Los becarios

Fuera de contexto ·

Cuando llega el verano aparecen en los medios de comunicación unos seres angelicales y llenos de optimismo que se llaman becarios. Con su carrera recién ... terminada, creen que lo saben todo y que pronto jubilarán a los que estamos dentro, una panda de dinosaurios sin imaginación. Llegan cargados con su teléfono móvil hipermoderno, y cuando les preguntamos si leen el periódico, escuchan la radio o ven informativos contestan con descaro que «se informan por redes sociales» o que no tienen tiempo. No diferencian un consejero de un concejal, pero tampoco preguntan. Y lo único que me viene a la cabeza cuando me los tropiezo por la radio es: '¿Qué hacen estos críos aquí?'. Normalmente no vuelvo a verlos.

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Pero a veces, solo a veces, tenemos suerte y lo que entra por la puerta es una promoción humilde, que se da cuenta de que las prácticas de verano son una oportunidad y que están dispuestos a aprovecharla aprendiendo todo lo que puedan. Unos chicos y chicas que han tirado de becas y trabajos para estudiar y no solo del esfuerzo de sus padres. Saben inglés, sacan buenas notas y, si tú también eres capaz de acordarte todavía de lo que era ser humilde, son capaces de enseñarte muchas cosas. Da vértigo pensar que los becarios que tenemos este año nacieron ya en el siglo XXI y nos separan décadas. En ocasiones hablamos idiomas distintos. No hemos crecido con las mismas películas ni bailado las mismas canciones. Están empeñados en tareas imposibles como que use Tik Tok, me emocione con 'realities' y entienda el reguetón. No creo que lo consigan, pero cuando se marchen, como las aves migratorias, nos habrán dado el empujón suficiente para disfrutar una temporada más de este trabajo. La redacción se quedará un poco vacía sin ellos.

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