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CRISIS. La subida del euríbor incidirá en el debilitado mercado de la vivienda. / EFE
El euríbor se dispara al 5,393% y encarece en 1.000 euros anuales las hipotecas
ECONOMÍA

El euríbor se dispara al 5,393% y encarece en 1.000 euros anuales las hipotecas

El BBVA prevé una bajada del precio de los pisos del 20% acumulado en los próximos cuatro años y advierte de un notable descenso de actividad en el ladrillo

JULIO DÍAZ DE ALDA

Viernes, 1 de agosto 2008, 03:09

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Malos tiempos para los sufridores de hipotecas. El euríbor -el índice de referencia más usado en España para fijar el coste de los créditos- lejos de dar la más mínima tregua en julio rompió todos sus registros para alcanzar el 5,393%, su cota más alta de la historia. El dato, que deberá ser confirmado por el Banco de España a mediados de agosto supondrá un verdadero palo para aquellos que deban revisar sus contratos, ya que comportará un sobrecoste de cerca de 900 euros en el caso de las revisiones anuales y de 1.000 euros, en el de las semestrales. El servicio de Estudios de BBVA aseguró este jueves que el precio de la vivienda caerá un 20% acumulado en términos reales -tomando en cuenta la inflación- en los próximos cuatro años con descensos ya en 2008. En 2009, dijo el banco, las casas se abaratarán un 2,1% nominal, que si se tienen en cuenta el IPC previsto por la entidad para ese año (2,8%) sería en realidad del 4,9%.

Suma y sigue. Con el Banco Central Europeo (BCE) empeñado en luchar contra la inflación, los tipos de interés no dejan de subir y el euríbor acumula ya cinco repuntes consecutivos. Récord sobre récord. Así se comporta el indicador, que en realidad responde a una media de los tipos de interés al que se prestan el dinero entre sí a un año de plazo los bancos de la zona euro. En principio, el euríbor recoge con cierta anticipación los movimientos del BCE, por lo que cabe esperar que -según lo que señalan los analistas- podría haber tocado techo, pues no se esperan nuevos movimientos al alza por parte del equipo de Jean-Claude Trichet. Pero nada se puede descartar, ya que si las turbulencias financieras continúan y, sobre todo, el precio del petróleo mantiene su tendencia ascendente, cabe la posibilidad de que el instituto emisor de una nueva vuelta de tuerca y encarezca de nuevo el precio del dinero.

Ajenos a los movimientos macroeconómicos del BCE, los millones de ciudadanos hipotecados, sobre todos los endeudados en los últimos tres o cuatro años, se enfrentan una vez más a letras más caras. El Banco de España y no pocas instituciones alertan ya sobre la acumulación de grupos de población bastante apurados por sus créditos, firmados en muchos casos con los tipos de interés en mínimos históricos y los precios de las casas en máximos. Una vez se confirme el dato de julio (lo que acostumbra a suceder el día 17 del mes siguiente), quienes revisen con referencia anual (sobre el euríbor de julio de 2007, que del 4,564%) un contrato medio -150.000 euros a 25 años- deberán abonar 72 euros más al mes o, lo que es lo mismo, 864 euros añadidos en todo un ejercicio. Peor lo tendrán aquellos para los que la renovación sea respecto al euríbor de seis meses atrás (4,349%) pues al haber más diferencia también deberán afrontar un mayor recargo, En concreto, de 90 euros al mes y de casi 1.100 euros al año.

Ajuste sano y necesario

El Servicio de Estudios de BBVA presentó un exhaustivo análisis del mercado de la vivienda en el que subrayó que "la actividad inmobiliaria en España ha crecido más de lo que explican las tasas de crecimiento de población". Un exceso de ladrillo que según el director del departamento, José Luis Escrivá, hay que asumir ahora con un ajuste «que es necesario y sano». En lo que respecta a los precios, matizó, el recorte será mediante pequeñas bajadas nominales «dejando jugar a la inflación». Los ajustes, añadió, ya se están produciendo, sobre todo en zonas como Navarra, Las Rioja, la Comunidad Valenciana, Murcia o Madrid.

Lo peor vendrá del lado de la oferta, de la propia actividad promotora e inmobiliaria, donde la caída será mucho más pronunciada, con el consecuente impacto en el empleo. Aquílas regiones más afectadas serán País Vasco, Navarra, Extremadura, Madrid, la Comunidad Valenciana y Murcia. El banco advierte además, que el problema no se limitará al propio ladrillo, sino que se extenderá a las empresas auxiliares y al empleo indirecto. La inversión residencial respecto al Producto Interior Bruto (PI), afirmó Escrivá, caerá de forma considerable. El analista defendió la gestión del Gobierno de la crisis inmobiliaria al apostar por un ajuste obligado y no caer en la tentación de "medidas improvisadas y coyunturales que, muchas veces, son contraproducentes». Sí se mostró a favor de apuestas «heterodoxas y transitorias» como la de limitar desde las administraciones el precio de los pisos libres.

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