El Ministerio dice que corregirá la reserva para no castigar al Trasvase
Marta Morén explica que hay que afinar los cálculos y sugiere que la Confederación del Tajo se ha precipitado
M. B. B.
Sábado, 5 de febrero 2011, 03:07
El Ministerio de Medio Ambiente piensa echar el freno a las medidas propuestas por la Confederación Hidrográfica del Tajo. Apunta que no hay que precipitarse. La directora general del Agua, Marta Morén, manifestó ayer, a preguntas de La Verdad, que las reservas estratégicas que se quieren incluir en los pantanos de cabecera «se corregirán», así como las nuevas demandas impuestas por los responsables del Tajo. Morén admitió incluso que puede «haber un error» en algunos planteamientos cuando este diario le solicitó la versión del Ministerio sobre dichas reservas. No ve con agrado que se disfracen los cambios aludiendo a una «corrección de errores». Sí adelanta que las demandas futuras de Madrid y Castilla-La Mancha pueden crecer en 100 hectómetros, aunque precisa que el esfuerzo habrá que repartirlo entre los pantanos de cabecera y todos los afluentes del Tajo, así como con otras cuencas que bañan esta región, en contra de lo que se dice en el documento.
«El plan del Tajo no está cerrado. Ni siquiera se puede hablar de una aproximación. El plan debe garantizar las demandas futuras de las comunidades autónomas (Madrid lo pidió en diciembre de 2009) y al mismo tiempo cumplir la ley del Trasvase», manifestó la responsable estatal de agua. «Las demandas aumentarán los próximos años y pueden pasar de 300 a 400 hectómetros. Vamos a analizar si esa prognosis es cierta para conocer la foto real. De momento, se plantean hipótesis holgadas. En una segunda fase hay que averiguar de dónde se saca ese agua: de Entrepeñas y Buendía, del Alberche o del Jarama. Ese análisis aún no se ha hecho».
Ante la pregunta de por qué se intentan satisfacer las necesidades genéricas de Castilla-La Mancha a costa de la cabecera del Tajo, Marta Morén contestó que es «un error» que se haya planteado de esa forma en el Esquema de Temas Importantes. «Vamos a ver si puede haber otros orígenes. Lo que interesa es preservar la cabecera y mantener la garantía para el Trasvase Tajo-Segura». A juicio de Morén, las propuestas están muy verdes y hay que trabajarlas más. Propone esperar a la redacción final del plan del Tajo. «Aquí nadie se quiere cargar nada», insistió.
Sobre las nuevas demandas incorporadas para este año por la Confederación del Tajo, que reducen los sobrantes de agua para el Trasvase, incidió en la misma idea de que hay que estudiarlo, pese a que este organismo lo presentó detalladamente en la última reunión de la Comisión de Explotación que preside la propia directora del agua. «Son cálculos muy holgados y hay que afinarlos». Entre las nuevas demandas figuran unos regadíos en el río Alberche, cerca de Talavera, que está a casi 300 kilómetros de la cabecera. «Se han puesto demandas que ahora hay que repasar», concluyó.
Malestar de los regantes
Los regantes del Trasvase se sienten igual de molestos por el intento de la Confederación del Tajo de aumentar los consumos. Para este año hidrológico, los desembalses para usos propios aumentarán 53 hectómetros cúbicos, ya que pasarán de los 370 que se destinaban habitualmente a los 423. Esto representa, según José Manuel Claver, que habrá menos agua disponible para derivar al Segura. Según éste, la previsión se presentó sin previo aviso. Entre las nuevas demandas que hay que satisfacer están los nuevos suministros para La Sagra (Toledo) y el Canal de Isabel II (Madrid). Lo que más le preocupa es que una parte se destine a los regadíos del Canal Bajo del Alberche, en Talavera de la Reina.
El Sindicato de Regantes apunta que los 370 hectómetros fijados hasta ahora no se consumían en su totalidad en la zona del Alto Tajo, ya que a partir de Aranjuez hay nuevas aportaciones al Tajo procedentes del Jarama y otros afluentes importantes de la margen derecha. Además, se sienten engañados por la Confederación del Tajo, puesto que las nuevas demandas para abastecimientos de Madrid y Toledo se acordaron de forma irregular en diciembre de 2009. Tal es así que el anterior presidente de este organismo comentó que se trataba de una medida provisional que debía ser tramitada de nuevo porque no se habían cumplido los requisitos. Según Claver, los nuevos responsables del Tajo dijeron que no se iban a volver atrás y que esas demandas ya estaban consolidadas.