña (trovera o cuadrillera) y colombiana.

La música tradicional por lo tanto está enmarcada dentro de la inmaterialidad, es un ente endeble el cual si no se atiende, custodia y difunde, podría desaparecer en unas generaciones. Por ello, los músicos de las cuadrillas, los hermanos de la aurora, los troveros y guitarristas de las respectivas asociaciones que existen en la Región, unidos a los bailaores y bailaoras que forman parte de esta gran familia, luchan por que sus respectivos grupos, cuadrillas, campanas y colectivos, estén activos, participen en acontecimientos culturales y mantengan sus rituales.

Si hay algo fundamental y necesario para que nuestra música tradicional tenga futuro, es la enseñanza y la vivencia de cada uno de los estilos y las formas de vivir que nos ofrece la música tradicional de la Región de Murcia. Sin educación en el aula y sin transmisión de conocimiento por parte de los familiares de todos estos saberes, el patrimonio sonoro de la Región de Murcia corre peligro. Pensamos que en las últimas décadas el aspecto educativo está descuidado, salvo determinados profesores con interés junto a la celebración de algunos programas educativos centrados principalmente en la divulgación del trovo, el resto de centros educativos, a todos los niveles de enseñanza, carecen de programa o línea de trabajo en la que abordar esta materia.

Sin duda alguna, la globalización nos ha llevado a que podamos estar conectados. A difundir y consumir músicas tradicionales en vivo desde cualquier punto del mundo o a divulgar nuestra música y rituales a través de cualquier red social. Aprovechemos los conocimientos que nos da la tecnología en esta sociedad de la información junto a las personas que forman parte de esta gran familia para desearle un gran futuro a nuestra música tradicional.