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La soprano, compositora y directora de orquesta Pilar Jurado. Mañana canta en Murcia una selección de lujo de arias y dúos de ópera.
Pilar JURADO. SOPRANO

«Me bebo la vida a chorros»

Mañana protagoniza en el Auditorio Víctor Villegas de Murcia el Concierto Extraordinario de Otoño de la CM

ANTONIO ARCO ,

Viernes, 26 de noviembre 2010, 12:14

'La Verdad' quedó para desayunar con Pilar Jurado (Madrid, 1968), soprano (un volcán), compositora y directora de orquesta que, el 11 de febrero de 2011, hará historia con mayúscula en el mundo de la música culta al estrenar, en el madrileño Teatro Real y con la bendición de Gerard Mortier, su ópera 'La página en blanco', en la que ella misma interpretará -cuando canta se transforma en una fiera escénica- el personaje de Aisha Djaron. Está en Murcia -feliz con el repertorio que va a interpretar- para protagonizar, mañana en el Auditorio Víctor Villegas -20.30 horas-, el Concierto Extraordinario de Otoño que organiza y patrocina la CAM (Caja Mediterráneo). Junto al tenor Antoni Comas, y arropados ambos por la Orquesta Sinfónica de la Región de Murcia, dirigida por José Miguel Rodilla, ofrecerá arias y dúos de Donizetti, Bellini -atención a su 'Casta Diva' de 'Norma'-, Puccini, Rossini y -para finalizar la fiesta- Bernstein (de 'West Side Story': 'María' y 'Tonight').

La cita para el primer café con leche del día es a las nueve y diez minutos. Y Pilar Jurado, que llegó a Murcia la noche anterior pasadas las tres de la madrugada, aparece fresca como una rosa, perfumada, sonriente, las manos sin anillo alguno, un hombro descubierto, tacones generosos y vestida de negro, a las nueve y diez minutos en punto. Es un volcán, un torbellino, un bosque frondoso de ideas y proyectos, una mujer menuda que en el escenario impone por el poder y el magisterio de su voz y por sus grandes dotes de actriz. Come fruta, come queso fresco, come con apetito y sin prisa alguna y habla, también con apetito y sin prisa alguna, espontánea y sin artificio.

Ténganlo en cuenta: cita en Murcia con una Pilar Jurado exultante y en plenitud de facultades y brillo en los ojos, con los que atraviesa el mundo sin temor alguno. Cantará mañana en el mismo escenario que recibió recientemente a Violeta Urmana, con cuya voz se clausuró la Semana Grande de Cajamurcia, y por el que anteriormente ya dejaron muestras de su talento y magnetismo otras dos grandes: Kiri Te Kanawa -ya de retirada- y Cecilia Bartoli -se come el mundo-. La italiana, que cantó en diciembre de 2009, fue despedida por el público de Murcia -entregado, dichoso, viviendo la presencia de la mezzosoprano en la ciudad como un auténtico acontecimiento musical- con una larguísima y cálida ovación, a la que la diva romana respondió con la entrega generosa de su voz y su potencial dramático en escena, y con una sonrisa de las que dejan huella. La neozelandesa Kiri Te Kanawa ofreció su recital en Murcia en noviembre de 2008; la actuación de la diva fue, sencillamente, deliciosa. Pilar Jurado promete al público «una lluvia de emociones». Y suele cumplir sus promesas.

-¿Cómo se ha despertado hoy?

-Estupendamente. Creo que soy la persona que tiene el mejor despertar de este mundo. Aunque me haya acostado agotada y apenas haya dormido, aunque esté hasta arriba de trabajo y me espere un día durísimo, yo siempre me despierto muy contenta; es una suerte absoluta.

-¿Se mira al espejo y qué ve?

-A una mujer muy optimista y que disfruta mucho con todo lo que hace. Mi madre me decía siempre, desde muy pequeñita, eso de 'sarna con gusto no pica, aunque mortifica'. Yo me he pasado la vida haciendo veinte mil cosas a la vez y conservo la misma ilusión por el trabajo y por el estudio que siempre. ¿Mi secreto? Ni idea.

-¿Qué ha conseguido?

-Lo principal: que todas las cosas que rodean mi vida sean cosas que me emocionan, que me entusiasman. Y eso hace que esté siempre, ¿cómo decirlo?, muy preparada para el combate. Soy resistente.

-¿Recuerda qué soñó anoche?

-No, pero sí que sé que mis sueños suelen ser muy ajetreados. Estoy siempre activa, despierta y durmiendo estoy activa. Sueño cosas como muy... 'adrenalíticas'.

-¿Tiene pesadillas?

-Hace muchísimo tiempo que no, por suerte. Y no las echo de menos (risas).

-Le gusta decir que tiene los pies en la tierra. ¿Podría explicarse?

-Soy muy consciente de la realidad que me rodea y de lo importante que es que las cosas estén bien hechas, empezando por las cosas que hago yo misma. No vivo en una burbuja ni soñando, y sé muy bien que yo no sería nadie sin la gente que tengo a mi alrededor. Cuando se habla de divos, mucha gente piensa en personas que se creen más importantes que los demás, que relativizan el valor del trabajo de los demás. Yo no tengo nada de diva, porque tengo la suerte de tener clarísimo el valor que tiene el trabajo de los que están a mi alrededor. Si cada uno dejamos de hacer bien nuestro trabajo, al final el mundo en que vivimos terminará por caerse. Ninguno somos imprescindibles, pero todos somos muy importantes.

-¿Qué procura?

-Mantenerme en un buen nivel de cordura, porque veo a mucha gente que la está perdiendo.

-Asegura que le gusta el mundo que le ha tocado vivir. ¿Qué pega le pone?

-Por ejemplo: tengo la sensación de que hoy se vive demasiado sólo en el ahora, y de que las cosas se hacen pensando sólo en 'de hoy para mañana'. Todo se vive con mucha urgencia, con mucha prisa. Lo que estamos pasando ahora es una gran crisis, pero debemos tener en cuenta que toda crisis permite un cambio. Y necesitamos un cambio...

-¿De qué tipo?

-Hemos vivido durante mucho tiempo en la ficción, y ahora todo el mundo está asustado. Tenemos que recapacitar sobre nuestra vida, nuestro trabajo, nuestros gastos...; tenemos que tomar conciencia sobre las cosas que verdaderamente son importantes y dejar de prestar tanta atención a las superficiales. Al final, se hará una limpia de cosas a las que se le han dado valor sin que lo tengan. Es un momento duro, pero hay que seguir adelante, no se puede parar el mundo. Lo que hace falta ahora es gente con ganas de hacer cosas, y no más gente que simplemente se deja llevar una y otra vez. Cada uno de nosotros tenemos que ser como una especie de locomotora.

Perder los papeles

-¿Qué es lo importante?

-Lo importante es el ser humano, que está por encima de todo. Si dejamos de respetar a quien tenemos enfrente, si dejan de importarnos los demás, entonces está claro que ahí ya perdemos todos los papeles. Perder la humanidad es lo más terrible que puede pasarnos. Yo soy una persona bastante generosa, y a veces miro por mí menos de lo que debería, y me va bien en la vida.

-¿Qué no merece la pena?

-Enredarnos con las pequeñas mezquindades. Nos pasamos la vida amargados por ellas, por las nuestras y por las de los demás. Vivo en un mundo, el de la música, muy difícil. He decidido no ver las mezquindades que hay en él, no verlas, no perder el tiempo. Y me centro en las pequeñas cosas cotidianas que nos hacen más felices.

-¿Por ejemplo?

-Levantarme por la mañana, preparar el desayuno para mi chico y disfrutarlo con él. Por cierto, hoy no he podido hacerlo (risas). No quiero para nada amargarme la vida, ni tengo la más mínima intención de fastidiar a nadie, ni de complicarle la vida a nadie, ni de molestar.

-Está metida, profesionalmente, en muchos frentes, ¿de dónde saca su famosa energía?

-Es un misterio de la naturaleza, pero la tengo y la aprovecho. Ahora mismo estoy con mi ópera -'La página en blanco'- ya en puertas; ¡es un trabajo realmente durísimo! Además tengo que aprenderme mi propio papel (Aisha Djaron) y estoy preparando varios encargos de composiciones que tengo pendientes. ¡Ah, y a punto de sacar al mercado un nuevo disco, que me encanta porque hará soñar a mucha gente, disfrutar, emocionarse...!

-¿Qué disco?

-'Pilar Jurado, una voz de cine'. Incluye una versión jazzística de la 'Habanera' de 'Carmen' fantástica. ¡Y 'Lili Marleen'! Creo que soy una fabricante de sueños para los demás. Me gusta hacer feliz a la gente. Espero lograrlo con 'La página en blanco'.

Cuando Pilar Jurado habla de 'La página en blanco', se revoluciona. Esta ópera en dos actos fue un encargo que le hizo el Teatro Real. Lo que fue un sueño se ha convertido en realidad, y pronto -el 11 de febrero- se estrenará. La dirección musical correrá a cargo de Titus Engel, la dirección de escena la firmará David Hermann y la escenografía será creada por Alexander Polzin. «'La página en blanco' es un 'thriller' que cuenta la historia de un compositor que está escribiendo una ópera. Todas las emociones del ser humano aparecerán: el amor, el odio, los desencuentros, la mezquindad, la ambición...», cuenta Pilar Jurado.

-¿Cómo es su personaje?

-Aisha Djaron es una soprano que va a cantar la ópera que está preparando el compositor, que se enamorará de ella. Aisha Djaron es la mejor persona de toda la historia (lo dice entre sonrisas). Además, es el personaje que más se parece a mí.

-Una vez dijo que estaba «ansiosa por comerse el mundo». ¿Sigue así?

-¿Yo dije que estaba ansiosa? Yo vivo la vida bebiéndomela a chorros, con mucha intensidad. Soy una persona tremendamente intensa, incluso agotadora para mí misma. No sé pasar por la vida como si nada, no, no, no; la vida es apasionante.

-¿Cómo se maneja en el amor?

-Con mucha ternura. Intento compartir mi vida con alguien que merezca la pena. Para bien y para mal, también el amor lo vivo con mucha intensidad, así es que puedo llegar a los niveles de desesperación más grandes. ¡Pero salgo de ellos!

-¿No lleva máscara alguna?

-No, no tengo tiempo para ir por ahí dando una imagen u otra o inventándome personajes. No tengo por qué inventarme ningún personaje porque estoy muy orgullosa de cómo soy. No tengo que esconderme de nadie, ni me avergüenzo de nada.

Caprichos tontos

-¿Qué no es?

-Exhibicionista, no me gustan nada los exhibicionismos gratuitos. Creo que tienes que saber estar siempre en tu sitio, no hacer cosas que estén fuera de lugar, tontamente caprichosas. Y no me gusta hacer las cosas a la ligera. Estamos en un momento en el que se tiende siempre a la ley del mínimo esfuerzo. No se cuidan las cosas lo suficiente, no se hacen con cariño.

-¿Qué hace usted cuando se viene abajo?

-Ser como el Ave Fénix, renacer de mis cenizas. Tengo una enorme capacidad para levantarme, para decir 'hoy es otro día y tengo otra oportunidad'. Pongo cada día los motores a todo gas.

-¿Qué espera del concierto que ofrecerá mañana en Murcia?

-Es un concierto precioso, creo que el público disfrutará muchísimo. El repertorio es muy conocido, con arias y dúos de ópera absolutamente maravillosos. Cantaremos dos dúos de Puccini que me vuelven loca. Es un concierto muy duro, tanto para mí como para el tenor Antoni Comas, pero el público recibirá una lluvia de emociones. A mí se me erizará la piel seguro cantándolo. De verdad que espero poder provocarle al público de Murcia una subida de adrenalina muy grande.

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