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Abdelaziz Jatim, en la Plaza de San Francisco de Cartagena. :: j. m. rodríguez / agm
«El extremismo no está en nuestro ADN»

«El extremismo no está en nuestro ADN»

Abdelaziz Jatim. Cónsul general de Marruecos en Valencia. «Los marroquíes no viven en Murcia solo para mejorar su nivel económico; también porque les gusta esta sociedad»

Gregorio Mármol

Lunes, 2 de febrero 2015, 13:27

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Abdelaziz Jatim (Casablanca, Marruecos, 1966) visita con mucha frecuencia la Región no solo porque esté dentro de su área de representación como cónsul general de Marruecos en Valencia. Este diplomático especializado en el mundo hispano, con destinos anteriores en Santiago de Chile, Rotterdam y Madrid, prepara la apertura en 2015 de un consulado general marroquí en Murcia para ofrecer atención administrativa a los cien mil inmigrantes que viven aquí y evitar desplazamientos a la capital valenciana.

- ¿Cuáles son las principales necesidades de los marroquíes que residen en Murcia?

- De todo tipo. Administrativas, sociales, laborales, culturales... La comunidad marroquí siempre intenta integrarse en la sociedad receptora, pero manteniendo su identidad, que es muy fuerte. Nuestro deber es asegurarles ese tipo de seguridad cultural para que guarden sus raíces y sus hijos sepan de dónde vienen. Marruecos es un país muy viejo, con una identidad muy variada pero, al mismo tiempo, con un sentimiento nacional diferente al de otros países del mundo árabe.

- ¿Y aquí se sienten integrados y bien acogidos?

- Yo creo que sí. Con independencia de los problemas que ha conllevado la crisis económica y que ha pegado fuerte a una parte de la comunidad, mis compatriotas intentan integrarse de la manera más positiva posible. A veces hay obstáculos, pero la buena intención está ahí. Los marroquíes que viven en Murcia trabajan duro y aportan su granito de arena a esta sociedad. E intentan ser solidarios, que es algo muy importante, porque ser solidario también es integrarse, respetar las leyes, cultura y tradiciones de la sociedad que te acoge, y dar el paso para comprender al otro.

- ¿Reciben en su consulado quejas por trato discriminatorio?

- La convivencia es buena. A nosotros no nos ha llegado información sobre actos racistas en Murcia. Ahora bien, puede haber algún acto individual.

-¿Cómo ve a los marroquíes que viven en Murcia?

- Bien. Los murcianos tienen que saber algo muy importante: los marroquíes no solo están aquí porque quieren mejorar su nivel económico; también porque les gusta vivir en esta sociedad. Eso es muy importante para destruir los prejuicios de que un inmigrante es un individuo alimentario. Ya hay gente con medios que le gusta compartir los valores de la sociedad española.

- ¿Los recientes sucesos de París y la amenaza internacional de los radicales islamistas son también aquí un problema para la convivencia?

- Sí. Pero tengo la confianza de que no va a ser interpretado así en España. Esta sociedad no es excluyente. Locos hay en todos sitios. Pero deben saber que el islam que calla a su adversario matándolo no está en nuestro ADN. No lo conocemos ni lo queremos conocer. No lo practicamos ni lo han practicado nuestros antepasados. Ese islam es una locura. Sí que tenemos un respeto enorme por nuestro profeta y denunciamos que se caricaturice lo que constituye algo importante para nuestra comunidad, pero rechazamos cualquier acto terrorista en nombre del islam. Y defendemos la libertad de expresión.

- El Gobierno marroquí ha expresado su preocupación por la radicalización religiosa de determinados ciudadanos y por sus actividades fundamentalistas en países vecinos, como España. ¿Hay temor a que esos radicales se puedan implantar en Murcia al calor de la numerosa colonia marroquí?

- No tengo información sobre si ya están implantados o no. Pero deben saber que en Marruecos hemos practicado el islam por el rito 'malekita' desde hace 14 siglos. Es un islam que ha intercambiado en ambos sentidos con Al-Andalus, con España, mentes brillantes: filósofos y médicos. Es ese islam el que ponemos como respuesta a cualquier tipo de amenaza extremista. Pero hay movimientos que a primera vista se presentan como religiosos y que son realmente políticos. Tratan de llegar a la política a través de la religión sin tener que pasar por las reglas del juego democrático.

- En Marruecos gobierna el Partido de la Justicia y el Desarrollo, de ideología islamista moderada.

- Antes de entrar en política, aceptó las reglas del juego democrático: el respeto a la alternancia en el poder, a las instituciones, a la oposición. Sí hay que luchar contra otros movimientos que no quieren declarar sus verdaderos objetivos y donde crecen las células del extremismo, del fanatismo, de la incomprensión.

- Uno de esos movimientos es Justicia y Caridad, al que los servicios de seguridad españoles atribuyen el control de varias mezquitas en Murcia. ¿Les preocupa?

- Nos preocupa, porque las mezquitas son lugares de culto, no de política. Quien quiera hacer política puede respetar las reglas del juego y adherirse al modelo que toda la sociedad marroquí ha aceptado. El movimiento que usted cita tiene una presencia en Murcia. Hay grupos de la comunidad marroquí que se han quejado de cierto acoso dentro de sus mezquitas y sus juntas, por tentativas de acapararlas. Nosotros, lo que podemos hacer frente a esto es acompañar a esas comunidades para que sus mezquitas sean lo que tienen que ser, un puente entre la comunidad marroquí y su sociedad, y un lugar donde encontrar la energía espiritual que cada uno tiene en grados distintos.

- Cuando le plantean esas quejas, ¿ustedes como les ayudan?

- El Consulado no interviene en el funcionamiento de las mezquitas ni en sus juntas. Lo que hacemos es facilitar información para que sepan cuál es nuestro modo de adoptar esta religión que forma parte de nuestra identidad y que nunca nos ha impedido tener buenas relaciones con nuestros vecinos y amigos. El pueblo marroquí es multiétnico y multicultural. Nuestra constitución reconoce nuestras raíces, incluidas las judía y cristiana.

- ¿Qué aconsejaría a un empresario murciano que quiera invertir en Marruecos?

- Desde la llegada de nuestro rey, Mohamed VI, hemos tenido que reevaluar nuestra economía y las cosas las tenemos claras. Tenemos muchos sectores económicos por los que apostar y cada uno de ellos tiene un programa estratégico bien definido, con objetivos, medios y transparencia total en el acceso al mercado marroquí. ¿Por cuál de ellos apostar? Por todos. En el agrícola hay muchas oportunidades, pero también en el campo de las energías renovables. Estamos apostando por la construcción del parque de energía solar más grande de todo el continente africano. La industria automotriz es muy prometedora y participa en nuestro PIB de forma estupenda. Hay muchos sectores que pueden interesar a los empresarios murcianos.

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