Barreiro ejerció de mediadora y el coste de mejorar su imagen lo iba a asumir Sánchez

Alejandro de Pedro y José Antonio Alonso, dos de los principales imputados por la 'trama Púnica' de presunta corrupción, contaban con una aliada de lujo en la Región: la entonces alcaldesa y diputada popular en el Congreso de los Diputados, Pilar Barreiro, quien ahora figura en las listas del PP al Senado para las elecciones del 26 de junio. Ella, que en apariencia llevaba ya unos meses utilizando en beneficio propio los servicios para la mejora de la imagen que ofertaban su gran amigo Alonso y el socio de este, De Pedro, actuó a modo «de nexo de unión» con el entonces consejero de Educación y hoy presidente de la Comunidad Autónoma, Pedro Antonio Sánchez, tal y como reseñan los funcionarios de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil en un informe.

Tanto es así que estos especialistas de la Guardia Civil sostienen, a raíz del análisis de las conversaciones telefónicas, de los correos electrónicos, de las conversaciones por WhatsApp y de los documentos intervenidos, que Barreiro actuó en 2014 como mediadora para conseguir que el propio Sánchez acabara concertando los servicios de la firma Eico Online para tratar de lavar su imagen en internet.

Los datos que apuntan en ese sentido son muy numerosos. El 18 de septiembre de 2014, José Antonio Alonso le pidió a su socio De Pedro que enviara un mensaje por WhatsApp a Sánchez con el siguiente texto: «Me indicó Pilar (Barreiro, a juicio de los investigadores) que querías hablar conmigo y estoy a tu disposición en este teléfono».

Pero la entonces alcaldesa y diputada nacional no se habría limitado a posibilitar ese primer contacto. Incluso llegó a acompañar a Pedro Antonio Sánchez en alguna reunión que este mantuvo con Alejandro de Pedro en Madrid para avanzar en ese proyecto de reputación 'online'. De ello dejó constancia, por ejemplo, uno de los empleados más cualificados de Eico Online, Francisco Javier Bueno, quien confesó al juez Velasco que un día estaba tomando café con su jefe en el Hotel de las Letras de la Gran Vía y que De Pedro le pidió que se marchara porque iba a encontrarse con Pilar Barreiro y Pedro Antonio Sánchez. «Cuando salía del hotel entraban ellos», explicó.

Problemas de incompatibilidad

Alonso le pide consejo

La estrecha relación que el exalcalde socialista de Cartagena y luego conseguidor de la 'Púnica', José Antonio Alonso, mantenía con quien fue su sucesora en la Alcaldía, Pilar Barreiro, llega al extremo de consultarle incluso cómo resolver problemas de incompatibilidad en los servicios que prestan. Así ocurre cuando Alonso y De Pedro se ponen a pensar en que el mismo trabajo de imagen que presuntamente ya han acordado hacerle a quien era consejero de Industria y Turismo, Juan Carlos Ruiz, se lo habían ofertado a su vez a quien era su rival en la carrera por suceder a Valcárcel: el consejero de Educación, Pedro Antonio Sánchez.

El 3 de septiembre de 2014, en plenas gestiones con ámbitos próximos a esos dos políticos, Alonso le dice a su socio que le está «dando vueltas al tema de Pedro Antonio, el de Educación», y que no sabe «si le va a convenir al otro (en apariencia, Juan Carlos Ruiz)», considerando probablemente que este podría sentirse traicionado de llegar a averiguar que la trama estaba trabajando también para Sánchez.

«Lo pensaré; le daré una vuelta. Quiero ver a Pilar y darle una vuelta con ella para ver qué opina», zanja la conversación.

En apariencia, la opinión de Barreiro no debió ser desfavorable, ya que quince días después Alonso insta a De Pedro a mandarle un mensaje al consejero de Educación, citando como referencia a la alcaldesa.

Más tarde, el 17 de octubre, los dos presuntos integrantes de la trama vuelven a pensar en la alcaldesa de Cartagena para seguir avanzando en sus gestiones. Así, De Pedro le pide a su socio que «si hablas con Pilar, dile que le he mandado tres mensajes al Pedro Antonio este, tanta prisa y tanta hostia». Alonso le responde: «Y nada... Yo te di su móvil, ¿no?». A lo que su interlocutor contesta: «Sí, yo se los mando al móvil».

Luego ambos ironizan sobre la buena educación que tanto Sánchez como «su chico» -en aparente referencia a su jefe de gabinete- demuestran al no responder a los mensajes.

Los datos recogidos por la UCO, entre ellos los derivados de otra conversación entre Alonso y De Pedro, apuntan a que, en agradecimiento a las gestiones de Barreiro, los dos empresarios pensaban cargar los gastos de mejorar su reputación al consejero de Educación, quien en apariencia pretendía facturarlos a su vez al departamento que dirigía.