Puccini, Mozart y Bizet ponen la banda sonora al arranque de la 54ª edición

Los jardines del Parque almansa de San Javier acogieron ayer el espectáculo con el que dio comienzo la 54ª edición del Festival Internacional de Teatro, Música y Danza de San Javier. Allí se instaló La Carroza del Real, el espectacular escenario itinerante del Teatro Real que, por primera vez, llegó anoche a la Región de Murcia.

Sobre las tablas, un espectáculo musical al aire libre, gratuito y para todos los públicos que ofreció un atractivo y variado programa musical. Entre las composiciones que sonaron, los asistentes pudieron disfrutar de populares arias y duetos de algunas de las óperas más conocidas de compositores referentes como Puccini, Mozart, Delibes, Offenbach, Bizet, entro otros; así como romanzas de zarzuela de Penella Moreno y Sorozábal, a través de este innovador proyecto, uno de los más sorprendentes de la escena operística en España.

Para rendir homenaje al género lírico, sobre el escenario actuaron una pianista, Cristina Sanz, y tres cantantes: Rosa María Gomariz, soprano; Alejandra Acuña, mezzosoprano; y Román Bordón, Barítono. Más concretamente, intepretaron un programa dividido en dos partes que incluyó arias y duetos de 'O mio babbino caro', de la ópera 'Gianni Schicchi', de Giacomo Puccini; 'Là ci darem la mano', de 'Don Giovanni', de Mozart, y la canción del toreador de la ópera 'Carmen', de Bizet, entre otras.

También sonaron romanzas de zarzuelas como 'La revoltosa', de Ruperto Chapí, y piezas magistrales como 'Cuatro piezas españolas', de Manuel de Falla, y la opereta 'La viuda alegre', de Franz Lehár.

El escenario itinerante ha recorrido ya más de 20.000 kilómetros dentro de España, atrapando a miles de espectadores en una veintena de ciudades.

La Carroza del Real tiene unas dimensiones de 16 metros de largo y 5,80 metros de alto y pesa 5,5 toneladas. Con su embocadura, telones y bastidores es un escenario ambulante creado a partir de la transformación de un camión tipo tráiler, como los que habitualmente se utilizan para el transporte y almacenaje de la escenografía, atrezzo y vestuario de las óperas en gira. Su construcción se planteó como una réplica de la embocadura del escenario del Teatro Real, y su interior puede adaptarse a las necesidades de cada evento.

Este proyecto se inspira en el teatro La Barraca, de Lorca, cuya idea era acercar a los rincones de España las obras del teatro clásico español. Ahora el Teatro Real, como gran referente de la ópera en España, trata de seguir sus pasos para hacer la lírica accesible a todos los públicos.

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